El santadereano Luis Carlos Cifuentes es reconocido por ser un artista que hace retratos de personas con comida y acuarelas. Su creatividad y versatilidad lo ha llevado a ser reconocido como uno de los artistas más importantes de Colombia. Con sus obras intenta realizar homenajes y denuncias dependiendo del contexto social por el que esté pasando la sociedad. Una de sus obras más recordadas es el Mick Jagger que hizo sobre una oblea con arequipe cuando los integrantes de los Rolling Stones recorrieron el centro de Bogotá en donde el vocalista degustó el dulce capitalino. Plaza Capital habló con Cifuentes sobre su recorrido como artista y sus proyectos a futuro.
¿Cómo son sus inicios, siempre le gustó el arte?
Claro. Desde pequeño yo pintaba y trataba de hacer figuras con cositas y cualquier material que encontraba como plastilina, incluso antes de entrar a kinder ya me gustaba hacerlo y ese es el inicio no formal de la cosa. Durante toda la primaria y bachillerato mantuve el gusto por la pintura y el dibujo y me gané algunos concursos que hacían en el colegio. En el bachillerato me gustaba hacer dibujos de anatomía e incluso le hacía trabajos a algunos compañeros. Mayor empecé a trabajar en una compañia donde manejé los programas de diseño y ahí empezó a llegar la parte de ilustración digital y diseño gráfico.
¿Cómo definiría el arte?
Para mí el arte es una especie de lenguaje donde uno se puede expresar con lo que se hace, y expresar cosas que a veces no se pueden decir fácilmente con palabras. Es un medio de expresión, un lenguaje muy completo, con el que se puede comunicar uno con otras personas que no necesariamente necesita de las palabras, textos e idiomas, es un lenguaje visual.
¿Cómo relaciona la tecnología con el arte?
Cuando empecé mi carrera como diseñador gráfico, fue cuando apareció la vida digital y yo estuve trabajando aproximadamente por 15 años o más en ilustración digital e hice varios libros; capítulos de Cómic; ilustre varios libros de Daniel Samper y varias portadas y casi todo era hecho digitalmente. Siempre trate que ese arte digital fuera una representación de arte análogo, buscaba que se viera similar a un arte hecho con pintura y herramientas análogas. Luego le fui perdiendo el interés a lo digital y me concentré en pintar y al trabajar profesionalmente decidí quitar la parte digital y ahora estoy mucho más contento trabajando con materiales.
¿Cuál fue el primer cuadro que pintó?
Creo que fue un retrato de Luis Carlos Galán, en ese momento yo era ilustrador pero no había dado el paso hacia la pintura. Me acuerdo que un amigo tenía un matrimonio y se me ocurrió hacerlo como regalo y de ahí en adelante la gente empezó a pedirme. Yo seguí, arme mi estudio, mi taller y hasta ahora no he parado.
¿Cuál es el proceso para armar un cuadro?
Primero hago los bocetos de los cuadros digitalmente, al igual que algunos temas de color. Me demoro alrededor de una semana haciendo una obra
¿Con los colores que implementa en sus obras busca recrear la personalidad de sus personajes?
Sí, busco a veces destacar rasgos de su personalidad o por lo menos lo que a mi me transmite el personaje. Todo eso empezó con una serie que hice que se llamaba Sinestesía en la que se trataba de mezclar los sentidos, hice músicos y más o menos le daba el color al personaje por la música que estaba oyendo, ese fue el recurso que utilice. Pero después lo seguí usando sin importar que los personajes fueran músicos.
¿Cómo son los comentarios que recibe en las redes sociales?
Casi siempre son positivos, raramente hay comentarios negativos. Pero, es muy interesante ya que ahora inicié a trabajar con una serie de comida y eso se ha vuelto muy viral, entonces generalmente hay mucha aceptación. Aunque, como pinto personajes a veces el comentario no va en contra mía sino contra el personaje. Por ejemplo, hice a Maduro (Presidente de Venezuela) en harina pan y la gente no entendió que era una crítica y pensaron que yo le estaba haciendo un homenaje.
