Los primeros efectos del covid en países como Italia y Reino Unido, con cifras de más de 5.000 contagios diarios durante los meses de marzo y abril, encendieron todas las alarmas en el mundo entero cuando la pandemia apenas comenzaba. Durante ese mismo periodo, Colombia contaba entre 50 y 500 casos diarios. Sin embargo, mientras en Europa disminuía la curva de contagios, Colombia llegó a su pico con más de 8.000 casos diarios, llegando a su récord el 19 de agosto con 13.056 casos en un solo día. Ahora, después de la reapertura en países como Francia y España, los casos aumentaron súbitamente, llegando a contabilizar 52.000 casos cada día.
La segunda ola está amenazando con colapsar los sistemas de salud y suspender la reapertura económica, el continente vuelve a las estrictas medidas de aislamiento. Países como Francia, según cifras de Worldometers, han pasado de 168 mil casos activos en el mes de septiembre, a más de 1.6 millones de casos activos para el 12 de noviembre, y con cerca de 50 mil contagios cada día. El crecimiento exponencial pone en riesgo a todos los países, y a la expectativa de lo que pueda pasar en el resto del mundo. Frente al dramático aumento de casos de contagios en Europa, el Epidemiólogo Harold Lellis del Instituto Nacional de Cancerología, afirma que “el aumento de casos se puede relacionar con el desarrollo de una infraestructura mucho más compacta nos está ayudando a diagnosticar más tempranamente el coronavirus. Hay muchos más casos de coronavirus porque ahora se hacen muchas más pruebas”.
Sin embargo, los estragos de los contagios siguen afectando los países. La economía se ha visto afectada a niveles históricos; para España, según la Encuesta de Población Activa, publicada el 28 de octubre, se reportó que la reducción del PIB será de más del 14%, cifra nunca antes registrada. Esto se suma al 37% de los hogares españoles que no se encuentran trabajando desde la pandemia.
Por otro lado, según cifras del DANE, Colombia experimentó una reducción del PIB del 15,7% para el tercer trimestre, y una tasa de desempleo del 15,8%; esto es 5 puntos más que en el mismo período el año pasado. Para el mes de mayo, a comienzos de la primera ola, la tasa era del 21%. Además, de alrededor de 1,2 millones de personas que perdieron sus trabajos en el mes de septiembre, 951 mil son mujeres. Estos recesos económicos se pueden ver mucho más afectados, como ha ocurrido en España, si la segunda ola del covid-19 golpease al país como está ocurriendo en el viejo continente.
¿Qué medidas está tomando Europa?
Países como Italia, Francia, España y Reino Unido han triplicado los niveles de contagios en las últimas cuatro semanas. Los países comenzaron con medidas leves que no afectaran los progresos de apertura económica logrados hasta el momento, pero luego de no obtener resultados positivos optaron por las medidas estrictas ya conocidas, como el confinamiento obligatorio. Francia comenzó con toques de queda, cese de funcionamiento de los bares, restaurantes y medidas restrictivas locales; sin embargo, a las pocas semanas declaró que esas medidas ya no funcionan e instó a la ciudadanía a volver a sus hogares y sólo salir a realizar actividades esenciales. Países como Alemania e Italia han replicado estas medidas, y el continente vuelve a la cuarentena.
Para el epidemiólogo Harold Lellis, quien ha trabajado en seguimiento epidemiológico, se puede esperar que, para finales de año, con la llegada del invierno en Europa, aumente la gravedad de los síntomas. “El coronavirus es una pandemia muy dinámica, es un virus que no se sabe cómo va a ser su desarrollo a través del tiempo. Entonces podemos prever que en épocas de invierno aumentarán las infecciones respiratorias agudas” afirma.
A pesar de la urgencia y la necesidad de tomar estas medidas con prontitud para evitar un colapso en los países, muchos sectores de la población se niegan a volver al confinamiento. El pasado 26 de octubre estallaron protestas en Italia, las cuales se tornaron violentas en la noche. Varios taxistas, estudiantes, dueños de pequeños locales, bares y restaurantes, y diversos sectores de la población no apoyan el retorno a las antiguas medidas de confinamiento, distanciamiento y acceso remoto. Estos sectores, exigen mantener la flexibilización, para recuperarse de las pérdidas de la primera ola y que en un segundo pico los llevaría a la quiebra.
¿Cómo se debe preparar Colombia?
El ministro de Salud, Fernando Ruíz, explicó el 30 de octubre que Colombia todavía se encuentra en la primera ola de la pandemia, pero que se ha estancado en una meseta de contagios superior a los 7 mil diarios, cifra la cual no parece disminuir. A pesar de la continuidad de contagiados por esta enfermedad, el ministro asegura que se mantiene a niveles controlados, por lo que no es necesario tomar medidas como volver a la cuarentena, sino mantener la reactivación económica cumpliendo protocolos de bioseguridad y evitando aglomeraciones. "Si se llega a dar un rebrote con un pico creciente acelerado, se podría tomar una medida de confinamiento” afirma el ministro.
A pesar de que sostiene que el sistema de salud actual se encuentra preparado para atender los casos que requieran atención médica, ciudades como Bogotá, que cuenta con la mayoría de contagios en el país, registra una ocupación de UCI de más del 61%, de la cual no desciende desde el mes de mayo, según cifras de Saludata.
Para Harold Lellis, Epidemiólogo de la Universidad Nacional de Colombia, se puede esperar un aumento en los contagios para finales de noviembre e inicios de diciembre, esto debido a las festividades de fin de año. “Teniendo en cuenta el desarrollo de la pandemia en Europa, vemos que a Colombia le llega con dos o tres meses de retraso ese mismo pico”, además sostiene que “probablemente para noviembre y diciembre Colombia también experimente este escenario que está experimentando Europa”. Asimismo, afirma que el impacto de la segunda ola de la pandemia dependerá de las medidas de control que tenga el gobierno para generar conciencia preventiva en la ciudadanía.
Según estimaciones del Observatorio de Salud de Bogotá, existe un escenario proyectado en el cual, para finales de año, los casos aumentan exponencialmente, llegando a triplicarse el número de contagios y fallecidos. Frente a este riesgo, Lellis sostiene que esta proyección se da por causa de las festividades de fin de año y el desplazamiento masivo entre las personas. Afirma que “si las personas no tienen el hábito de por lo menos lavarse las manos, utilizar elementos de protección personal, obviamente esta proyección va a ser la que ahí se espera”, por lo que sugiere que “lo importante es trabajar más de la mano con las comunidades para poder generar acciones de autocuidado”.
La prevención y medidas como el lavado de manos son la primera barrera para evitar el aumento de contagios, los expertos en el sector de salud sostienen que son importantes las acciones de política como la cancelación de eventos masivos y la reducción del aforo para evitar el contacto; sin embargo, Lellis sostiene que “la manera indicada no es prohibir que se salga a la calle, que se vea con sus amigos, sino generar ese tipo de pensamiento crítico a la población”.
Además, afirma que no se puede comparar a Colombia con países europeos; las diferencias entre las regiones instan a los gobiernos locales a generar acciones preventivas y de salud para cada región específica, “ahí es el reto del sistema de salud para generar este tipo de acciones que no vayan a llevar a una mayor mortalidad por otros temas relacionados. Hay que recordar que todavía existen enfermedades que vienen relacionadas con la pobreza, enfermedades infecciosas y enfermedades trasmitidas por vectores como el dengue. No todos se pueden quedar en sus casas” sostiene Lellis.