El pasado 19 de abril, en el pabellón de Ecopetrol de la Feria Internacional del Libro de Bogotá, los escritores Pilar Lozano, Gerardo Meneses, Silvia Castrillón y Francisco Montaño conversaron sobre las diferencias entre ser un niño de ciudad y crecer en medio de la guerra, así como hablaron de cómo los grupos armados han eliminado los juegos infantiles y su sueño de ser personas libres. Con estas reflexiones esperaban motivar a los colombianos a pensar en cómo fue su niñez y cómo es la de los niños en la actualidad.
Los cuatro autores criollos dieron paso a los asistentes para comprobar si se había comprendido su mensaje: la necesidad de mirar a los niños de contextos rurales y “entender la dura vida que tienen que llevar para subsistir en un país que se olvidó de ellos y dejo de lado la ayuda a la niñez, induciéndolos a seguir caminos al margen de la ley”, como lo dijo Gerardo Meneses. Los escritores dejaron claro que lo que ellos buscaban era “acercarse a la vida de los niños y que ellos los dejaran ver su alma”, como señaló Pilar Lozano.
En medio de la charla, los asistentes recalcaron el deber de los autores de llevar con su literatura la verdadera historia que atraviesan los colombianos, como lo hacen las obras “No como renacuajos”, de Francisco Montaña, y “Así vivo yo”, de Lozano.
Silvia Castrillón, refiriéndose al llamado ‘posconflicto’, dijo que “no debemos entender el país como si la guerra fuera parte de la realidad. Ahora, con el proceso que empezó hace poco, debemos aprender a mirar un futuro en el que nuestros niños, que empezaron siendo víctimas y terminaron siendo victimarios, tienen la posibilidad de ser libres”.
Los autores esperan que toda la sociedad pueda, por medio de su literatura y de textos periodísticos, abrir camino para concientizar a los colombianos sobre los niños de la guerra y el pensamiento de cada uno de ellos, para así favorecer su sentido de identidad como ciudadanos colombianos.