¿Con su obra intenta crear una denuncia al personaje o el contexto social?
Sí, hablando de los distintos materiales como los alimentos trato que haya un link entre el material y el personaje y algunas veces con el tema social pero no siempre. A veces creo una relación humorística o un homenaje como lo hice con Nairo Quintana, entonces no necesariamente es una crítica o una denuncia. También, a Yossimar Calvo lo dibuje con Milo e hice un video de movimiento en que habían más de 100 dibujos.
¿Cuál cree que es la obra que más le ha gustado a su público?
Cada trabajo que subo una obra a las redes, logra un tope entonces no los tengo comparados. Pero puede ser una oblea que hice de Mick Jagger con arequipe.
¿Cuál es la obra que más le ha gustado realizar a usted?
Hace unas semanas hice un retrato de Woody Allen que me gustó mucho. Pero, casi siempre cuando termino el retrato me gusta y luego pasa un tiempo me deja de gustar y luego vuelven y me gustan. Es muy raro porque va cambiando dependiendo las cosas en las que esté concentrado en ese momento porque yo cambio mucho de técnica, a veces pinto en acuarela, en acrílico o con comida. Entonces, dependiendo un poco de eso voy teniendo amor o desamor a lo que he hecho.
¿Por qué inicia a trabajar con alimentos?
Yo trabajé en Soho durante 12 años, y ahí ilustraba en uno de esos trabajos tocó hacer un artículo sobre Pablo Escobar y yo me pregunté cómo hacerlo y decidí hacerlo con harina simulando que era coca y ahí fue el primer intento de hacer ese tipo de cosas. Hubo un tiempo que pare. Pero, una empresa llamada Starbucks me pidió una obra para el café que queda ubicado en la calle 93, esa obra mide 6 metros por 6 y medio y también está hecha en café. Luego inicié a probar diferentes formatos como con platos.
¿Qué pasa con las obras hechas en comida?
Algunas veces las dejo por ahí y duran un tiempo, como es comida, los chocolates y eso se secan. Pero, es un arte efímero la idea no es que dure y se quede por ahí, yo no he intentado plastificarlo ni echarles laca para que se conserve. Porque parte de la cosa es que tengan una vida como la de las redes sociales, la obra en sí misma no es la obra sino que es el video que uno creó con la obra o la foto, esa es la obra. Incluso el año pasado hice una galería y lo que la gente compraba eran las fotos de las obras.
¿Con qué prefiere trabajar óleo o comida?
Son dos cosas muy distintas, por ejemplo el color no se puede reemplazar con comida y el material en el caso de la comida habla y es parte del contenido de la obra. Entonces eso tampoco se puede sustituir por un Óleo, ya que simplemente es un material plástico que se utiliza y tiene una gran facilidad de uso. Pero con él no puedes hablar.
¿ Cuánto cuesta una obra suya?
Depende. Con la galería tienen un precio y digamos la series de retratos hablados estaban entre tres millones y siete millones de pesos y ese es el rango más o menos.
¿Qué prefiere hacer obras grandes o pequeñas?
Siempre estoy entre esos dos bordes me gusta lo muy grande y lo muy pequeño, el formato mediano es interesante pero me gustan más los extremos.
¿Haría alguna obra con relación a los feminicidios?
Yo hice una obra de la denuncia en la alimentación de los niños Wayuu, pero no, no he hecho nada sobre el feminicidio. Me parece un tema muy delicado y no sé la verdad cómo hacer esa denuncia, sin que la gente piense que uno está siendo un poquito oportunista y me parece que es un tema muy difícil de abordar, porque es un problema de enfermedad de las personas que hacen esas cosas.
¿En qué está trabajando actualmente?
Ahorita tengo un proyecto de hacer escultura con alimentos y sigo manteniendo la línea de hacer retratos con acrílico y acuarela.