A María Alejandra Marín su pasión por los deportes se la inculcó su madre, quien desde muy temprana edad le recalcó la importancia de cuidar de su cuerpo y su salud mental. Antes de dedicarse al vóley practicó varios deportes, entre esos: natación, patinaje y fútbol.
Un día su prima más cercana la invitó junto a su hermana al equipo de Voleibol en el que jugaba; de las tres, María Alejandra fue la que se enamoró del deporte gracias a que según ella “es una disciplina muy femenina y con poco contacto físico”
Ha jugado en el exterior en ligas profesionales en Brasil, Argentina, Francia y en la más reciente temporada, en Suiza, con el equipo VFM, con lo que adquirió más experiencia en el continente europeo. Es estudiante de séptimo semestre de Administración de Empresas, y alguien aposesionada por entender los temas de bienestar físico y mental.
En entrevista con Plaza Capital, la capitana de la Selección Femenina de Voleibol en Colombia habla sobre los retos que tiene que afrontar la selección colombiana antes de ir a su primer mundial en los Países Bajos a mitad del próximo mes de septiembre para disputar su primer partido con la selección de Japón-
María Alejandra confiesa que su sueño más grande como jugadora de voleibol es dejar un legado en el que las chicas que quieran ejercer el voleibol puedan jugarlo de forma profesional y ganar dinero por jugarlo. Esto reforzando la idea de que las mujeres en este momento lideran el deporte colombiano.
¿Cómo tomó su familia la decisión de practicar el voleibol como proyecto de vida?
Mi madre y padre desde el inicio me apoyaron, pero el resto de mi familia quizás no lo aceptaron al principio porque vengo de una familia estudiada. Entonces, ver que María Alejandra estaba posponiendo sus estudios, generó un golpe fuerte, comentarios tales como “¡De eso no vas a vivir!” y “Tienes que buscar que estudiar”. Uno va entendiendo que así es como nos han criado y cuando hacemos algo distinto siempre genera cierta incomodidad. Al final entendieron que yo podía estudiar de manera virtual.
Colombia pasó al Mundial de este año, ¿Cuándo se tiene pensado su reunión y la preparación en equipo?
Nosotras tenemos fecha de retorno a la selección para la primera semana de junio. Ahí empezaremos la concentración de ahí en el mundial. Muchas terminamos la temporada en nuestros respectivos equipos del exterior y en vacaciones el voleibol pasa a un segundo plano. Tenemos torneos previos al mundial que son fundamentales para trabajar el engranaje del equipo Por eso, es prepararnos para lo que se viene física y mentalmente
En su clasificación al Mundial, en las transmisiones se destacó por su motivación y entusiasmo sin importar el marcador, ¿cómo hace una deportista para mantenerse en buen estado anímico?
En los momentos difíciles es muy fácil echarle al agua sucia a las que nos estamos equivocando. En cambio, sonreír a las dificultades, tratar de darle una cara distinta es lo que siempre trato con mi equipo. A pesar de que nos conocemos mucho, yo creo que eso juega a favor o en contra. Ellas me ven sonriendo todo el tiempo en la cancha, pero cuando estamos afrontando un mal marcador, me dicen: ¿De qué te estás riendo si vamos perdiendo? (se ríe)
Yo creo que la sonrisa y la forma de ver las cosas cambian los momentos. Si estamos pasando un mal momento como, por ejemplo, cuando perdimos nuestro partido contra Perú durante el clasificatorio al mundial fue muy duro para nosotras a nivel mental. Pero yo era la que decía: ¡Nosotras podemos! ¡Nosotras lo vamos a lograr! ¡Todavía nos falta el partido con Brasil y Argentina!
¿Siempre mantuvo ese mismo pensamiento desde que empezó a jugar en la Selección?
No, fue hace cuatro años cuando perdimos nuestro primer juego contra la selección de Argentina. Yo lloré muchísimo, me predispuse a perder. En ese entonces se nos fue de las manos la oportunidad de clasificar al mundial. Mientras que, en la última clasificación, la manera en que yo afronte la derrota contra Perú fue muy distinta. Siento que los pensamientos son energía y eso se vio en el resultado: nuestra primera clasificación al mundial.
El trabajo en conjunto con el psicológico, los médicos, el entrenador (Antonia Rizola), el staff técnico y las jugadoras compenetro de la mejor forma. Hay días en los que uno tiene que asumir que uno no está bien, pero son más los días buenos que los malos. Por eso, mi rol en el equipo es dar lo mejor de mí y poner la mejor cara.
