En San Mateo las abejas recolectan algo más que el polen de las flores, toman de las hojas y del tronco de los robles andinos, árboles representativos de los departamentos de Santander y Boyacá, una sustancia con altos porcentajes de minerales y azúcares, para generar una miel más espesa y oscura a la que se le denomina mielato
Ramón de Jesús Galvis Rodríguez es la persona al mando de la Asociación de Apicultores y Criadores de Abejas en Boyacá, ASOAPIBOY. Esta ha identificado que las abejas recogen de los troncos los azúcares que los áfidos, una especie de insecto, extraen de la savia del roble. Luego, como cualquier otra miel, las abejas la procesan en los panales. Actualmente, mediante el aprovechamiento del mielato se realiza el hidromiel. Don Ramón explica que esta es una bebida que requiere de una levadura para fermentar y a la que se le agrega agua, polen y mielato. Asimismo, él aclara que la producción y las características de cada roble definen sabores únicos al igual que el resultado de una cosecha de uvas en los vinos.
El hidromiel de mielato de roble es un licor único en el mundo, por su consistencia, su color, su aroma y su sabor. La ASOAPIBOY en conjunto con investigadores y estudiantes de la Universidad Nacional, montaron una planta pequeña de producción en la cual se crea este producto y se revisa su calidad. En este momento su fabricación está en fase experimental, todavía no se tienen ni las licencias, ni los dineros necesarios para comercializarlo, agrega con una voz de incomodidad Ramón Galvis.
La elaboración del mielato es más costosa que la de la miel, puesto que implica unos tiempos diferentes al jarabe normal. Además, es común que durante el proceso se llegue a perder casi un 30 por ciento en la recolección porque se queda pegado en los panales. Por tanto, la producción del hidromiel está condicionada por el rápido procesamiento que requiere el mielato.
Lo que hace tan especial a este hidromiel, es que promueve la conservación de los robles andinos. Para los apicultores de 11 municipios de Boyacá y Santander, se ha convertido en una misión proteger la deforestación de estos árboles, porque son la materia prima de la miel más rica de la región. Debido a esto se le concedió uno de los seis puestos finalistas en el concurso ‘A Ciencia Cierta Bio’ patrocinado por Colciencias. Según Ramón Galvis esto constituye una oportunidad para mejorar la iniciativa y hacer viable el comercio del hidromiel de mielato de roble, si se obtiene el premio mayor: 20 millones de pesos.