Según cifras de Euromonitor, después de la pandemia, los viajeros a nivel mundial preferirán un turismo sostenible (34,6%), con inmersión natural (29,3%) y de experiencias locales auténticas (52,0%). El estudio también reveló que las tendencias que están a la baja son el turismo de masas y el corporativo.
“El ecoturismo surge como una práctica entre personas que buscan viajar de manera económica, tener mayor contacto con la naturaleza, ocasionándole el menor impacto al medio ambiente”, menciona Darlin Ortiz, guía y gestora ecoturística. Además, es una alternativa que busca incentivar y fortalecer con nuevas prácticas ecoamigables en esta industria, que para el año 2020 fue en decadencia. Innovar en el sector turístico se ha convertido en una necesidad en tiempos de pandemia, dado que, Colombia, sufrió una pérdida equivalente a 20,1 billones de pesos en el año 2020, que podría representar el 1,5 por ciento del PIB, según un estudio de la facultad de economía de la Universidad del Externado, cuyas consecuencias se vieron reflejadas sobre todo en zonas de turismo convencional.
Aunque el panorama era pesimista por las restricciones de movilidad impuestas por las autoridades, y el sector hotelero no tuviera el flujo acostumbrado de visitantes, los amantes a viajar impulsaron el turismo de naturaleza como una opción atractiva. Gustavo Toro, presidente de la Asociación Hotelera y Turística de Colombia (Cotelco), expresó para el diario La República que “en los puentes hemos notado una demanda creciente de los destinos de naturaleza. Se nota que la gente está buscando más ese tipo de alojamientos lejanos, sin aglomeraciones y que les permitan un mayor distanciamiento, indudablemente este será un producto que tendrá una gran demanda en esta época de pandemia y después”.
Las ventajas del ecoturismo
A diferencia del turismo tradicional, las ventajas que conlleva el ecoturismo son positivas en términos medioambientales. Las personas que lo practican son más conscientes del cuidado y la preservación, además que es un principio clave dentro de este modelo de viaje, señala Duvan Sánchez, ingeniero ambiental. En cuanto a los efectos de la pandemia para el medio ambiente, según este experto, “fueron en cierto punto muy buenos, porque los registros globales de emisiones contaminantes mostraron una reducción considerable. Ahora el reto es que en el retorno a la normalidad se mantenga esta dinámica”. Sin embargo, para aprovechar los espacios naturales como puntos turísticos sin que haya riesgos, se requiere una organización especial y que los turistas acaten las condiciones del servicio que contraten. En ese sentido, Darlin Ortiz comenta que la logística depende de los sitios a visitar, la edad de los viajeros, la duración, el acceso y las alianzas de los destinos.
El ecoturismo, por lo tanto, es una manera de viajar más económica, que impulsa el desarrollo económico de los destinos naturales, que muchas veces se encuentran el regiones olvidadas, y supone una explotación sostenible de los recursos. Así, los visitantes pueden contratar agencias o incluso pueden organizar sus aventuras de manera individual. Lo importante es contar con el previo conocimiento de instalaciones para el alojamiento y la alimentación, resalta la gestora ecoturista. Según la Organización Mundial del Turismo el ecoturismo ha tenido un aumento constante del 20% entre 2016 y 2019. A pesar de que en el año 2020, por culpa de la pandemia, se redujera ese porcentaje, el ecoturismo sigue siendo una de las actividades más lucrativas dentro de la industria.
