Diez horas de oración por el cumpleaños de la Arquidiócesis de Bogotá

Lunes, 31 Marzo 2014 13:55
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Con motivo del Triduo Jubilar de la Arquidiócesis de Bogotá, el sábado 22 de Marzo se realizó una vigilia que contó con la asistencia de más de 3.000 personas.

La vigilia contó con la asistencia del Padre Alberto Linero y el Padre Diego Jaramillo.||| La vigilia contó con la asistencia del Padre Alberto Linero y el Padre Diego Jaramillo.||| Foto: Katherine Castro/ plazacapital.co|||
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Pasar la noche en vela haciendo oración ha sido parte de la piedad cristiana desde tiempos inmemorables. La finalidad de estas vigilias es orar por personas o situaciones concretas que son objeto de interés para la comunidad, por ejemplo, la noche del Sábado Santo. En este caso fueron los 450 años de la Arquidiócesis de Bogotá.

Entre los asistentes estuvo Natalia Quiñones, quien cursa grado décimo en el Colegio Parroquial Monseñor Emilio de Brigard. Natalia, con morral al hombro, salió de su casa el sábado 22 a la Catedral Primada de Bogotá, con los cuatro objetivos de muchos católicos durante el triduo jubilar: visitar al Señor caído, confesarse y ganar indulgencia de sus pecados.

A las 4 p.m., Natalia ya había visitado al Señor caído y llevaba media hora haciendo fila para poderse confesar con uno de los 50 sacerdotes que estaban celebrando ese sacramento. No tenía afán, pues la vigilia comenzaría hasta las ocho de la noche e iría hasta las 6 de la mañana. “Quizás debí quedarme en casa y descansar un poco más. La noche es larga y, a pesar de la hora, todavía hay sacerdotes confesando. Claro, habría tenido que esperar más, pero daba igual”, dijo la joven, que a las 11 p.m., ya lucía un poco cansada.

La Catedral, a pesar de la hora, estaba atiborrada con cerca de 3.000 feligreses, de los cuales la mayoría son adultos y ancianos. Sin embargo, quienes la animan son los jóvenes que se encuentran adscritos a la comunidad religiosa que mayor actividad juvenil tiene: la Renovación Carismática Católica (RCC).

Son los sacerdotes de la RCC, como el Padre Alberto Linero, quienes dirigen cada momento de oración, mientras que bandas juveniles como Cristo Vivo interpretan canciones acordes a cada momento y de ritmos muy alegres para que la gente se anime y aplauda.

Entretanto, el grupo Jóvenes del Espíritu Santo realiza una serie de coreografías perfectamente sincronizadas a las que en el mundo cristiano (católico o no) se le conoce como danzas. “Eso no se llama bailar, porque el baile es con música del mundo, mientras que danzar es una expresión corporal para y hacia Dios. ¿No ve que hasta en la Biblia está que el rey David danzaba delante del arca de la alianza?”, afirma Luisa Rodson, una de las asistentes.

Ya acercándose la hora para dar por terminada la vigilia, la mayoría de los jóvenes se encuentran acostados en el suelo, derrotados por el sueño. “El truco está en permanecer activo con los cantos y las danzas, si no, te duermes”, comenta Natalia.