Luz Mary Gómez, de estatura baja y contextura gruesa, fue abandonada por su madre cuando tenía 16 meses. Desde joven tuvo que empezar su vida laboral para mantener a los tres hijos que concibió cuando se escapó de su hogar. Construyó como pudo una casa en Palocabildo, Tolima, donde vivía con su familia.
A pesar de que pasaba necesidades, nada se comparó con el peso que se le vino encima cuando llegó la violencia. En el 2005 se vio obligada a desplazarse a Bogotá por amenazas de paramilitares. Más de 310 mil personas se han visto obligadas a desplazarse forzadamente en el Tolima, según números de la Unidad de Víctimas. Desde entonces, no ha sido reparada por los diferentes daños que le causaron los violentos, incluyendo violencia sexual.
Plaza Capital habló con ella para retratar uno de los tantos rostros que personifican el desplazamiento forzado en Colombia.
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