La famosa saga de Harry Potter, es creada alrededor de un ambiente de hechizos, pociones y escenarios que cuentan las aventuras un niño huérfano quien descubre que es mago y tiene que pelear contra el asesino de sus padres. Esta franquicia, ha vendido para el 2018 alrededor de 500 millones de libros y ha ganado 7.700 millones de dólares con sus películas (24 billones de pesos colombianos aproximadamente).
Parecido al famoso Caldero Chorreante de Londres, el cual narra la autora J.K Rowling dentro de la saga, surge en Bogotá Momento Incantatem con el objetivo de fascinar a sus visitantes y trasladarlos al mundo mágico.
Para los conocedores de la famosa saga, el nombre de Caldero Chorreante no es inusual. En ficción, es un pub amigable para los magos en el Reino Unido, el cual sirve como entrada al tradicional callejón Diagon, mágicamente invisible para los muggles o personas sin magia.
Con su fachada, Momento Incantatem despista a los muggles, ya que al pasar se distraen por el local de empanadas que hay en el primer piso o por las tiendas de artículos decorativos hechos en vidrio. Para los seguidores de la saga es fácil identificar al lado de su puerta, un marco de madera semejante a los decretos ministeriales de la malvada Umbridge, uno de los personajes más siniestros de la historia.
Cada decreto que emitía se debía cumplir sí o sí. En este caso, el café advierte de los horarios y servicios que ofrece el mágico lugar. Cada día, de lunes a jueves, atienden desde las 10 de la mañana hasta las 8 p.m.; el viernes y sábado hasta las 9 p.m.; el domingo hasta las 5 p.m. y los festivos no hay servicio, excepto con previo aviso.
En la entrada, se asoma un pasillo lleno de letreros de los magos más buscados, haciendo alusión al oscuro Callejón Knockturn, guarida de los malvados. Desde los avisos “Se Busca” de personajes como Sirius Black, New Scamander, o Belatrix Lestrange –que en el libro, tuvieron problemas con la justicia-, hasta el legendario poster del “Indeseable Harry Potter”, papel que se repartió cuando Voldemort, el malvado de la historia, tenía el poder del gobierno británico.
Al frente, otro muro con decoraciones de pequeñas arañas hace recordar, en el libro de Harry Potter y La cámara de los Secretos, una escena icónica del guardabosque Hagrid. Él se ve en aprietos y les encarga una misión a los protagonistas, Harry Potter y su amigo Ron Weasley. “Si alguien estuviera buscando cosas, lo único que tendría que hacer es seguir a las arañas. Eso lo llevaría al lugar. Eso es todo lo que tengo que decir”. Efectivamente, al seguirlas, se halla una estrecha escalera de caracol que lleva al café Momento Incantatem.
Mesas de madera de color marrón muy oscuro combinado con el color azabache del techo hacen de este café temático un lugar acogedor para cualquier visitante. Cuadros, figuras de Lego, libros, disfraces, todo tipo de artilugios para que los magos y brujas disfruten su estadía.
Al dar unos cuantos pasos por el acogedor y ruidoso salón, parecido al ambiente característico de la sala común de Gryffindor, la casa de los valientes, nos reciben dos camareros. Ellos explican los servicios que tiene el café, pero mientras lo hacen, es imposible no perderse en sus collares, son mini varitas de saúco hechas en metal, que saltan de su pecho cada vez que se mueven. En el mundo mágico, quien tenga una varita de este tipo es el mago más poderoso.
Es momento de escoger una mesa, hay dos opciones. Una en el balcón o una en el interior. Algo difícil de decidir cuándo existen muchas cosas por ver en cada lugar. Hay algo inusual en el muro que conecta estos dos espacios. Como con los viejos cuadros de Hogwarts, solo los conocedores sabrán identificar los traslucidos e ilustres personajes que allí se asoman.
Del mismo modo que el Caldero Chorreante se vuelve una entrada hacia el callejón Diagon, la parte mágica de Londres, Momento Incantatem se convierte en el umbral hacia la mágica Bogotá. Allí se pueden encontrar vitrinas llenas de libretas, afiches, tapetes, ropa alusiva a la saga y artilugios para fans.
Entre los más destacados están una hermosa Snitch dorada, es la pelota más pequeña en el juego mágico del Quidditch la cual tiene el tamaño de una nuez; los célebres dulces llamados Grageas de todos los sabores, de vómito, cereza, moco, jabón, o si gustan, cera de oído y por supuesto, algunas deliciosas ranas de chocolate.
@Sophia Salamanca
De repente, los empleados del local hacen que todos pongan atención, todo se vuelve silencio. Uno de ellos anuncia que al parecer ha llegado una lechuza directa desde el mundo mágico trayendo un mensaje especial.
Es el cumpleaños de Laura, una joven bruja que vino de visita al café. Para ella, hay un pastel muy distintivo. Una gran torta de cobertura rosa mal esparcida y pegajosa, con las palabras “Happee Birthdae Laura” escritas en verde. Es el mismo pastel que Hagrid le regala a Harry Potter en su cumpleaños, en la película Harry Potter y la Piedra Filosofal.
Todos en celebración cantan el feliz cumpleaños mágico.
“Cumpleaños feliz, te deseamos a ti.
Que lo pases de magia y que atrapes la Snitch.
Que vuelvas a cumplir, con nosotros aquí.
Y sigas celebrando, aunque enojes a Flich.”
@Sophia Salamanca
Seguidos de muchos aplausos y algunas fotos, el ruido de compinchería vuelve. Luego, surgen aromas ácidos, dulces, frutales y saldos, dignas mezclas de una cocina mágica. ¿Qué hay en el menú?
Pociones, tónicos, brebajes, meriendas, deliciosas entradas y platos fuertes. Hay para todo tipo de personas. Para los Inteligentes Ravenclaw; los astutos Slytherin; los valientes Gryffindor y, los leales Huflepuff - estos son los nombres de las casas que reciben los estudiantes de en su primer año en Hogwarts. También se pueden pedir menús para jugadores de Quidditch.
Desde un platillo llamado “nido de hipogrifo” que contiene palitos de mozzarella, salchichas, trozos de pechuga y papas fritas, hasta “Demigais”, un helado de vainilla con crema de maní, estas comidas son buenas acompañadas de una “poción multijugos”, jugo de naranja gasificado con magia y sin azúcar. Si se es más atrevido, bebidas con alcohol como la “Cerveza de Mantequilla”.
Al terminar la comida, se pueden tomar fotos en un lugar diseñado especialmente para esto, en el cual se pueden encontrar capas, bufandas, sombreros y varitas alusivas a la saga. El café les permite a sus clientes sentir la experiencia de ser un estudiante de Hogwarts.
La tarde se pasa rápido, pero el ambiente mágico que se vive en ese lugar queda eterno en la memoria de sus visitantes, principalmente de los más fanáticos a la saga. Quienes probablemente, se van con la idea de volver y así poder entrar, vivir y disfrutar del mundo mágico de Bogotá.