¿Estamos Vigilados?

Sábado, 15 Septiembre 2012 14:05
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A 45 km de Bogotá, con un frio que quiebra huesos, pasamontañas, ruanas y una fogata recién apagada, un grupo de 32 personas esperan con ansiedad tener un tan esperado contacto del tercer tipo. En una finca de Tabio, Cundinamarca, se mantiene un silencio sepulcral frente a la posibilidad de ver algún avistamiento OVNI (objeto volador no identificado) o mejor aún, alguna entidad biológica que entregara una señal de su existencia.

Avistamiento Ovni||| Avistamiento Ovni||| Cortesía Conexión Ovni|||
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Desde hace más de un mes Conexión OVNI, una de las instituciones encargadas del estudio del fenómeno extraterrestre en el país, viene desarrollando reuniones semanales para sus adeptos. En la calle 65 con carrera octava se reciben instrucciones a los seguidores de este campo, en el que se les informa que los alienígenas ya se encuentran entre nosotros.

“Están escondidos en una sociedad secreta conocida como Iluminati, son la raza reptiliana y controlan las altas esferas del poder político y económico del mundo a través de una alianza con el Opus Dei”. Esta es la respuesta que William Chávez, presidente de la Organización de Ufología en Bogotá, da cuando se le pregunta dónde encontrarlos.

Para los expertos en extraterrestres la teoría siempre es corta, un viaje en bus, una carpa, comida enlatada y muchos sacos es lo único que se requiere para tener un verdadero contacto fuera de este mundo. El viaje no tarda más de hora y media, son las 6:30 p.m. y se debe esperar. Chávez afirma que las mejores horas para un avistamiento son entre la 1:30 y las 4:30 de la madrugada.

A la una de la mañana se siente ya la tensión, se especula cómo serán o si realmente aparecerán, muchos comparten comida y un caldo improvisado que montaron entre todos. Otros por su parte, se entregan a bebidas alcohólicas en la clandestinidad, porque desde antes del viaje se prohibió su llevada. Según los directores de Conexión Ovni, estos seres no harán contacto si se los encuentran ebrios, consideran al hombre una raza ignorante y violenta, y dudarían acercarse si descubren que también son seres viciosos.

Faltan cinco minutos, se crea un círculo y se entonan ligeros cantos de relajación, la expectativa es mucha, se da la orden de apagar la fogata, linternas y todo equipo electrónico. Se repetía constantemente abrir la mente, poner atención a voces en la cabeza, buscar figuras holográficas entre los árboles o indagar en el cielo.

“Yo ya veo algo, pero eso no tiene forma de extraterrestre”. Gritó Sebastián Reinales, un estudiante de la Universidad Nacional que lleva un año en Conexión OVNI. El grupo exaltado trataba de buscar lo que Sebastián veía. “Es como un humano, mide más de dos metros y tiene piel pálida”, indicaba su compañero mientras apuntaba a unos arbustos, muchos de los allí presentes dispararon sus cámaras, aún cuando se pidió guardar todo equipo electrónico.

En las fotos sólo quedaban los reflejos de flash o los simples arbustos. Los guías indicaron que esto pasaba porque son seres cargados de energía lumínica y que al tomarles fotos se desmaterializan.

Algunos decepcionados no veían nada, y aunque el cielo ofrecía un gran paisaje de estrellas, ninguna se movió, acercó o cambio de color. Otros en su euforia, afirmaban tener otro tipo de experiencias. “Siento que algo está cerca de mí y me está hablando, pero no entiendo lo que me dice, es como otro lenguaje”, comentó Lalacateka, una joven de aproximadamente 26 años que no dio a conocer su nombre porque todos sus acompañantes la llamaban por este apodo. Ya eran las dos y media y se informó que el encuentro había terminado, que ya no se sentían las presencias.

Entre risas y anécdotas compartían sus historias los que habían tenido su primer encuentro o los que creían que los habían engañado. Ir a Tabio no fue al azar, entre los ufólogos esta es una zona rica en avistamientos, tanto que los indígenas lo nombraron Huaika, que significa “Puerta de los dioses”.

Chávez comenta que muchos no lograron ver o sentir nada porque no tenían su mente a disposición, que él vio por primera vez un OVNI en 1976, era de noche y tenía tan sólo 12 años. Algunos sintiéndose timados lo acusan de estar loco, pero contesta tranquilamente que no le afecta. “Yo he tenido encuentros con la Confederación Intergaláctica, y no debo probarle nada a nadie, algún día me darán la razón”.