La primera reforma a la justicia planteada por Iván Duque es que las campañas de los cuerpos colegiados, es decir la Cámara y el Senado de la República, serán financiadas por el gobierno y solo se permitirán listas cerradas y los partidos que no alcancen un mínimo de votos tendrán que devolverle los fondos al Estado. De igual manera, plantea hacer lo mismo con las campañas presidenciales.
Duque propone acabar con las reelecciones vitalicias a nivel nacional y regional. Ningún senador, representante, concejal y diputado podrá ser reelegido más tres veces. Se pensaría que son periodos consecutivos, pero para el aspirante es indiferente si los periodos son seguidos o en diferentes periodos electorales.
En materia regional, el ex senador propone que las campañas a gobernaciones y alcaldías solo podrán recibir aportes, es decir donaciones y financiamiento, de ciudadanos. Y que cada persona podrá donar hasta llegar a un monto máximo.
Por ejemplo, para las elecciones parlamentarias de 2018, ningún candidato podía superar la suma de 884,1 millones de inversión en su campaña. Para los candidatos a la presidencia, podrán invertir hasta 24. 235 millones de pesos en primera vuelta, y en segunda vuelta no podrán sobrepasar los 6.598 millones de pesos. Los candidatos a la presidencia tienen una particularidad y es que reciben un anticipo de 6.598 millones de pesos. Estos datos llevan a pensar que el sistema electoral colombiano ya respalda, parcialmente, a los candidatos a la presidencia, aspecto que dejaría sin piso una parte de la propuesta de Iván Duque.
Pedro Mora Jaramillo es diputado de la Asamblea de Norte de Santander por el partido de la U, hace tres periodos, opina que esas propuestas pueden ser coercitivas para la democracia regional.
Sacar a las empresas de las donaciones regionales puede aumentar la corrupción puesto que pueden ocultarse “dineros cuestionados” bajo el formato de personas naturales. Para el diputado, obligar a listas cerradas va en detrimento a la justa competencia.
Para él, uno puede compartir los lineamientos del partido y por obtiene el aval del mismo, sin embargo, cada quien debe ganarse su escaño en justa competencia. Es decir, que una cosa es la ideología del partido, otra la selectividad que puede haber al conformar una lista cerrada.
Mora propone respetar los periodos electorales, en el sentido de que ningún político regional pueda renunciar a su escaño para aspirar a alguna elección de circunscripción nacional.
Tenues novedades electorales
En teoría, los aspirantes están en la obligación de declarar todas las donaciones a su campaña electoral y existe un tope que no pueden sobrepasar.
Marta Pérez fue magistrada auxiliar de la sala electoral del Consejo de Estado durante 13 años, recuerda que hay topes electorales y el deber de presentar cuentas claras y transparentes. Para ella, la solución no está en financiar las campañas con dinero público, premisa que considera inviable financieramente y éticamente. Por otro lado, es preciso recordar que los votos ganados por los políticos se reponen con dineros públicos en Colombia, en el congreso se pagó a 5.642 pesos cada sufragio.
Así mismo, esgrime que el sistema electoral está suficientemente bien regulado en el papel y que lo faltante son mecanismos más rigurosos para controlar los estados financieros de las campañas. Pérez opina que hay que bajar los topes y crear mecanismos que generen alertas cuando las donaciones se disparen o sean difusas. En otros términos, es preciso fortalecer y blindar a la Registraduría para evitar la corrupción electoral. En la práctica jurídica, dichos cambios implicarían una reforma al sistema electoral del país que arranca en la Constitución de 1991.
Llama la atención que Duque no propone ninguna reforma a la Registraduría y al Consejo Nacional Electoral (CNE), donde yacen las raíces del problema de corrupción en las campañas políticas, pero sí propone reformas al mecanismo electoral. En otros términos, hay propuestas hacia la estructura, pero se declaran desiertas las propuestas a quien vigila las compañas electorales.
