El pasado lunes 9 de noviembre los medios fueron convocados a los dos de la tarde para dar inicio a la rueda de prensa sobre el estudio “Evaluación general de campañas al Senado 2014”. César Caballero, politólogo y director de Cifras y Conceptos, esperaba paciente y sonriente a Fabrizio Hochschild, coordinador residente y humanitario de las Naciones Unidas en Colombia.
Minutos antes de dar inicio a las declaraciones, un señor ubicado en la primera fila del público preguntó, “¿por qué está tan delgado?”. “Descargué una aplicación en el celular que me dice las calorías de lo que me como, si es un helado son 167, una cerveza 45; con la aplicación y haciendo ejercicio me baje 15 kilos”, así respondió orgulloso y sonriente Caballero ante la particular duda.
Con la llegada de Fabrizio se dio inició a lo que sería una detallada explicación sobre los, recursos y costos de una campaña al Senado. “El propósito del estudio fue conocer el valor real de una campaña que en muchas ocasiones supera los costos estimados por la ley”, dijo Fabrizio quien es de origen inglés y aún no domina totalmente el español.
El principal objetivo del estudio es saber lo que realmente cuesta una campaña al Senado pero antes es necesario recordar que el Consejo Nacional Electoral (CNE) estima que el tope máximo de gastos para las listas al senado de 2014 debía ser alrededor de 740 millones de pesos por candidato. Sin embargo “encontramos que en promedio una campaña cuesta 3.000 millones de pesos, la campaña más barata costó 400 millones de pesos y la más costosa 12.000 millones de pesos”, expresó Caballero.
Otra irregularidad en los procesos de las campañas son los tiempos de postulación al Senado. La legislación dictamina que los candidatos tienen un máximo de 3 meses como fecha oficial para la apertura de todas las campañas al senado. En contraposición “el grueso de los candidatos se lanzaron con 6 meses de anticipación a la fecha oficial y unos pocos se lanzaron a los 3 meses, de estos ninguno fue elegido” afirmó el director de Cifras y Conceptos.
Finalmente se habló sobre la compra de votos. Los encuestados dijeron no haber comprado votos pero tenían conocimiento de cuánto podría costar. Según revela el estudio existen dos tipos de modalidades para asegurar los votos; “una en los últimos días de campaña en la que el voto vale $40.000 y la otra cuando “montan” una estructura para la compra de votos, en la que cada uno llega a costar $125.000, sostuvo Caballero.
La estructura de fidelización inicia con el trabajo del líder o “mochilero” quién está encargado de conseguir adeptos al candidato. Según el informe el pago del monto se divide en 3; el primero 2 meses antes, el segundo 1 mes antes y el tercero el día de la elección.
En concordancia, los investigadores del estudio sugieren a las autoridades electorales fijar para el Senado de la República el límite de gastos de campaña en 1.500 millones por candidato para evitar que se incite a la ilegalidad de sobrepasarse del tope.
La asamblea dio fin cuando no hubo más preguntas por parte de los periodistas a los expositores. Curiosamente los medios preferían las declaraciones de Fabrizio, las cámaras y micrófonos se avalancharon hacía él mientras Caballero salió con ligereza de la sala.