Seguido de las disminuciones a las tasas de interés por parte de algunos bancos para combatir la inflación en el mes de abril, tiendas Ara anunció el lunes 16 de mayo que también bajarían los precios de 200 de sus productos. La iniciativa fue aplaudida por el presidente Gustavo Petro quien a través de su cuenta Twitter invitó a más empresas a sumarse a esta iniciativa. Grupo Éxito y Olímpica aceptaron la propuesta y bajaron los precios de entre 400 y 500 de sus productos. 

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El presidente de la Federación Nacional de Comerciantes, Jaime Cabal, también valoró esta decisión y dijo que esta “es una forma de contribuir para poder bajar la inflación, ya que las medidas que ha tomado el Gobierno Nacional no han tenido fruto”. Todo esto debido a que, según el Departamento Nacional de Estadística (DANE), los alimentos son uno de los agentes que más influyen en la inflación.

Sin embargo, el economista Andrés Felipe Giraldo, director del departamento de Economía de la Universidad Javeriana, dijo que estas medidas “ayudan poco o nada a la inflación, ya que la inflación tiene causas más estructurales”. Entonces, si no se atacan estas causas no solo habrá una desaceleración de la inflación, “pero, además, después nuevamente habrá una aceleración por lo que el efecto a mediano plazo de esas reducciones no será muy grande”.

¿La verdadera motivación es vender y ganar más?

Además, Briyith Moncada, contadora pública, agregó que cuando se acaben los descuentos “las únicas beneficiadas por la medida serán las cadenas de supermercados, mientras que a los colombianos le aumentará el costo de vida nuevamente”. Según ella, las empresa habrán aumentado su competitividad por los descuentos y los bajos precios. Lo anterior, “obedeciendo a una estrategia de afiliación a la marca como protectora del interés de la gente” añadió Gustavo Rosas, especialista en estudios sociales. Sobre todo, porque recordemos que las promociones de estas empresas son temporales.

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Incluso economistas han mencionado que esta puede ser una respuesta al anuncio que Fenalco hizo a principios de mayo sobre la disminución de las ventas más alta en los últimos 2 años. Y es que Cabal, anunció por medio de un comunicado de prensa que el 78% de los empresarios habían manifestado que no han presentado ningún crecimiento en las ventas desde marzo.

Esto lo confirmó Giraldo, quien dijo que esta podría ser una estrategia de las empresas que responde al fenómeno anteriormente mencionado: “¿por qué ahora y no antes?”, pregunta a la que hasta ahora no se ha obtenido respuesta por parte de los almacenes.  

Además, las cifras de DANE de entre los meses de enero y marzo de este año reportaron una caída en las ventas del comercio minorista a un 1,2%, aunque esta caída se viene presentando desde diciembre del año pasado. Esto es una respuesta de  “ a situación social desfavorable,  que es el encarecimiento del costo de vida  por la subida de la inflación”, según Mocada.

Por otro lado, varias plazas de mercado alrededor del país han decidido entrar a las iniciativas de las empresas semanas después bajando los precios de frutas, verduras, legumbres y carne. Según el gerente de Corabastos, la plaza de mercado central de Bogotá, “muchos de nuestros comerciantes ya son productores. Entonces, ellos mismos comercializan sus productos, esto les da mejores precios a todos los hogares”, y que es por esto que han bajado sus precios. 

No obstante, los economistas creen que antes estaban ofreciendo precios más altos y obteniendo más ganancias. “Hay que evaluar si sus márgenes de ganancia son demasiado altos, si están bajando los precios es porque antes los tenían muy altos. Porque ninguna empresa vende productos para perder ”, dijo Andrés. Ya que, después de que las empresas bajaran sus precios, las plazas de mercado y las tiendas de barrio se podrían quedar atrás en ventas.

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Al respecto,  Gustavo Rojas responde que “es iluso pensar que lo hacen por filantropía porque no hay moral en la economía” y que por ende las iniciativas tanto de las empresas como de las plazas ahora responden únicamente a la necesidad de las empresas por ser competitivas ante el mercado (sobre todo cuando no han presentado crecimiento en los últimos meses), más no a las necesidades del país.

Ahora bien, para algunos esto no es una medida diferente a la que grupos políticos han hecho anteriormente con planes como "Precios Caribe" y "Precios rojos" en almacenes Olímpica meses antes de las elecciones. Gustavo Rosas indica que está medida es común y que el apoyo que da el presidente ha estas iniciativas podría deberse a lo mismo, ya que aunque no haga parte del clan político de estas empresas, tomar vocería sobre estos temas es una "buena estrategia política, que proyecta una mensaje de preocupación hacía la población por parte del gobierno". Esto, considerando que en octubre de este año se estarán votando las elecciones regionales, para las cuales el partido de gobierno lanzará listas en todo él país.

Y el presidente de Fenalco relaciona la iniciativa de Ara, Éxito y Olímpica con la reforma laboral que se radicó ante el Congreso de la República. Pues, según él, esta reforma no contribuye a la generación de empleo ni al crecimiento económico, ya que “los costos de las micro, medianas y grandes empresas se van a incrementar y estos costos se van a recargar en los consumidores”, así pues, las empresas prevén un encarecimiento de los productos y por eso hacen descuentos antes de que el costo de vida y la canasta familiar se encarezcan más.

¿Por cuánto tiempo se podrán mantener estos precios?

Además, según Eliana Martínez, importadora cuya empresa hace parte de Fenalco, no es posible mantener promociones como las que se están presentando en el momento con el tiempo ya que al igual que la inflación los precios finales de un producto tienen en cuenta muchos factores. Entre estos están los aranceles, podrían subir según lo impuesto en el artículo 259 del Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026, recientemente aprobado en el Congreso. 

Gustavo afirma que se podrían alargar, pero no mantener, pues la rentabilidad de las cadenas no pueden verse disminuidas por mucho tiempo pues entrarían en crisis. Según Briyith “la proyección real son dos meses en los cuales se puedan mantener estos precios” pues las variaciones del mercado obedecen otra realidad. En esta, de entrar en pérdidas y si los precios de los proveedores siguen aumentando, se podrían perder empleos. Lo cual, dice Andrés, no sería congruente con la supuesta motivación de las empresas de desacelerar la inflación ya que “no tiene ningún sentido que contribuyendo a la inflación, lo que hagan sea aumentar el desempleo”.