Disciplinar de mano con lo penal
Disciplinariamente, Duque propone que las empresas, así como los funcionarios públicos que sobornen o reciban coimas serán inhabilitados para obtener cargos públicos o contratar con el Estado. Así existen más de cinco propuestas. No hay aclaración del tiempo en que serán sancionadas las empresas y los funcionarios que sobornen o reciban los mismos. Teniendo como precepto que esos delitos son tipificados y sancionados disciplinariamente y penalmente, se asumirá que el candidato habla de sancionarlos perpetuamente. Es menester aclarar que en la actualidad el artículo 407 del código penal ya dicta que quién reciba sobornos, como quién soborne incurren el mismo delito, de manera, que este paralelismo no refleja mayor novedad.
Clara Ivy González Marroquín, Procuradora Delegada ante la Vigilancia Judicial, administrativa y policía judicial durante cinco años, hace varios reparos a la propuesta disciplinaria de Duque. En primer lugar, esgrime que es menester separar el delito penal como lo es el soborno y las conductas disciplinarios falladas por la Procuraduría General de la Nación. Así mismo, aduce que, si bien puede haber procesos paralelos entre la Procuraduría y Fiscalía, muchas veces no son complementarios.
Aclara que para que el candidato de Centro Democrático pueda llevar a cabo su propuesta es menester reformar el código disciplinario que rige en Colombia. Hoy en día la máxima inhabilidad que contempla el código disciplinario son 20 años, es decir, que Duque tendría que reformar la máxima inhabilidad para volverla perpetua. Por otro lado, aduce que de volver perpetua la sanción, tendría conflictos con la Constitución puesto que esta no contempla ninguna sanción vitalicia.
Respecto a lo penal, esgrimió que los ciudadanos condenados por el delito de cohecho son juzgados con penas de uno a 15 años y que con las rebajas pueden llegar a oscilar entre 6 años. Aquí hay un fenómeno semejante al disciplinario, las personas que paguen su pena pueden volver a aspirar a cargos públicos, salvo cargos dignatarios que exigen no haber tenido una condena penal. Ahora bien, inhabilitar con cadena perpetua al condenado, para González, exige una revisión a la Constitución.
Sin embargo, modificar la Constitución requiere desencadenar un engranaje democrático avasallador, donde muchas veces ni siquiera alcanza el periodo presidencial. Otra afronta para el candidato Duque es que ya las medidas son severas, una inhabilidad de 20 años puedo acabar con la carrera del funcionario público o de quién administre dineros públicos. Por consecuencia, si los corruptos en la actualidad no piensan en aquellos 20 años de inhabilidad, que ya son muchos, poco probable sería que la condición vitalicia los amedrentará.
Expulsar a los políticos de los despachos públicos
Frente al clientelismo y la burocracia, Duque propone que los miembros del congreso solo podrán visitar los despachos públicos, invitados por comunicación pública. Cuando los senadores y representantes piden favores, lo pueden llevar a cabo en un café o sus mismos despachos. Así mismo que los condenados por algún delito relacionado con corrupción perderán el beneficio de la casa por cárcel.
Philippe Nalppas es abogado de la Universidad de La Sorbona de París y especializado en ética y democracia del mismo claustro. El académico opina que la anterior propuesta es limitada y obsoleta en su esencia y usa un símil para argumentar su propuesta. Habla de l ex fiscal anticorrupción Gustavo Moreno y apela al sentido común, cuando pregunta si alguna vez recibió plata en su despacho de la Fiscalía. Todo lo contrario, ya que las pruebas demuestran que los dineros se entregaban en apartamentos. Avala la noción de las visitas por invitación pública, no obstante, dice que se queda corta para combatir el clientelismo, burocracia y nepotismo. A su vez, propone fomentar la meritocracia y ser severos con el corrupto, por consecuencia, celebra la propuesta de eliminar el beneficio de la casa por cárcel
Una Corte de Justicia residual
Una de las propuestas de Duque, en los medios de comunicación, es unificar todas las cortes. Cuando lo atacan con ello en los debates, dice que solo quiso abrir el debate nacional entorno al tema. En su página de propuestas dicha premisa es inexistente.
En aras a concluir, problemas como la silla giratoria, las favores electorales en las cortes y el sistema de elección de los magistrados, son inexistentes en la página del aspirante Iván Duque.