“Siento mucha angustia al estar todo el día encerrada en mi casa desde hace más de 40 días. Hay días que me dan ataques de ansiedad, me desespero porque no duermo bien”, dice Camila, estudiante de quinto semestre de Relaciones Internacionales en la Universidad del Rosario. La alumna, como muchos universitarios, nunca ha tenido algún tratamiento psicológico. No ha sido diagnosticada con algún problema de salud mental, ni tampoco había experimentado ansiedad, pero últimamente ha estado teniendo estas emociones negativas.
Tristeza, angustia y soledad es lo que siente Camila a pesar de estar con sus padres en casa. Como la mayoría de las personas, desde el 22 de marzo, día que comenzó el aislamiento social obligatorio en Colombia, no ve a sus familiares, ni a sus amigos. Han sido muy precavidos y evitan al máximo el contacto físico. Siente angustia al no saber si podrá volver a la universidad el próximo semestre, pues sus padres son empresarios independientes que han tenido que despedir a varios de sus empleados por la falta de ingresos.
De acuerdo a un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), “los trastornos mentales comunes están en aumento en todo el mundo. Entre 1990 y 2013, el número de personas con depresión o ansiedad ha aumentado en cerca de un 50%, de 416 millones a 615 millones”. Según la psicóloga Valentina Álvarez, tener estos síntomas son normales en esta cuarentena que el mundo está viviendo, “el estrés, la ansiedad y la rabia son emociones negativas normales en cualquier ser humano y en esta situación de cuarentena es completamente normal experimentarlas”.
Juliana Ojeda, coordinadora del programa de psicología de la Universidad del Rosario, añade que muchas veces no utilizamos bien los conceptos. “Decimos que estamos deprimidos, pero no es que yo este deprimido es que estoy triste y es normal”.
Teniendo en cuenta que la socialización se ha limitado, esto puede desencadenar en síntomas de ansiedad y de depresión temporales. La virtualización ha sido un reto para los estudiantes como para las universidades y los servicios de apoyo que estas ofrecen. Vale tener en cuenta que ninguna de las tres universidades (Los Andes, la Javeriana y la del Rosario) ha cancelado sus servicios. Sin embargo, al no haber contacto personal, el apoyo psicológico sigue vigente y ha sido un reto grande.
Antecedentes de depresión
A diferencia de Camila, Juan José, un estudiante de la Universidad de los Andes, ha tenido experiencias depresivas en el pasado. No pudo viajar a su ciudad natal, se quedó solo en Bogotá y esto hace que sus síntomas se incrementen. Tiene miedo de volver a caer en depresión. La Universidad de los Andes ofrece doce servicios a sus estudiantes que van desde el cuidado emocional y físico hasta la empleabilidad virtual. Las redes sociales y las líneas de emergencia también son utilizadas como un mecanismo para apoyar a su comunidad en las que tocan temas de cuidado emocional.
Su Universidad le ha ofrecido atención psicológica virtual, sin embargo, Juan José afirma que lo único que lo ayudaría sería estar con su familia en este momento. “No me genera mucha confianza las ayudas psicológicas que ofrece la universidad, prefiero seguir con mi psicólogo particular”.
La importancia de la red de apoyo
La red de apoyo de Juan José como de Camila son sus amigos con los que hablan todos los días por chat o videollamada. Carolina Velásquez, coordinadora de psicología de la Universidad Javeriana recomienda que si los estudiantes han tenido o tienen un diagnóstico de depresión o ansiedad es ideal seguir con el tratamiento para evitar que los síntomas se incrementen. También aconseja que lo más importante es tener una red de apoyo activa.
“Cuando hay un trastorno es porque no se buscó ayuda temprana o porque la situación fue tan desadaptativa que hizo que no se tuvieran las herramientas para afrontarla”, explica Juliana Ojeda, aunque también comenta que depende de las relaciones sociales que tenga el individuo.
Debido al estigma, muchas personas no buscan tratamiento para la salud mental. Solo el 44% de los adultos con diagnóstico recibe este tratamiento, de acuerdo a un informe de World Health Organization. En Colombia una de cada diez personas adultas y el 12% de los adolescentes presentan algún problema de orden mental, según los datos de la Encuesta Nacional de Salud Mental (ENSM).
Red de apoyo universitaria
A pesar de que todos los servicios médicos y psicológicos que ofrecen las universidades están respaldadas por el Ministerio de Salud de Colombia, no muchos universitarios usan estos mecanismos como ayuda. En el caso de la Universidad del Rosario, sólo 394 estudiantes de 13 mil han pedido ayuda psicológica en el centro educativo desde que comenzó el confinamiento.
De acuerdo con el Consejo Estudiantil de esta universidad, muchos estudiantes de primer semestre no saben a dónde acudir cuando tienen este tipo de problemas. Los estudiantes con el tiempo se dan cuenta de las ayudas que ofrece su universidad. Aun así, Juliana Ojeda, coordinadora de psicología de la Universidad del Rosario señala que la inasistencia bajó un 20% desde que están en la virtualidad pues, “los jóvenes realmente necesitan a alguien con quien desahogarse en estos momentos”.
Líneas de apoyo
La virtualización ha hecho, paradójicamente, que las atenciones de manera virtual sean más accesibles para los estudiantes. Asimismo, se han abierto espacios grupales en los que pueden compartir talleres y demás actividades. Una de estas son las “Arteterapias” para estos estudiantes que ven el arte como un tipo de sanación y relajamiento. Otra alternativa a la que le han apostados estas universidades ha sido el apoyo entre pares. Este mecanismo consiste en que los estudiantes se ayuden entre ellos mismos con la capacitación del centro de psicología de cada universidad. De esta manera, los estudiantes que requieran este servicio se sienten más a gusto y más identificados que cuando lo hacen con un profesional.
Las tres universidades mencionadas han optado por tres líneas de atención que son las sesiones individuales, grupales en donde se realizan talleres y charlas sobre distintos temas como la alimentación, el sueño, la convivencia y demás. Las redes sociales como Instagram y Facebook son los medios en los que publican contenidos más generales sobre las ayudas que ofrecen. Las universidades están trabajando con la colaboración de todos sus centros para dar un apoyo de salud mental completo a sus estudiantes, como lo indica Carolina Velásquez, coordinadora de psicología de la Universidad Javeriana. Además, " la PUJ no ha pensado solamente en su comunidad, sino también en la sociedad por lo cual encuentran espacios de acceso libre”.
Efectividad
A pesar de que los centros universitarios mencionados siguen trabajando para brindar un apoyo de salud mental a su comunidad, muchos de sus estudiantes no acuden a estas ayudas ya sea por falta de confiabilidad o porque no saben cómo llegar a ellos. Sin embargo, en esta realidad de aislamiento obligatorio sí es necesario un apoyo psicológico. Para la psicóloga Valentina Álvarez, “las personas deberían ir a psicólogo siempre, es la mejor inversión a largo plazo. Estamos hablando de salud mental, la relación que tienes contigo mismo”.
Como es muy reciente este nuevo sistema de virtualización, las instituciones de educación superior no poseen datos sobre si ha aumentado la demanda de estudiantes que requieran ayuda psicológico o no.