Nuevos intentos para reforestar la reserva del Neusa

Lunes, 04 Marzo 2013 08:29
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El proyecto de reforestación de la reserva del Neusa, por el que se talaron aceleradamente una gran número de árboles no nativos, no asegura que las plantas nativas puedan crecer nuevamente y restaurar el ecosistema.

Embalse del Neusa.||| Embalse del Neusa.||| Foto: Daniel Fernando Montes|||
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El embalse del Neusa es una reserva natural que está ubicada en el departamento de Cundinamarca, localizada entre los municipios de Tausa y Cogua. En la represa, la Corporación Autónoma Regional (CAR) ha emprendido un proyecto en el que pretende recuperar la diversidad de especies vegetales que se había perdido por las plantas no nativas como el pino y el eucalipto. Sin embargo, para que funcione el proyecto de reforestación, se deben erradicar todas las plantas invasivas. Esto no se tuvo en cuenta cuando empezó la tala de árboles, pues hasta ahora se empezó a combatir el retamo, planta considerada por las instituciones ambientales, como una de las especies más difícil de erradicar en el planeta.

Para Lina Quintero, bióloga de la Universidad Nacional, eliminar las plantas no nativas es fundamental, pues, según explica, la reforestación “permite que con los años las condiciones se vayan modificando hasta permitir que la zona se vuelva a repoblar de manera natural de su fauna y flora nativa, que regresa por corredores biológicos de ecosistemas vecinos".

Es por lo anterior que la iniciativa de reforestación de la CAR pretende, como uno de los objetivos principales, eliminar de la reserva el retamo, ya que, como se explica en la página de la entidad, "es una de las especies vegetales más peligrosas del mundo, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, UINC". En un informe publicado por la CAR en el 2008, se explica que el retamo es una planta de origen europeo que bajo las condiciones climáticas de dicho continente se regula su crecimiento por medio de estaciones y plagas, mientras que, bajo este ecosistema, la planta crece descontroladamente.

Según explica Alfonso Ortega, funcionario de la CAR, el problema es que el retamo expulsa sus semillas por las raíces, por las flores y por los tallos, por lo que erradicar la planta es realmente difícil por el alto número de semillas que quedan en el medio ambiente. De manera que la única alternativa para tratar la planta es el proyecto experimental que ahora tiene la CAR, que consiste en sembrar árboles nativos de gran tamaño y de rápido crecimiento para que funcionen como barrera de luz y agua que no permita el desarrollo del retamo.

Sin embargo, antes de tratar el problema del retamo, se empezaron a talar un gran número de árboles en la reserva, lo que causó que la contraloría iniciara un proceso de investigación contra algunos funcionarios de la CAR. Según explica Alfonso Ortega, “parece sospechoso porque aparentó ser un proceso descontrolado y con poca planeación, en el que no se tiene muy claro lo que pasó con la madera producida”.

Para Alfonso Ortega, el pino y el eucalipto eran plantas que traían importantes beneficios al ecosistema, ya que su capacidadde absorber altas cantidades de carbón era un beneficio que las especies nativas no pueden suplir. Sin embargo, fueron esos árboles los primeros que se talaron, dejando de lado, durante muchos años, plantas más peligrosas y numerosas dentro del ecosistema.