Cuando un bebé nace antes de las 37 semanas de gestación se considera como un bebé prematuro. Al no completar su proceso de desarrollo, estos los bebés pueden presentar problemas de respiración, bajo peso al nacer, sistemas inmunológicos débiles, imposibilidad de alimentarse correctamente, entre otros.
Es por eso que los médicos y sus familiares tienen que actuar contra el tiempo e implementar lo que se denomina el método madre canguro (MMC), el cual consiste en el contacto constante piel a piel entre el bebé y el pecho de la madre o padre. Lo cual, regula la temperatura del recién nacido y promueve su desarrollo, evitando que este tenga secuelas a largo plazo e incluso fallezca. Además, este método incluye otros elementos como el cuidado de la piel del recién nacido y la lactancia materna.
Aunque el MMC salva la vida de los bebés prematuros, también implica retos físicos, psicológicos y emocionales para los padres quienes nunca están preparados para la responsabilidad que deben asumir al ser padres canguro. Esta es la historia de Paola Landinez y su esposo Andrés Forero quienes, después del nacimiento de su hija Luciana a las 35 semanas de gestación, tuvieron que aprender a ser padres canguros.