Las niñas gitanas se divierten danzando al ritmo de la música que producen sus padres y familiares con guitarras, acordeones y un par de violines. Los colores rosado, lila, morado y azul de sus faldas adornan el alegre espectáculo musical. Detrás de ellas, una gitana con un largo vestido amarillo mueve su cadera casi con la misma sensualidad  y destreza con la que desliza un delicado velo rojo entre sus brazos.

Los Gashé (hombres y mujeres que no tienen sangre gitana) presentes en la celebración observan con admiración la armonía y belleza de los bailes. Aquellas danzas que indudablemente hacen parte de la cultura inmaterial que el pueblo Rom quiere proteger del desarraigo.

En Colombia hay casi 5.000 gitanos o Rom en su lengua Romanés, que buscan ser reconocidos como patrimonio nacional, para que dicha cultura inmaterial representada principalmente por su música, danzas, gastronomía y dialecto propio tenga el reconocimiento que ellos consideran ausente.

Aunque los Rom todavía no son reconocidos como patrimonio, el Estado los identifica como etnia, por lo tanto debe proporcionarle las mejores condiciones posibles para su conservación, entre ellas: la celebración de sus fechas históricas.

El 8 de abril es la fecha oficial del día internacional del pueblo Rom. En esta oportunidad la Asociación Colombiana de Ingenieros fue el lugar elegido para la conmemoración, donde se reunieron representantes gitanos de varios departamentos y municipios colombianos.

También hizo presencia el Ministro del Interior y de Justicia Germán Vargas Lleras, junto al director de asuntos indígenas, minorías y Rom Pedro Santiago Posada y a la asesora de la Ley de víctimas Silvia Delgado.

Entre los participantes gitanos se encontraban integrantes del grupo Prorom y de la Unión Romaní, los dos interesados en alcanzar el nombre de Patrimonio. En estas dos asociaciones se dividen los gitanos en Bogotá, por razones únicamente ideológicas. Lo que puede evidenciarse en la manera en que entienden el día Internacional del Pueblo gitano.

Para los integrantes de Prorom, el 8 de abril es un día en el que celebran el hecho de ser parte de un grupo étnico universal y de compartir una identidad gitana. Por su parte, la Unión Romaní considera que esta fecha es solamente una conmemoración de la masacre cometida contra los gitanos en la Segunda Guerra Mundial, una remembranza que no celebran. Por esta razón los bailes y las presentaciones musicales del día sólo estuvieron a cargo del grupo artístico Amé le Rrom de Prorom.

La búsqueda de de los gitanos por ser considerados patrimonio incluye un reconocimiento estatal que los proteja de cualquier tipo de violencia. Esto se podría realizar a partir de garantías que les permita desarrollarse como cultura diferenciada, por ejemplo en cuanto al tratamiento de su salud y educación en territorios de riesgo.

Ante esta petición, el Estado está protegiendo a los Rom a partir de la Ley de Víctimas. La cual busca preservar los derechos de reparación de los gitanos que se han visto afectados por el conflicto armado colombiano y que necesitan asistencia especial.

Según algunos representantes Rom que asistieron a la conmemoración del 8 de abril, como Sandro Mendoza de San Pelayo Córdoba, su pueblo quiere “conservar las formas de trabajo tradicionales, para que la violencia  no acabe con la cultura”, afirmó el líder gitano.

Para la representante legal de la Unión Romaní Luz Stella Moreno, la búsqueda del reconocimiento como patrimonio  ha representado un trabajo de cinco años, que apenas está comenzando.

“Ya tenemos un puente comunicativo entre los Rom y el Estado que  antes desconocía la cultura gitana y que poco entendía sus necesidades. Logramos aterrizar la inversión de recursos del Ministerio del Interior en verdaderos beneficios para los gitanos en materia de salud y vivienda”, afirmó Moreno, quien a pesar de que no tiene sangre Rom, ha convivido toda su vida con dicho pueblo y conoce a profundidad su cultura.

El canto del himno gitano en lengua Romaní fue presenciado por el Ministro Vargas Lleras, quien aseguró que los gitanos colombianos podrán contar con el apoyo económico del Ministerio para sus proyectos comerciales y con privilegios diferenciales para su etnia.

Entre las exenciones que reconoce el Ministerio del Interior para los Rom, está que sus hombres jóvenes no presten servicio militar, dado que esto atenta en contra de su visión pacifista del mundo y en resumidas cuentas en contra de su código cultural.

De esta manera se da un primer paso hacia un verdadero reconocimiento estatal que garantice la permanencia de la cultura gitana como patrimonio nacional. Esta búsqueda constante, en lugar de opacarse por las dificultades que ha tenido la presentación del proyecto de ser reconocidos como patrimonio, se ha convertido en un logro futuro del pueblo Rom cada vez más visible en Colombia.