Tristán fue una activista francesa que a finales del siglo diecinueve trabajó en una fábrica textil en condiciones lamentables, donde la obligaron a casarse con su jefe y tuvo que parir en contra de su voluntad. Después reflexionar sobre el abuso, ella decide escapar y hacer un peregrinaje para luchar por las causas de los obreros y las mujeres guiada más que todo por la filosofía marxista.
Audre Lorde, en cambio, fue una figura representante del feminismo negro y lésbico durante los años sesenta en Estados Unidos. Lorde, además de sufrir discriminación por su color de piel, vivió en carne propia la homofobia y el machismo. Ella hizo grandes contribuciones a una nueva corriente dentro del feminismo con sus trabajos escritos y pudo visibilizar los problemas que vivían las mujeres negras en particular durante esa época. También, se desempeñó como profesora y poeta.
Junto a ellas, son muchas las mujeres que en la actualidad siguen en pie de lucha por lograr un mundo más justo en este esfuerzo interminable por el reconocimiento.