La Misión de Observación Electoral registró numerosos reportes de irregularidades por parte de la ciudadanía, aún cuando las elecciones fueron denominadas “las más pacíficas”, en términos del impacto que los grupos armados tienen sobre el proceso electoral, comparado con las elecciones de 2011 y 2014.
Diego Alejandro Rubiano, investigador del Observatorio Político de la MOE, dijo que se presentaron anomalías de orden público en el Chocó, tales como la quema de urnas y material electoral, posiblemente por parte de miembros del ELN, Bacrim y Autodefensas Gaitanistas aliadas con el Clan Úsuga en esta zona del país.
Rubiano aseguró que se presentaron hechos aislados de violencia en el municipio de Anorí, Antioquia, donde se registró un soldado muerto y un día antes hubo un atentado contra el alcalde del Paujil, Caquetá, Rodrigo Andrés Castro en la zona rural del municipio.
En cuanto a asonadas y alteraciones violentas, Rubiano relató que se registraron 41 municipios con hechos violentos de los cuales 20 ocurrieron antes del cierre de las votaciones y 21 después de las 4:00pm, cuando se cerraron las urnas. “En el departamento del Huila, específicamente en el municipio de Saladoblanco, se quemó cerca del 30% del material electoral”.
El vocero de la MOE agregó que se realizaron 22 capturas a personas que ofrecieron altas cantidades de dinero para comprar votos: “De los capturados 4 fueron candidatos, 3 a los concejos municipales y uno a la alcaldía de Dosquebradas, Risaralda”, detalló.
Marlon Barón, investigador del Grupo Jurídico de la MOE, expresó que se recibieron aproximadamente 1.200 reportes de ciudadanos en los que 279 se atribuían a compra y venta de votos, 65 de constreñimiento al elector, 270 por irregularidades en publicidad y medios de comunicación y 26 por problemas con Biometría. “Además recibimos 270 denuncias por la publicidad expuesta el día de elecciones, que por norma electoral no estaba permitida y menos cerca a los puestos de votación”, enfatizó Barón.
Por su parte, Carlos Santana, coordinador de calidad de elecciones de la MOE, indicó que se observaron distintivos de campañas en jurados y testigos, lo cual no estaba permitido, al igual que publicidades dentro de los puestos de votación. Según Santana, los jurados notaron hacinamiento en algunos lugares de votación, donde se percibió que las mesas estaban muy pegadas: “Este factor permitía que los votos se vieran y se corriera el riesgo de perderlos pues los votantes podrían confundirse y depositar mal su voto en las urnas”.