Para los aficionados a bailar tango, llamados popularmente milongueros, la experiencia emocional y física que produce el encuentro en el abrazo con la pareja, hace que con el tiempo dicha práctica sea tan significativa en su rutina, hasta que se convierte en un estilo de vida.
Para ellos, el tango es un universo complejo que trasciende a la acción de bailar o de escuchar música, es una actividad introspectiva y transformadora que nace en las pistas de baile, manteniéndose viva permanentemente dentro de sus hábitos cotidianos.
Este trabajo de investigación y documental audiovisual, pretende indagar en la experiencia emocional que produce el abrazo del tango a partir de las historias personales de tres bailarines, intentando identificar las particularidades de esta actividad y respondiendo a las pregunta de por qué las personas que se involucran con el baile del tango consideran que esta práctica les cambió la vida.
Las historias se enmarcan en Bogotá, ciudad que se ha posicionado en la última década como la más milonguera del país, es decir, la de mayor cantidad de reuniones públicas destinadas a bailar tango, milonga y vals argentino. Donde han surgido destacadas parejas de bailarines profesionales que representan a la ciudad en diferentes certámenes nacionales e internacionales, obteniendo títulos de relevancia a nivel mundial.
Más sobre la producción
“Una Emoción” es un documental periodístico, de tinte reflexivo e íntimo, que se desarrolló a lo largo de tres años, y para el cual se hizo seguimiento con cámara a los protagonistas en los eventos de tango más relevantes del país, tanto en Bogotá, que es el epicentro de la historia, como en Cali, Medellín y Manizales. Lo anterior con el fin de capturar su espontaneidad, tanto en los escenarios como en los camerinos y en su cotidianidad.
Además, para ilustrar de manera realista las distintas narraciones de estos personajes, se recuperaron imágenes de archivo de diferentes décadas, dentro de las que se destacan locaciones internacionales como Buenos Aires y Tokio.
En cuanto al tratamiento sonoro, se construyó privilegiando el sonido diegético de las canciones que se bailan durante las numerosas secuencias de acción filmadas, con lo cual se procuró destacar la riqueza del tango como género musical al usar un amplio espectro de orquestas y estilos, en vez de elegir una banda sonora específica para tal fin.
Adicionalmente, el montaje de las piezas audiovisuales se organizó de manera intencional para que las imágenes coincidieran con el contenido argumentativo de las entrevistas, en el momento en que estas intervienen; de modo que ayudan a ilustrar las ideas allí planteadas y forman coherencia rítmica, logrando que la música se convierta en un elemento de la composición y no solo en acompañamiento o ambientación.
La dirección, producción, investigación, cámara, realización y edición del documental estuvieron a cargo de Adriana Carolina Leal Acosta, egresada del programa de Periodismo y Opinión Pública de la Universidad del Rosario.