“Acá el agua alcanzó a estar a más de un metro de altura. Para sacar a las personas de sus casas la policía tuvo que usar lanchas y grúas, acá la situación fue muy difícil”, explica Daniel Melo, residente del conjunto Alameda de Rio Frío, conjunto que en 2011 quedó completamente inundado, como todos los conjuntos cercanos al río en Chía, Zipaquirá y Cajicá. Y sin embargo, a pesar de la difícil situación que se presentó en 2011, como explica Alfonso Ortega, funcionario de la Corporación Autónoma Regional (CAR), solamente en Chía, durante el último año, se han planeado construir más de 5 conjuntos que se ubican o se ubicarán en la ronda del río.
Según Hydros Chía, en un informe presentado en 2012, el problema de las inundaciones fue que se construyeron una gran cantidad de asentamientos urbanos dentro de los 30 metros de la ronda del río, los cuales son espacios inundables. Fue precisamente por esas construcciones que la Procuraduría, en Diciembre de 2010, llamó la atención a la alcaldía de Chía por la falta de control y planeación en las construcciones urbanas. Sin embargo, ese llamado de atención no surtió mucho efecto, pues hoy, poco más de dos años después, continúa la construcción de conjuntos en la ronda del Río Frío.
Para Alfonso Ortega, uno de los grandes inconvenientes con la construcción en la ronda del río es que, aún cuando se maneja bajo términos legales de distancia y protección ambiental, esas construcciones afectan directamente las estrategias estatales para evitar las inundaciones en zonas urbanas. Según explica, el problema es que una de las tácticas más importantes para evitar las inundaciones, durante las olas invernales, es llenar de agua estratégicamente ciertas zonas de la ronda del río. Sin embargo, dice que “poco a poco esas zonas van desapareciendo, y por ende, las que quedan dejan de ser suficientes”.
Ahora, en la sala de ventas del conjunto Aventura Condominio Campestre de Chía, explican que el problema es que la licencia de construcción de algunos de esos conjuntos fue otorgada antes del 2010, por lo que la inversión y los planes de construcción ya se habían hecho cuando fueron las inundaciones.
Por su parte, Clemencia Suárez, contadora de varios conjuntos de la zona, explica que ya en 2006 las zonas cercanas al Río Frío habían sufrido inundaciones, por lo que entonces se le llamó la atención a la alcaldía, que en ese momento tampoco tomó cartas en el asunto. Según dice Clemencia, “el problema es que no está claro cuál es la ronda del Río Frío determinada por la ley, pues yo he sabido de 4 rondas legales diferentes, entonces pareciera que la cambiaran cada vez que lo necesite alguien importante“.