Su creador Brendan Chilcutt quiere recuperar los fragmentos cautivos de muchas infancias, y se ha dedicado a recopilar sonidos emblemáticos de la tecnología de este tiempo.
Por ejemplo, La conexión a Internet por red telefónica, o el sonido de la cinta de un cassete VHS devorado por el útero de una JVC HR-7100 VCR de 1983.
Chilcutt planea continuar su labor museoáurica y luego desarrollar un lenguaje para reinterpretar los sonidos como composición binaria”. En su museo, las personas pueden empezar a jugar a componer música industrial, como si un gameboy, un tamagotchi o un viejo modem fueran instrumentos.
El museo de los sonidos busca crear memoria dentro de la nueva cultura del desecho y de las futuras generaciones, las cuales crecerán sin conocer los enérgicos sonidos que hacia Pac-Man al comerse sus cerezas “Waka Waka Waka Waka…”
Audio: www.urosario.edu.co/Plaza-Capital/swf/Nota-Plaza-Museo-de-Sonidos/