Cómo ser resiliente después de padecer un cáncer de mama

Lunes, 05 Octubre 2020 15:48
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“Hay que seguir porque tenemos un propósito, yo soy fiel creyente que todos tenemos un propósito.” Diana Atehortua, administradora de empresas, se radicó en Australia durante siete años, donde sufrió cáncer de seno. A causa de la pandemia se devolvió al Quindío, donde actualmente se encuentra dirigiendo la fundación Lazo Rosa Quindío. 

Diana Atehortua||| Diana Atehortua||| Imagen cedida por la entrevistada|||
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La historia de Diana hace un acercamiento hacia la resiliencia, una herramienta muy importante que les da la capacidad a las personas de levantarse sin importar la adversidad que están viviendo. Ella nos cuenta su proceso con el cáncer, y cómo la resiliencia le ayudó a salir adelante. Además nos habla de cómo esta les puede ayudar a todas las personas en su día a día. 

¿Cómo es tu trabajo en Lazo Rosa?

Hace unos meses sentí ese llamado absoluto de servir, soy sobreviviente de cáncer de seno, y que más que servirle a una población similar a lo que yo tuve, la fundación me ha dado esta oportunidad de servir. Ahora estoy recaudando recursos para la fundación como directora, tratando de vincular a voluntarios, trabajando para que la fundación tenga más acceso a todo el tema de redes sociales, en ese trabajo estamos.

¿Cómo fue tu proceso con el cáncer? 

Estaba en Australia sola, un día haciéndome el auto examen sentí algo diferente en mi seno izquierdo, la verdad me confíe, pensé que era joven, esto no es para mí, así que simplemente lo ignoré. La masa siguió creciendo y después de tres meses decidí ir al doctor, al ver la cara de los doctores supe que algo estaba pasando. En este momento, empezó una nueva etapa de mi vida, porque es una confusión muy grande cuando te dicen que tienes cáncer.

Lo primero que se te viene a la cabeza es que te vas a morir y no sabes que en realidad se puede salir adelante de esta enfermedad. 

A partir de esta situación, ¿qué cambios ocurrieron en tu vida?

Muchísimos, primero los cambios a nivel emocional fueron muy similares a los de un duelo, pasé por etapas de negación, de enojo, hasta que llegué a esa etapa de aceptación y me di cuenta que era una realidad que tenía que enfrentar. Supe que físicamente iba a haber muchos cambios también, cuando ya empecé mi primera quimioterapia es muy rápido el efecto en el cabello y es un poco doloroso e incómodo. Ese fue un cambio importante, verme a mis 30 años donde uno goza de la juventud y la belleza, y verme absolutamente calva me generó angustia. Bueno de aquí para allá se empiezan a ver cambios en la piel, en las uñas, son efectos secundarios difíciles de llevar. 

¿Para ti qué es la resiliencia? 

Yo pienso mucho en esos días en que la quimioterapia no me dejaba dormir por los dolores que genera, y para mí esa palabra (resiliencia) yo le puedo hacer una analogía con una buena noche de sueño. Disfrutaba tener una noche de sueño, que no lo hubiera pensado antes, pues era tan simple para mí el irme a dormir y descansar ocho horas. En esta ocasión, fue una de las cosas más importantes que sentí, porque como no podía dormir bien esos pequeños días en donde sí podía dormir y me levantaba feliz, para mí eso es resiliencia. Levantarme y decir lo logré, estoy disfrutando de algo tan pequeño como dormir, como sentirme viva y sentir que cada día tengo una nueva oportunidad.

Para mí el significado de esa palabra es contar desde mi propia historia que sí se puede, que se pueden lograr cosas, te puedes parar y puedes seguir, y después te puedes volver a caer pero sigues, porque ya tuviste estas etapas tan difíciles en tu vida que te demostraron que lo único que realmente necesitas para ser feliz es tener salud y ganas. 

¿De qué manera crees que la resiliencia puede ayudar a las personas en momentos difíciles, como los que se están viviendo ahora?

Yo pienso que es esas ganas de dejar huella, de hacer algo por los demás, y sentir esa capacidad de servir. Yo creo que esa resiliencia nos tiene que ayudar no solamente a nosotros, sino a nuestra comunidad. Nosotros tenemos esa capacidad de ayudar al otro cuando esa persona no está en su mejor situación de vida, porque me pudo haber pasado a mí también que no estaba en mi mejor situación y otra persona me ayudó. Yo creo que es como una cadena, una frecuencia en la que todos vibramos y en la que tenemos que vibrar alto. Especialmente en el tema de la pandemia, porque es un tema de positivismo, de responsabilidad civil, de cuidarnos entre todos, pero también de seguir adelante. 

¿Tú crees que la resiliencia puede traer cambios importantes a la vida de las personas?

Sí, porque es esa capacidad de levantarse, y de ver a través de las adversidades, y de sacar algo bueno a pesar de las adversidades. Por ejemplo, “yo perdí mi cabello y al sentir el agua en mi cabeza fue una sensación de libertad”, entonces es simplemente cambiar ese chip de que la felicidad o el sentirte realizado es tener un trabajo, tener dinero, tener todas las comodidades, y no, porque hay muchas personas que en capacidades económicas vulnerables son felices, o logran salir adelante y logran levantarse.

En la fundación, he visto muchos niños con cáncer, y es increíble ver que en esas condiciones económicas tan precarias los padres logran levantar a sus hijos con cáncer, porque tienen ese sentido de luchar y no dejar que la otra persona caiga, de seguir adelante. Pienso que es algo que tenemos que cultivar más, claro que nos puede doler una situación pero hay un momento en el que tenemos que hacer ese click, hay que pararnos, hay que seguir. Hay que seguir porque tenemos un propósito, yo soy fiel creyente que todos tenemos un propósito, y creo que la resiliencia es eso, lo que nos hace seguir adelante para poder llegar a cumplir ese propósito en algún momento. 

Desde tu historia de vida, ¿qué consejo le darías a un joven que está pasando por un momento difícil?

El tiempo es un gran aliado, yo les diría que sean pacientes, que esperen, que traten de tener esa conexión con su familia y con sus amigos. No hay que dejar que todas esas adversidades se apropien de tu día a día, haz ese viaje que soñaste, comprate esa cosa que soñaste. Muchas veces nos cohibimos de esas cosas por un montón de estigmas, pero pienso que los jóvenes tienen la capacidad de lograr todo lo que se propongan. 

¿Qué crees que es lo más importante para salir adelante de una adversidad? 

Lo más importante es tener esperanza de que esa adversidad me trae un propósito diferente a mi vida. Seguramente yo no estaría ayudando a más pacientes con cáncer si no me hubiera dado cáncer. Suena muy difícil de decirlo, nunca imaginé que yo pudiese decir esto, pero esa enfermedad despertó en mí el poder de ayudar a otras personas con cáncer. Entonces si ves que hay propósito, que todo tiene una razón de ser, y seguramente yo no estaría en la fundación y con esta necesidad de servir y de ayudar a otro paciente. Es super importante darse cuenta de que cualquier adversidad en algún momento nos enseña tanto que logra que cumplamos ese propósito de vida que tenemos.

Todas las adversidades nos educan para poder cumplir el propósito, y uno no las entiende, uno siente rabia o te crees desafortunado, pero en algún momento llegará esa claridad de que de esa adversidad usted va a salir, porque no hay mal que dure mucho tiempo, y esa experiencia y eso que aprendiste de esa adversidad seguramente te va a ayudar a ser una persona más fuerte y resiliente.