29 de diciembre de 2009: Caía la noche y todo estaba muy oscuro. Muy lejos del pensamiento de Diego Maldonado estaba el hecho que su vida iba a cambiar para siempre en pocos segundos. Un accidente de tránsito le “cobró” su pierna izquierda. Tras la grave situación, y ante la adversidad, este niño de siete años, apoyado siempre por su mamá, Lina Maldonado y la fundación CIREC, inició su rehabilitación. En el agua encontró la esperanza, las fuerzas para seguir sonriendo, y llegar a lugares donde nunca imaginó En la actualidad este joven de 19 años, estudiante de negocios internacionales en Canadá, espera seguir cosechando triunfos en la natación.
Este joven tiene una frase de lucha cada vez que se enfrenta a una competencia: “Dar lo mejor de mí”. Pese a que los nervios siempre se apoderan de él y existen pensamientos negativos siempre se prepara para ganar. Prueba de esto son las Siete medallas de oro, tres de plata y una de bronce en los Para nacionales de Medellín 2016, las mismas que fueron la puerta de entrada a las siete medallas con las que el deportista representó a Colombia en los IV Parapanamericanos Sao Paulo Youth en el 2017. Así es, Diego Fernando Maldonado, el joven duitamense que se convirtió en campeón nacional y parapanamericano de natación, hoy sueña despierto pues sabe que cada gota de sudor ha valido la pena y que, con esfuerzo y dedicación, logrará clasificar a las Olimpiadas de 2024.
Comencemos por el principio, ¿Cómo recuerda el día 29 de diciembre de 2009?
La verdad es que no recuerdo mucho a detalle, pero fue un día que me marcó para toda la vida. Íbamos con mi familia hacía la finca, el camino era pesado y la vía peligrosa porque hay muchos abismos. Ese día ya estaba un poco tarde y en un momento algo pasó, hasta ahí me acuerdo. Sé que todos estaban muy preocupados, angustiados de que algo había pasado, pero fue tan rápido que no te das cuenta. Cuando me desperté ya estaba en el hospital, afortunadamente con vida.
¿A qué se aferró en ese momento?
Algo que me hacía bastante feliz era el apoyo de mi familia y de mis compañeros del colegio. Recuerdo que cuando estaba en el hospital toda mi familia fue a visitarme y mis compañeros me enviaron cartas expresándome su apoyo. Eso me daba a entender que les importaba y que todos me querían mucho.
¿Qué recuerda de antes del accidente?
Me acuerdo siempre que era un niño bastante hiperactivo, me gustaba jugar fútbol, me gustaba mucho jugar con mis amigos, era muy feliz, amigable. La verdad solo me acuerdo de eso, jugando escondidas, futbol y policías y ladrones. Estaba bastante joven y entonces no recuerdo muchas cosas.
Y ahora, ¿Qué hace Diego en sus tiempos libres?
Me gustan los videojuegos, reunirme con mis amigos, trato de hablar de la vida con ellos.
¿Qué impacto tuvo la pandemia en su vida?
La verdad afecto drásticamente la rutina que tenía, estoy en Duitama y acá cerraron la piscina olímpica completamente. Mi entrenamiento se volvió más físico, pero no es lo mismo a un entrenamiento completo en el agua.
¿Cree que ser deportista ha facilitado las cosas?
Si, hacia bastante ejercicio diariamente, pasaba el tiempo más rápido y de alguna manera desaparecía lo agobiante de estar completamente encerrado.
La natación fue parte de su rehabilitación, ¿Cuál fue el primer momento en el que conectó con el agua?
Parte de la rehabilitación fue en una fundación llamada CIREC, era donde asistía a mi proceso de retomar la vida. Es un sitio que se especializa en prótesis, específicamente para las personas a las que se les dificulta adaptarse. La hidroterapia es un método que ellos usan ya que es bastante efectiva, por lo que me enseñaron a nadar. Después de eso, tenía esa hidroterapia como tres veces por semana, iba practicando y practicando hasta que me di cuenta de que me gustaba mucho y cuando llegué a Duitama, mi ciudad, hice el contacto con el instituto de recreación y deporte y ahí comenzó todo.
¿Cree que este deporte generó algún cambio en la mentalidad de Diego de siete años?
La verdad que sí, te voy a contar una cosa que no había contado y es que al inicio no me gustaba nadar porque me daba pena, suena tonto, pero sentir que eres distinto al resto y que todo el mundo te está mirando no es muy agradable y en eso me ayudó la natación, en crear una autoestima fuerte, soy así y no puedo cambiarlo.
¿Cuál es el significado de la natación en su vida?
Nadar para mi significa sentirse libre, porque mientras yo nado tengo mucho tiempo para pensar, para reflexionar sobre cosas que no puedo mientras por ejemplo estoy estudiando.
¿Cuál es la mayor motivación para entrar a la piscina?
