Álvaro Colom, jefe de la Misión de Observación Electoral de la OEA y ex presidente de Guatemala, estuvo presenciando en las horas de la mañana el desarrollo de la jornada en el Colegio Rodrigo Lara Bonilla, el punto más grande de la localidad de Ciudad Bolívar y el más importante del sur de la ciudad.
La presencia del jefe de la misión de la OEA en Ciudad Bolívar radica en la importancia de este punto en la ciudad y su vulnerabilidad para caer en fraude electoral. Históricamente esta localidad ha presentado resultados atípicos en las elecciones, como manipulación de tarjetones no marcados, votos nulos y dominio electoral de un candidato. Según la MOE, Ciudad Bolívar es la localidad con mayor número de puestos de votación en riesgo de presentar fraude electoral, con un total de 31 puestos de 48 analizados, de los cuales nueve están en riesgo extremo (80 por ciento del total de riesgos extremos de toda Bogotá).
Según un funcionario de la OEA, “hasta el momento no hay casi ninguna denuncia con nosotros, al menos en la ciudad de Bogotá. Al final del proceso se hace esa valoración. En este momento estamos recién empezando”. Sin embargo en este punto de votación, se registraron casos de testigos electorales con propaganda política, concretamente del partido Mira.
Colom, por su parte, enfatizó en el tema de la compra de votos por la incautación de 1700 millones de pesos por parte de la Policía Nacional, que se presume, iban destinados a estos fines. “Creo que esa incautación, lejos de verse negativamente hay que verla positivamente. Son votos que no se compraron, votos de los cuales se evitó tergiversar el proceso. La compra de votos es una amenaza muy seria a la libertad de voto y al sistema electoral”, aseguró Colom.
De acuerdo a Marlen Pineda, habitante del sector, en general las votaciones se desarrollaron con normalidad: “los votantes afirmaron que el proceso fue sencillo, no hubo confusiones y fue muy rápido. Hubo sin embargo situaciones son personas de la tercera edad que no estaban registradas en este puesto de votación, pero que tradicionalmente votaban allí”.
La presencia de una comisión de observación por parte de la OEA fue acordada por la Registraduría, el Ministerio de Interior y el Consejo Nacional Electoral el 21 de octubre para garantizar la transparencia de las elecciones. Su función es observar distintos puntos de votación y algunas mesas en particular para verificar cómo transcurre el proceso. A su vez, reciben denuncias en los lugares donde los votantes hayan visto anomalías o quieran denunciar irregularidades. Finalmente hacen un informe con recomendaciones a las autoridades pertinentes.