Algunas personas han intentado buscar una forma de adelgazar fácilmente y sin esfuerzo, pensando que al consumir algún tipo de producto mágico lo podrán lograr. Luisa Morales, consumidora y vendedora de pastillas adelgazantes, dice que cada tarro contiene 30 pastillas y tres funciones que son adelgazar, tonificar y energizar. El resultado que se puede obtener es muy variable porque depende de la constancia y el metabolismo de la persona que lo consume.
Ella comenta un inconveniente que tuvo con la efectividad del producto. Una cliente se tomó por dos meses las pastillas y le redujo el apetito, pero suspendió el consumo por un mes y cuando lo retomó había adquirido nuevamente su peso y no volvió a ver sus beneficios. Estos casos se han incrementado por la prohibición de Zero Xtreme y sus ‘efectos de rebote’ con síntomas como mareo, vómito y taquicardia, las personas ha sentido desconfianza para adquirir el producto.
Según Luisa, para ser vendedora no exigen como requisito tener buen cuerpo pero la buena imagen es lo recomendable. Se podría decir que sí se exhibe una publicidad engañosa, puesto que, las distribuidoras son, en algunas ocasiones, modelos que tiene un cuerpo trabajado con anterioridad o han acudido a alguna cirugía estética, vendiendo así una imagen del cuerpo perfecto gracias a la eficacia de las pastas.
Aunque no todas las vendedoras aceptan su falta de eficacia. Laura González, distribuidora de pastillas adelgazantes Ultra ZX, dice que nunca ha tenido ninguna irregularidad o problema. Resalta que los documentos con el Invima están en regla y poseen testimonios que afirman la efectividad del producto.
Por otro lado, Mabel López, médica de la Fundación Santa Fe, afirma que las pastillas adelgazantes no son ni efectivas ni saludables porque causan un efecto engañoso al evacuar solo líquidos y al encapsular las grasas, impidiendo así la absorción de los alimentos ocasionando daños en órganos del cuerpo como hígado y riñones.
Andrea Pabón, consumidora de las pastillas adelgazantes, comenta que estos productos logran quitar la ansiedad de comer alrededor de tres semanas. Pero luego, entra la necesidad de recuperar lo que dejó de comer presentando así un aumento de peso repentino.
En su caso, las consumió por 30 días y le generó dolores de cabeza y una crisis de ansiedad que la hizo recuperar el peso inicial. “Considero que todas estas pastas tienen los mismos componentes, de momento son buenas pero al pasar el tiempo generan un efecto nocivo para el cuerpo. Dañan tu metabolismo y altera los nervios”, afirma Andrea.