Cédula para animales y plantas en Colombia

Lunes, 03 Noviembre 2014 16:50
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Los Códigos de Barras de ADN empiezan a tomar fuerza en el país. Se espera que el trabajo de varios científicos colombianos permita identificar y clasificar a las más de 50.000 especies biológicas que se encuentran entre nuestra fauna y flora.

||| ||| Foto: Laboratorio de ADN|||
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En España, los dueños de mascotas caninas pueden saber con exactitud a qué raza pertenece su perro a través de un prueba de ADN, esto es posible gracias al servicio que prestan varios científicos. Pero desde el 2013 Colombia se ha unido a los cientos de biólogos que en todo el mundo ya están trabajando con una herramienta que les permite clasificar a cada especie por medio de su ADN. Aunque este proyecto parecido a la práctica comercial que se realiza en España, tiene una función social.

Uno de los propósitos de la herramienta, que funciona con una base de referencia genética en la que se almacena el ADN de diferentes especies biológicas y con esta información se puede saber el código de genético de plantas y animales, es ayudar a la conservación de especies en extinción,  prevenir delitos de contrabando y comercio ilegal de especies y colaborar en  investigaciones médicas y agrícolas.

Se trata de un proyecto que le asignará a cada planta y animal una huella genética única. Así, es como si ahora cada una de estas especies tuvieran un número de cédula que permitirá clasificarlas e identificarlas. La iniciativa se está desarrollando en alrededor de 30 países que están vinculados al Consorcio del Código de Barras de la Vida (CBOL) y el equipo encargado en el país está a cargo de la investigadora Mailyn González y lleva el nombre de IBOL Colombia.

Según Nubia Castillo, bióloga molecular de las Universidad de los Andes, cuando un investigador encuentra un organismo que hasta ahora era desconocido para él, comienza su clasificación buscando características anatómicas parecidas a las que se han encontrado en otras especies. Luego, se determina si estos parecidos se deben a un desarrollo evolutivo o a un compartimiento de ADN. Si se determina que las especies tienen genes en común, es porque los dos organismos están estrechamente relacionados. Así, los investigadores clasifican a estos seres en la misma categoría biológica o en una cercana.

Por ejemplo, las alas de un ave y una mariposa son a simple vista similar en forma y función. Sin embargo, son muy diferentes en el interior: las alas de las aves  tienen huesos, mientras que las alas de las mariposas no tienen ninguno, pues se mantienen rígidas gracias a la presión de fluidos. "Por casos como estos es que se deben hacer estudios de ADN y luego clasificación. En Colombia esto ayudará para identificar a través de un rastreo, desde qué lugar están intentando sacar ilegalmente un ave del país", explicó Castillo.

Para Marian Chamorro, estudiante de Ingeniería de Procesos, esta práctica resulta muy interesante ya que explora un campo poco trabajado en la ciencia. "Angelina Jolie, por ejemplo, se mandó a extirpar los senos porque en su ADN aparecía la probabilidad de desarrollar cáncer en esa zona; eso lo pudo saber gracias a su secuenciación de ADN. Es algo maravilloso y me parece muy interesante que el ADN de los animales y las plantas también nos arrojen resultados así", argumentó Chamorro.

En Colombia estas prácticas no tienen restricción legal pues no está atentando contra la vida de los seres con los que se trabajan. "Es como cuando tú vas al médico para hacerte un análisis de sangre para saber si estás bien, o como cuando alguien se practica una prueba de ADN para saber quién es su padre o madre", explicó la abogada penalista, María Rada.

Lo que los investigadores necesitan para la clasificación, en el caso de los animales, es una cantidad muy pequeña de sangre, y en el caso de las plantas, una hoja. Para la abogada, esto no implica ningún riesgo y espera que los aportes de estas investigaciones sean beneficiosas para Colombia, "confiamos en que quienes están adelantando este proyecto son personas capacitadas que tienen respeto por cada una de las especies que hay en nuestro país", concluyó Rada.

Sin embargo, aunque la herramienta prometa mucho para la ciencia, varios biólogos y taxónomos están preocupados por los resultados de la misma. Según Rocío Chaverra, ingeniera ambiental con énfasis en recursos naturales, esta iniciativa es muy ambiciosa, costosa y requiere de mucho tiempo, aún más en un país tan biodiverso como el nuestro.

Para algunos taxónomos esta herramienta simplifica las especies. La bióloga molecular Nubia Castillo, está de acuerdo en que en algunos casos los organismos son muy complejos para clasificarlos de una manera tan simple como la que se ha planteado, pero al mismo tiempo piensa que la clasificación de otras especies es importante para facilitar el uso o conocimiento de los perfiles más destacados.

Hasta ahora, el proyecto solo está tomando fuerza en el país y según el Instituto Humboldt, se han realizado estudios de ADN a alrededor de 300 de las más de 50.000 que hay en el país. Los investigadores esperan recibir apoyo económico del gobierno para seguir trabajando y brindar resultados positivos que se puedan utilizar también en la prevención de enfermedades debido a que hay ciertos animales transmisores de virus que todavía no se conocen.