“Bogotá Recicla” es una de las iniciativas que hace parte del programa Basura Cero puesto en marcha por el gobierno de Gustavo Petro. En este, uno de los objetivos era la inclusión de la población recicladora en el esquema de aseo de la capital.
Se pretendía poner a operar 60 bodegas de reciclaje oficiales, 60 empresas que administraran las bodegas y que estuvieran conformadas por recicladores de oficio y seis parques de reciclaje. Además, estructurar el sistema de recicladores y recuperadores, de tal forma que todas las personas del gremio participaran y sus familias se vieran beneficiadas.
Aunque hasta el momento solo se ha consolidado el 65% de las bodegas para procesar el reciclaje, “este es un paso muy grande en la consolidación de las organizaciones de recicladores de oficio en la ciudad y lo hemos logrado con un gran esfuerzo y con el apoyo de los mismos recicladores, que han puesto todo su empeño y dedicación en seguir la ruta del emprendimiento”, señaló Lucía del Pilar Bohórquez, directora de la Uaesp.
El plan de la Alcaldía de Petro está encaminado a que las 1200 toneladas de reciclaje que se producen en Bogotá sea recogido, seleccionado y procesado por recicladores uniformados y carnetizados que pertenezcan a organizaciones legalmente aprobadas por la Uaesp. “Hasta el momento los recicladores si hemos participado del proyecto como se nos prometió, la inclusión se ha hecho real. Sin embargo, por el momento solo tres mil recicladores se encuentran trabajando para la Uaesp y somos 17 mil”, aseguró Nohora Padilla, directora de la Cooperativa de Recicladores de Bogotá.
El proceso de inclusión está divido en cinco etapas. La primera llamada “Promoción de la Asociatividad” consiste en la integración del gremio para que el trabajo sea en equipo y no haya inconvenientes en la repartición de las labores. La segunda: “Fortalecimiento organizativo y empresarial”, en la cual se distribuyen tareas y las localidades en las que trabajará cada asociación de recicladores.
El tercer momento es el de la “Formación y asistencia técnica, empresarial y social de los recicladores”, en el cual se les enseña cómo es el proceso de aprovechamiento del reciclaje y cómo lo deben manipular. Por último se vinculan a los hijos de los recicladores a programas de erradicación de trabajo infantil y se les entrega una certificación que aprueba sus competencias laborales.
A pesar de que se ha puesto en marcha el proceso de inclusión, los censos que ha realizado la Alcaldía han tenido que ser rectificados en varias ocasiones. Inicialmente la Uaesp había censado 14.414 recicladores, pero “tuvieron que rectificar la cifra porque habían personas registradas dos veces y otras coladas que nunca habían reciclado. Le estaban dando la mano a personas que no eran de nuestro gremio”, aseguró uno de los recicladores que pertenece a la Asociación de Recicladores de Bogotá ESP, quien además agregó que la falta de comunicación entre la Alcaldía y los recicladores ha causado el desorden al interior del gremio.
Padilla considera que el modelo “Basura Cero” ha cumplido con el objetivo de incluir a la población recicladora en el manejo de basuras. Sin embargo, aún falta mucho para beneficiar a las 11.500 familias a las que se les prometió inclusión y por ello “si Petro es destituido y el decreto se anula, se pasaría de nuevo a un esquema de libre competencia, donde no hay espacio para los recicladores y nos preocupa”, dijo padilla.