En honor a su aniversario, el Museo de Arte Moderno de Bogotá (MamBo) invitó a Eduardo Serrano, quien fue curador del museo por 20 años: desde 1974 a 1994 y a Jaime Pulido, quien desde 1972 ha desempeñado el cargo de conservador y registrador. Estos dos personajes aprovecharon sus intervenciones para contar lo que hay detrás de la construcción y evolución de este museo, no solo narrando que obras fueron las más importantes para impulsar al museo, sino incluyendo también su participación en este mismo.
El MamBo cumple 55 años desde la primera intervención de Martha Traba, al plantearse la necesidad de difundir las artes plásticas. Quien, comienza a organizar la idea de mostrar el proceso cultural de la ciudad, donde se da inicio a la primera exposición: “Tumbas” de Juan Antonio Roda, ubicada en el centro y siendo la primera sede. Dando paso al apoyo de la Universidad Nacional.
Finalizada la dirección de Traba, le sigue Gloria Zea. Donde se ve involucrado Eduardo Serrano, quien escuchó de esta mujer mientras estudiaba en New York: “iba con un amigo, el doctor Esguerra, dibujante barranquillero por un sector donde había una cantidad de edificios y había una casa particular y me digo: “tú sabes quién viven en esa casa, Gloria Zea. Señora colombiana multimillonaria que se da el lujo de vivir en esa casa”. Esa fue la primera y última vez que escuche de ella, hasta que regrese a Colombia y ella era directora del museo en 1968”.
Serrano recuerda que fue un periodo muy difícil, pues el museo se encontraba enlazado a la Universidad Nacional y Zea quería que la Entidad fuera independiente. Tras dificultades con esta Universidad, el museo se retira de esta y se ubica en el Edificio Bavaria, donde actualmente se encuentra el local de Oma.
En esta nueva sede se dio paso a la presentación del arte moderno internacional, mostrando piezas importantes como las de Alexander Calder y las tres mujeres en la fuente de picasso. Tiempo después, a raíz de la petición de cambiar de lugar, el museo cambio de sede: llevando sus obras al planetario.
Pasando el secuestro de Gloria Zea, y con el miedo de que algo la estaría persiguiendo, deja el museo en manos de Serrano, nombrándolo curador.
Por otro lado, Jaime Pulido se vinculó cuando el museo se encontraba en el planetario distrital, “cuando se desmontaba la primera vienal americana de artes gráficas”. Recuerda obras como el arte del surrealismo, grabados de Joan miro, parís y el arte contemporáneo, exposiciones internaciones muy importantes que el museo presentó en esta sede.
Pulido aprovecho su intervención para expresa su orgullo por esta institución: “empecé trabajando medio tiempo, manejando la librería del museo. Interesando en el arte desde niño, impulsado por el recorrido y dedicación plena a la institución”.
Algo que resaltan del museo de arte moderno, son sus primeras implementaciones para llamar al público. Fue la primera entidad que puso banderas anunciando las exposiciones, al igual que el uso de guantes al tocar las obras, el primero que manejo fichas técnicas profesionales, diciendo lo pertinente. En pocas palabras, como se expresó Serrano: “fue el primero que empezó a profesionalizar la museología en Colombia”. Ya después los otros museos le siguieron.
Con la gran influencia cultural e histórica del museo, se dio paso a la construcción de la sede actual, ubicada en el centro de la cuidad. El cual fue edificándose por etapas, llegando a conformarse a lo que es hoy: cuatro pisos con las diferentes salas para la presentación de exposiciones que muestran actualmente.
La conversación entre estos dos personajes fue complementada con algunas fotografías que mantiene el museo en su archivo, al igual que la inclusión de su vida personal al relatar la evolución del museo en la dirección de Gloria Zea.
Al final, se dio la invitación a seguir asistiendo a las siguientes exposiciones que van a tener a consideración a las primeras obras presentadas en el museo y a algunas secciones que tenía el museo, como lo es la inclusión del diseño gráfico como arte.