En el festival se ofreció un panorama completo de diferentes géneros como películas independientes, animaciones y comedias. La selección de las películas y del jurado se efectuó bajo el criterio de “representar lo mejor posible la diversidad del cine francés y así ampliar su acceso”, comentó Sébire, organizador del festival. Y a demás, el festival dio a los directores y también al público, la oportunidad de “comparar los dos cines y alimentarse de otra cosa para que el cine colombiano, que vive su época dorada, se nutra”, agregó Antoine Sébire.

Precisamente, este evento fue un espacio “enriquecedor para la cultura bogotana, sobre todo para los jóvenes que encuentran en estas iniciativas un espacio alterno en lo que a cultura se refiere”, dijo Michelle Gracia, asistente al festival. Según Antoine Sébire, actualmente se esta viviendo la edad de oro del cine colombiano la cual es fruto de la ley del cine de 2003.

Para el organizador, esta ley “es un sistema muy eficaz”, explicó Sébire, pues da las estructuras de apoyo a cine nacional y gracias a esto “florece” un gran número de producciones colombianas Con la ley 814, más conocida como la ley del cine, aumentó el desarrollo y el fomento del cine nacional y “permitió a los pequeños productores que trabajan independiente, haciendo cine con las uñas, llegar a realizar sus películas de largometraje en los diferentes géneros, mejorando y dándose a conocer en otras plataformas y ventanas de exhibición”, afirmó Javier Ortiz, gestor distrital de cultura del área audiovisual.

Dentro del marco del festival fue posible un intercambio de ideas entre los directores nacionales y directores franceses, para que así nazcan coproducciones entre los dos paises. Gracias a esta oportunidad se “permitió conocer otras técnicas y otras formas de narrar a través de la imagen”, comentó Ortiz. Sin embargo, no todos ven con optimismo el cine colombiano.

Para Gonzalo Rivero, asistente al festival “el cine colombiano le apunta a ser taquillero y comercial. Aunque existen buenas producciones, las películas que se dan a mostrar son las comerciales que no son la gran cosa”. Aun así, para Sébire el cine nacional tiene un buen despegue que promete mucho, “aunque aún no tenga una influencia significativa en Francia”.