Gracias al buen desempeño que mostró Colombia, los medios de comunicación se han interesado en visibilizar más este deporte, ¿cree que se ha dado suficiente cubrimiento?
Creo que el voleibol es más visible a nivel nacional, los medios de comunicación están cada vez más pendientes para saber qué pasa con nosotras. Quizás no como el fútbol, que es el primer deporte aquí en Colombia y en el mundo con más vistas. Sin embargo, nosotras vamos por el buen camino. Aquí en Colombia pasa algo, si tu no ganas, pues no existes.
Yo he estado en la generación en que el voleibol en Colombia no era nada, no ganábamos nada e íbamos a los torneos solo a llenar un espacio, ir por participar. Hoy en día, vamos realmente a competir, a posicionarnos en el pódium. Mientras más demos resultado, los medios de comunicación visibilizan más el voleibol femenino. Mi sueño es que el voleibol femenino en Colombia se convierta en el primer deporte en conjunto para las mujeres en Colombia.
Supe que, durante la pandemia, los deportistas tuvieron una iniciativa en Instagram, “Trabajemos en equipo” para interactuar más con el público y fomentar el voleibol, ¿eso siguió en pie?
¡Claro que sí! Todos los jugadores queríamos que la gente siguiera viendo el voleibol como uno de sus deportes favoritos, esa fue una de las opciones que encontramos para interactuar con el público. En este momento, este proyecto paró porque las medidas de la pandemia fueron disminuyendo, ya se nos dificulta porque todos volvieron a sus trabajos, a sus estudios o a jugar una temporada en equipos del exterior donde el cambio de horario dificulta agendar un encuentro.
Este espacio era una manera de que las personas interactúen con nosotros y conocieran a la persona detrás del deportista. Como yo he dicho, el público es nuestro séptimo jugador en la cancha. Nuestro mayor objetivo era darle una palmadita a los dirigentes de la federación para hacerles saber que los deportistas estamos apoyando el deporte, pero que necesitamos que pongan de su parte para formar una liga profesional de voleibol.
Siguiendo con la idea de la persona detrás del deportista, ¿quién es María Alejandra cuando no está en la cancha?
Me apasiona la administración. Soy estudiante de administración de empresas de séptimo semestre. Me encanta bailar, leer sobre liderazgo, inteligencia emocional, y me apasiona la nutrición, el arte de aprender a comer bien. Pero amo pasar tiempo con mi familia ¡Soy una persona muy familiar
Hablando de familia ¿Cómo es su relación con Antonio Rizola y sus compañeras de selección? Entrenamos para realmente ganar. El lenguaje del voleibol es uno solo. Lo fundamental de un equipo es crear una familia. Nosotros hemos creado eso. No hay individualismo. Y nos conocemos tanto que, como en una familia siempre está, la extrovertida, la que prefiere estar sola, la que es más sería, una variedad de personalidades. Es entender que no todos somos iguales, y eso hace maravilloso el equipo y lo suficientemente fuerte para considerarlo una familia (se ríe)
¿En qué ligas del exterior le gustaría jugar?
¡El país de mis sueños donde me encantaría jugar es Italia! Siento que la liga es fuertísima, una de las mejores del mundo. Ya tuve la oportunidad de hacerlo en Brasil, jugar contra campeonas olímpicas, jugar con una campeona dentro de mi equipo. Turquía también se ha puesto en el radar como otra de las mejores ligas. Esos son los dos países donde me gustaría jugar y vivir la experiencia.
¿Cómo el voleibol la ha ayudado a cambiar su visión de la vida?
Es normal que todo deportista tenga momentos buenos o malos, ya sea física o mentalmente. Si hay algo que el voleibol me ha enseñado es manejar las emociones negativas y convertirlas en pensamientos positivos. Los pensamientos a uno lo transforman. Además del compañerismo y la disciplina, cuando eres disciplinado lograrás cosas grandiosas en tu vida.
¿Qué mensaje daría a todas aquellas niñas que sueñan con jugar en la selección femenina de voleibol?
El talento sin trabajo no es nada. Así suene muy cliché, mientras nosotras luchemos por nuestros sueños y eduquemos a nuestros pensamientos para atraer de forma positiva lo que queremos. Si tú lo crees, lo creas. Es dejar las excusas a un lado y decirte mil veces a ti misma que sí puedes. (sonríe)