La junta de jóvenes del barrio Margaritas de Kennedy, en el sur de Bogotá, desde hace un año pide que se les escuche sus denuncias sobre un lote que es usado por el Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) para verter los lodos de todos los desagües de la ciudad. Este botadero está ubicado a media cuadra de los apartamentos Las Margaritas y está afectando la salud de la localidad.
El alimentador Porvenir 1-8 se detiene en la segunda parada. Al abrirse las puertas se ve el barrio Margaritas de Kennedy. No hay mucha gente, por lo que los pasajeros bajan con tranquilidad. Desde que se abrieron las puertas el olor persigue a las personas. Nadie se tapa la nariz y los que no son de este barrio, tampoco lo hacen por respeto a los ciudadanos de esta localidad.
Este barrio es reconocido por el olor nauseabundo y putrefacto a alcantarilla abierta que no es coherente con la limpieza de sus calles: al caminar por ellas no se encuentra ni un papel en el suelo. El botadero de lodo está a media cuadra del paradero del alimentador.“Desde hace 15 años se está utilizando el lote Gibraltar para verter los lodos de las alcantarillas que traen los vactor, que son carros que extraen toda la basura de las alcantarillas. Pero ahora vive más gente y hay más urbanizaciones cerca", expresa Carolina Rincón líder del colectivo Gibraltar por el medio ambiente.
"Todas las mañanas tenemos que aplicar pesticidas porque aparecen muchos zancudos por los malos olores. Estos animales están muy infectados y tenemos que estar llevando a los niños al médico para que no se enfermen”, dice Julieth Rodríguez, madre que vive en los apartamentos Las Margaritas que queda cerca del botadero de lodos. Al estar más tiempo en el barrio, el ambiente ya no es tan denso pero las náuseas aparecen para el que no está acostumbrado a estos olores.
"El 27 y el 28 de febrero se realizó un plantón para que no entraran más los vactor al lote Gibraltar. Al mismo tiempo, esta protesta se hizo para que el Ministerio De Salud se preocupara más por este problema ambiental del basurero que causa erupciones y brotes en la piel ", explica Rubén Palacios quién es uno de los ciudadanos afectado.
Una de las madres que está en la puerta de los apartamentos Las Margaritas le pide el favor a Santiago Méndez, su hijo, que se suba un poco la manga de la camisa para que se le pueda ver el brote que tiene. Otra madre que está cerca a Santiago, al ver las erupciones producidas por las picaduras de los zancudos, pone una cara de escalofrío y repulsión. “El Hospital Del Sur ha hecho unas visitas para determinar la causa de las yagas. Por el momento no han dado respuesta, pero cuándo se llevan a los niños a consulta de EPS, los doctores indican que el causante de esas erupciones es algo en el ambiente", dice Marcela Garzón, madre de Santiago.
Son las siete de la maña y se ven niños corriendo. La entrada a clases en su Colegio Distrital De La Upz De Bolivia hace que los estudiantes vayan de afán. Pero por la calle que bordea el botadero de basura no se ven niños ni estudiantes corriendo. Está completamente sola. Julián Camilo Barón, quien es un estudiante de grado 11° del colegio, comenta: “yo prefiero no pasar por esa zona porque es muy insegura y huele muy mal. He sido víctima de varios robos, pues como siempre está llena malos olores nadie se queda allí y eso lo hace un terreno muy solo.".
"El predio Gibraltar, ocupa un área de 57 hectáreas y tiene todos los permisos y licencias para verter los lodos que se traen en los vactor. También este predio está controlado por el ministerio de ambiente y constantemente se le hacen visitas", dice Javier Verdugo funcionario de la zona 5 del Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB). Camilo Pion un ecologista que toma fotos para la página en Facebook del colectivo Gibraltar comenta: “aquí las diferentes entidades no ven el problema ni huelen nada. Pero los estudios como el que se hizo en la Universidad Distrital desarrollan otras teorías. En esa investigación dice que la contaminación ha generado gases y olores por la descomposición de los residuos”.
Ya son las 12 a.m. y el olor del ambiente no parece cambiar en todo el día. "Pero cuando llueve es peor el olor ", dice Camila Gonzales, una habitante del barrio.Todos los martes a las 7 p.m. se reúne la junta de jóvenes en el salón comunal de los apartamentos Las Margarita, para hablar con los abogados Diana Ochoa y Carlos Ortiz de los avances de este problema.
Ya es la 1:00 p.m y Carolina Rincón, una de las integrantes de este colectivo, va a encontrasrse con una funcionaria del Hospital Del Sur para hablar sobre las enfermedades que está causando este botadero. Carolina va a tomar el almentador 1-8 al otro lado de la calle. No hay semáforos que permitan cruzar con tranquilidad por lo que pone un pie debajo del anden, y otro arriba en repetidas ocasiones. Después de unos cinco minutos un carro rojo se detiene y ella finalmente puede cruzar.
Hay varias personas esperando en ese es el lugar donde se espera el SITP o el alimentador 1-8. Carolina Rincón se ubica en la parte de atrás del montón de personas para coger el alimentador que la llevará al portal de las Américas. La espera se hace larga y más cuando se respira "olor a popo", como dice Carolina.