Dar fe de que, a pesar de las limitaciones, si puedes. Dar un mensaje de superación, si yo pude, todo el mundo puede.
Empezó nadando para el IERD de Duitama, ¿soñaba que iba ser campeón parapanamericano?
Cuando comencé era un hobby para distraerme y me ayudaba a fortalecer los músculos. Empecé a volverme mejor y las veces que escuché que podía llegar a ser un campeón fue por mi entrenador que me decía que tenía el rendimiento y podía ser un gran exponente de la natación.
¿En qué momento se da cuenta que es bueno nadando?
En unas competencias en Duitama, yo era el único chico por decirlo de alguna manera paralímpico. Entonces, me tocaba siempre competir con todos los chicos convencionales. Me doy cuenta de que soy bueno cuando comienzo a ganar medallas a pesar de esto.
¿Cuál cree que es la mayor diferencia o reto en comparación a persona en todas sus facultades físicas?
El mayor reto es lo psicológico, se necesita mucho entrenamiento psicológico, tienes que verte como una persona igual que los demás o hasta más.
Llegaron los parapanamericanos de Brasil 2017, ¿Cómo se enteró de que iba a ir?
Me entero en el año 2014, en una concentración a la que soy convocado para entrenar con un grupo de especialistas y preseleccionar a los deportistas que van a ir a los grandes eventos. Al final de esta nos dicen que todos los que asistimos que habíamos logrado el cupo. Sentí mucha felicidad, saltar a lo internacional fue un paso muy importante y me hizo darme cuenta de que todo el sacrificio, sudor y esfuerzo estaban dando sus frutos.
¿Cuál es la rutina de la noche anterior a una competencia tan importante como los panamericanos?
La verdad trata de invadirme los nervios la noche anterior, por lo que trato de concentrarme en lo que voy a nadar, pensar bastante en la prueba y estar relajado. La natación también es un deporte bastante psicológico, entonces los pensamientos negativos pueden afectar mi rendimiento. Básicamente, pienso en dar lo mejor de mí, pensar en mi proceso y que gracias a esto voy muy bien preparado.
Hace poco estuvo compitiendo en Uruguay, donde obtuvo dos medallas de oro ¿sigue sintiendo la misma emoción al ganar?
Si, la verdad que sí, creo que ganar así sea en el torneo más pequeño es señal de que voy por buen camino.
En el 2016 dio una entrevista a Paralympic.org, donde mencionaba no ver los olímpicos de Tokio 2020 como algo imposible ¿Qué pasó?
Estuve bastante cerca de clasificar a los 100 metros mariposa, me faltaron unos pocos segundos, tuvo mucho que ver que mi último año de estudio 2018, estuve bastante ocupado, pues el colegio exigía mucho y tuve que reducir mis horarios de entrenamiento y enfocarme en el estudio.
¿Cómo lograba equilibrar ser estudiante y deportista de alto rendimiento con tan solo 16 años?
Algo que es clave es la disciplina, yo iniciaba colegio a las 6:30am, mis entrenamientos empezaban a las 5:00am, por lo que salía de entrenamiento directamente al colegio. Después en las tardes, salía directamente a la piscina, y claro esto influía en mi vida social, pero pues ser constantes es la clave para lograrlo.
Y académicamente, ¿Cómo le iba?
Cuando estaba en cursos menores me iba muy muy bien, tuve un bajón como en décimo, pero el último año me traté de enfocar y logré buenos resultados.
Actualmente está estudiando en Canadá, ¿Cómo ha sido nadar allá?
La verdad que ellos manejan entrenamientos bastantes distintos, nosotros nos enfocamos más en distancias y nadar muchos metros a la semana. Los entrenamientos de ellos no son tan largos, son cortos, pero más exigentes.
¿Ve la natación como una profesión?
La verdad no, creo que por eso mismo decidí entrar a la universidad. Un nadador tiene por decirlo así, una edad límite, casi siempre esa edad no es muy alta, un nadador de 30 años ya se considera bastante viejo, entonces si puede ser una buena fuente de ingresos, pero después de esos años necesitare un complemento, por lo que el estudio va de la mano.
¿Quién es su mayor fan?
Mi mamá, ella me ha apoyado desde que comencé, se preocupa por motivarme, es un apoyo bastante importante para mí.
¿Cuál es la siguiente meta?
Quiero volver a mi rutina, comenzar a competir nacionalmente, me voy a enfocar en los juegos nacionales de 2023 y también mejorar mis tiempos para lograr el cupo a las olimpiadas de 2024.
¿Cómo seria su vida si no nadara?
Todo sería diferente. Gracias a la natación he tenido experiencias que han sido únicas, he conocido personas que ahora son muy importantes en mi vida y creo que no tendría un deporte de practicar regularmente, sería más indisciplinado y una persona muy sedentaria