A veces no lo comprendo, llevo días sin salir al parque y en mi familia se preocupan cada vez que ponen las noticias. ¿Por qué no les gustan las canciones infantiles como a mis amigos y a mí? Deberían ver cómo me divierto con ellos cuando llega el profe Kike a cantar con su guitarra. Solo que últimamente no los he visto, y tampoco a los otros profes ni a mi papá. Mi mamá dice que él no se alcanzó a devolver cuando nos mandaron a cuarentena, y que la policía no nos deja asomarnos ni a la tienda; pero yo no le entiendo.
Además de eso, extraño ir al colegio, creo que me he perdido como unos doscientos recreos. Mis primos tampoco han vuelto a estudiar, y mi mamá hace rato que no madruga. Para mí, las cosas se pusieron así desde que llegó mi hermano, pues nos contó que en Bogotá la gente no quería ni tocarse, y que las personas estaban quedándose en casa. Creo que debió afectarle, porque esta mañana lo vi hablando con el computador y me dijo que estaba estudiando, pero no lo vi usando uniforme.
De cualquier manera, ya no quiero estar aquí. Estoy aburrido de correr por la terraza, y hace días que no voy a la cancha; mis juguetes también lo están. Hoy se me han acabado las historias para contarles, y al parecer, lo han notado. Es que esto es confuso para mí, no sé qué más hacer para que todo esto termine. Tal vez mañana, ya nos dejen salir.