El pasado 13 de mayo, Colombia ocupó el primer lugar en el Global Big Day, un encuentro de científicos y aficionados a la observación de aves de todo el mundo, a través de la plataforma virtual eBird.
#BigDay2023 RESULTS: An amazing 277 species for Team Sapsucker in California and Chile! And for #GlobalBigDay, together >51,000 people reported 7,364 species so far! Colombia, Peru, Brazil led W. Hemisphere while India and Kenya led the E. Hemi. Thank you for being part of it! pic.twitter.com/vyx72HMkep
— Cornell Lab (@CornellBirds) May 14, 2023
En esta edición se avistaron más de 7.600 especies de aves alrededor del mundo, y en el caso específico de Colombia, fueron registradas 1.532, es decir, el 20 por ciento a nivel global.
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Sin embargo, para el año 2017, el Instituto Humboldt alertaba de 72 especies de aves en peligro de extinción. Aunque de acuerdo con los libros rojos de especies amenazadas esta cifra se acerca a 140. Además, estudios como “Increased exposure of Colombian birds to rapidly expanding human footprint”, encontraron que debido a la huella humana, las aves pueden experimentar amenazadas en la calidad de su hábitat.
“En la mayoría de los casos, el principal riesgo de estas especies es la pérdida de su hábitat. Por ejemplo, especies que dependen del bosque, son seriamente afectadas por la deforestación. Otras causas son el tráfico ilegal y los conflictos con comunidades como sucede con especies amenazadas de rapaces”, afirmó Jeisson Zamudio, biólogo y consultor en temas de conservación de aves.
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Especies emblemáticas como el cóndor de los Andes, el loro orejiamarillo y el Cucharero de pantano se encuentran entre las más afectadas. La pérdida de su hábitat natural debido a la expansión de la agricultura, la minería ilegal o la contaminación química de las aguas, han reducido drásticamente sus poblaciones. Además, la caza furtiva para el comercio ilegal de aves exóticas ha ejercido una presión adicional sobre especies vulnerables, como es el caso del gran guacamayo verde.
Con el fin de conservar esta biodiversidad, las áreas protegidas cumplen un rol fundamental, pero muchas de ellas enfrentan problemas en sus tareas. “El Parque Nacional Natural Farallones lleva mucho tiempo lidiando con la minería ilegal, varios parques en la amazonia tienen serios problemas de deforestación y todos seguramente se ven afectados con los impactos del Cambio Climático”, explicó Zamudio.
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Para Zamudio, el panorama de las aves en Colombia no es muy alentador dado a la baja capacidad institucional para controlar fenómenos como la urbanización y la deforestación. No obstante, considera que “los esfuerzos de conservación no se pueden quedar en esperar que las áreas protegidas sean la única forma de conservar ecosistemas. Los ciudadanos, los gobiernos y el sector privado, deben hacer un mejor manejo de los predios”.