A pesar de que el aborto en Colombia solamente es legal en los tres casos aprobados por la Corte Constitucional (violación, malformación del feto y riesgo de la vida de la madre), comprar pastillas abortivas sin tener la formula médica que exige la Ley es posible debido una serie de páginas en internet que las ofertan y que además, entregan a domicilio.
Plaza Capital habló con una joven universitaria que al quedar en embarazo y no poder adquirir el Cytotec de manera legal porque su caso no correspondía a los aprobados por la corte, lo compró de manera clandestina. “Tenía más de un mes de embarazo y recordé que a mi novio le habían contado de unas pastillas que funcionaban porque una amiga ya las había usado. Consideré seriamente tenerlo pero sabía que si no abortaba tenía que dejar la universidad y después sería muy difícil retomarla. No fue nada fácil, pero tenía que decidir rápido porque no podía dejar que pasara más tiempo, entonces, sin saber cómo funcionaban y confiando en que nadie se enteraría, decidí buscar el famoso Cytotec”.
Según ella, solamente tuvo que escribir “pastillas abortivas Bogotá” en internet y así aparecieron varios portales que aseguraban venderlas sin ninguna restricción. Ofrecían la dosis necesaria para inducir un aborto de un mes de gestación por $80.000 pesos y lo entregaban personalmente en un par de horas en Bogotá.
La universitaria cuenta que el proceso fue muy sencillo pues solamente tuvo que llamar y acordar una hora y un lugar para efectuar la transacción. No tuvo que presentar ninguna fórmula médica ni denuncio que certificara que podía comprar el Cytotec y simplemente respondió cuánto tiempo tenía de embarazo para recibir la dosis que el vendedor consideraba adecuada. Después, el vendedor le explicó la manera de suministrarse la dosis y le advirtió que el fármaco le produciría un fuerte sangrado que solo podría tratar tomando acetaminofén para el dolor. Además, le dijo que esa era la reacción normal del cuerpo y que por tanto no era necesario recurrir a una clínica.
Tras conocer el caso, Plaza Capital investigó y contactó a un vendedor de dichas paginas, quien señaló que como “no todo el mundo tiene la posibilidad jurídica y médica para poder disponer de su cuerpo y de lo que hay dentro de él”, lo que ellos hacen es facilitarle a las personas la posibilidad de abortar cuando no pueden hacerlo, aun siendo conscientes de que lo que hacen es ilegal.
Juan Carlos Vargas, asesor científico de Profamilia, dice que el suministro equivocado en la dosis de Cytotec es lo que hace peligroso este tipo de abortos, pues cuando se hace bajo supervisión médica, el riesgo solamente es del 1%. Este peligro se suma al hecho de que las mujeres no recurren a un centro médico para ser atendidas por miedo a pagar una condena que va de uno a tres años de cárcel según la Ley colombiana.
Catalina Ruiz-Navarro, asociada de la fundación pro-aborto Women's Link Worldwide, organización que estuvo vinculada en la despenalización parcial del aborto en 2006, indicó que es importante que el uso del Cytotec se dé bajo supervisión médica y opina que “hay que legalizar el aborto totalmente y acabar con el mercado ilegal que puede generar usos peligrosos”.
En Colombia, se practican aproximadamente 400.000 abortos al año y solamente 121.000 están dentro de los tres casos despenalizados. En América del Sur, 30 de cada mil mujeres (de entre 15 y 45 años) abortan por año, a diferencia de Holanda, donde la práctica es legal y la cifra es de 8 por cada mil.
Para las organizaciones pro aborto, la ilegalidad dificulta la prevención de prácticas riesgosas como la venta “libre” de Cytotec por internet. Este tipo de organizaciones insisten que en países como Holanda, China, Francia y Hungría el aborto es legal y representa una práctica menos riesgosa que un tratamiento con Penicilina; mientras los detractores de la despenalización plena señalan que esta medida aumentaría los casos ya que sería usada como un método anticonceptivo.