La parapsicología estudia los fenómenos paranormales, aquellos que no pueden ser explicados por la ciencia. En Bogotá  puede aprender a manejar fenómenos que parecen venir del más allá. 

Casos de exorcismos, luchas contra la brujería, limpiezas energéticas y la enseñanza del mundo parapsicológico, son algunas de las labores que realiza la Academia de Parapsicología Urantia en Bogotá. Hoy en día, a la institución asisten un centenar de alumnos que, según sus directores, “buscan evolucionar en el mundo espiritual y ayudar en todo lo posible a aquellas personas que sufren las amenazas del mundo del más allá”.

Alexander Torres, director y fundador de Urantia, sostuvo que la idea de la Academia es enseñar de una forma “no egoísta” a aquel que quiera ahondar en el campo de lo paranormal, refiriéndose a aquellos fenómenos que no pueden ser explicados científicamente.

 “Una de las primeras motivaciones, fue brindarle a las personas de cualquier estrato social la oportunidad de estudiar a través de la parasicología lo que muchas veces no entendemos”, precisó Torres. Además, esta institución busca romper el tabú que ha girado en torno a estos campos pues considera que “por muy escépticos que seamos, vamos a necesitar algún día de una verdad espiritual”.

Torres afirma que primero deben confirmar que las personas afectadas por hechos extraños no sufran de trastornos psicológicos. Una vez comprobado proceden a combatir casos de posesión demoníaca, brujería y acoso de entidades del más allá. Además, el experto mencionó que no buscan enseñar a manejar la magia como instrumento para hacer daño. “Las personas que vienen a aprender a hacer amarres, buscar guacas y perjudicar a alguien, no las recibimos porque eso es trabajar para la oscuridad”, afirmó el director.

La academia cuenta con 100 alumnos entre los 15 y 70 años de edad. Varios de ellos se dedican a otras profesiones. Jorge Andrés Meneses, tecnólogo en gastronomía, es estudiante de Urantia: “En la Academia he encontrado respuestas a preguntas que todo el mundo se plantea, pero que no han sido capaces de ir más allá. He evolucionado espiritualmente”, precisó. Carlos Acosta, psicólogo y estudiante de la institución, manifestó: “he encontrado una evolución personal y espiritual, personas que tienen mi misma pasión y con las que puedo hablar sin que me miren raro. He sentido apoyo”, dijo.

En cuanto a la clase de personas que pueden estudiar el mundo paranormal, Alexander Torres sostuvo: “Todos nacemos con ese tipo de dones, lo que pasa es que a lo largo de la vida nos encargamos de cerrarlos, cualquier ser humano tiene la misma capacidad. Aquí quien quiera puede entrar, lo único que les pido es que traigan un cuaderno, un esfero y la voluntad de aprender”, precisó.

De la misma forma, puntualizó que la Academia alterna una enseñanza práctica y teórica siempre guiada hacia la luz y la evolución espiritual. Este proceso de enseñanza se ha basado en un pensum de 3 años, sin embargo, Torres afirmó que el estudio de la parapsicología es un proceso que abarca toda la vida.

“Los interesados deben quitarse esa venda en los ojos, que no crean que esto es de brujos, o que van a venir a aprender a hacerle daño a las personas. Los temas que se manejan aquí incluyen a la metafísica y la botánica”, dice Isabel Goyeneche, quien hace parte de los principales investigadores paranormales de la institución.

Esta institución planea trabajar con investigadores paranormales de México y otras asociaciones suramericanas debido a las dificultades para crecer que tienen en Colombia, porque por tabú carecen de apoyos.