¿Quién es Julián Felipe? Es el primer abogado y político de la familia bogotana Triana Vargas que espera pasar a la historia del país al convertirse en alcalde de su ciudad y presidente de Colombia. Él sabe que esta no es tarea sencilla, por lo que empezó ganando seguidores desde que la red social TikTok fue una realidad en 2020, espacio que le sirvió para convertirse en influencer y llegar a otras plataformas como Instagram.
Sin pelos en la lengua, en cortos videos les exponía a sus seguidores temas de interés político donde enmarcaba su opinión e informaba sobre la actualidad de la ciudad y del país. Desde ese momento supo que no era descabellado arrancar una carrera política que hoy día abarca su cargo como edil de Fontibón en el periodo 2020-2023, donde lideró proyectos como la construcción de la Biblioteca Pública y la creación de la primera Mesa Local de Huerteros y Huerteras y, actualmente, a sus 30 años, es concejal de Bogotá e impulsa iniciativas como la Bancada por la lectura y la escritura en la ciudad.
Julián Felipe es poco de hablar del pasado o de sí mismo, pero recalca que la relación con sus padres ha sido fundamental para su vida. Con su madre, quien lo tuvo a los 21 años, siempre ha mantenido una conexión muy estrecha y “bonita”, viviendo juntos hasta hace poco. Por otro lado, su vínculo con su padre, aunque menos cercano, ha sido igualmente significativo, siendo él quien lo recogía todos los domingos para pasar tiempo juntos.
Además de su amor por la lectura y los videojuegos, Julián disfruta de una rutina llena de actividades. Los fines de semana, a pesar de tener debates en el concejo, siempre intenta reservar un momento para leer y asistir a conciertos o eventos deportivos con sus amigos.
Este abogado de la Universidad Sergio Arboleda con maestría en Estudios sobre Desarrollo de la Universidad de los Andes afirma con aires nostálgicos que su infancia fue “muy feliz”. Una de sus anécdotas más preciadas se remonta a sus seis años, cuando por primera vez fue al estadio El Campín para ver a su equipo favorito: Millonarios. Ese día, cargado de confianza, el pequeño Julián Felipe anticipó el resultado de un penalti que les pitaron a favor en el último minuto del partido.
“Me llevó mi tío y mi primo, estábamos 0-0. Yo sabía que iban a botar el penalti, lo dije en voz alta. Por supuesto, toda la gente se puso un poco furiosa conmigo porque lo había bufado”, afirma al recordar una de las pocas historias de su pasado que decide revelar solo porque marcó el inicio de su pasión por el fútbol, un ritual que aún comparte con sus amigos.
Las motivaciones para seguir su carrera
Desde su llegada a la política se sintió satisfecho por la posibilidad de materializar sus ideas y promesas en beneficio de la ciudad. Sin embargo, expresó que lo más difícil es lidiar con la carga emocional, el odio y la frustración que a veces genera esta profesión. “Lo más difícil de estar en la política ha sido sobrellevar la carga emocional que conlleva. El odio que se genera, la frustración que a menudo se siente al ver que las buenas ideas que tienes para la ciudad simplemente se quedan en los debates sin trascender (...) Es cierto que eso es normal en la democracia, pero no por ello deja de ser desgastante emocionalmente”.
Inspirado por personas trabajadoras, soñadoras y honradas como su madre y su padre, Julián también admira a líderes políticos como el expresidente uruguayo, José ‘Pepe’ Mujica (2010-2015), quien para Julián demostró que “la política puede hacerse con austeridad y servir de ejemplo”.
Anna Robledo, su jefa de prensa, describe a Julián como un “tipo al que siempre se le puede hablar”. De hecho, una de las frases que más le gustan de él es: “Todo lo que yo digo en privado lo puedo sostener en público” y recalca que, para ella, a diferencia de otros políticos Julián tiene una sola personalidad.
Por su parte, Alejandro Torres, quien lo conoce desde el colegio y con quien actualmente trabaja en la Junta Administradora Local (JAL) de Fontibón, afirma que uno de los retos más grandes de trabajar con Julián es siempre estar innovando. Lejos de seguir los métodos convencionales, este concejal busca renovar constantemente sus enfoques, apelando a temáticas que suelen pasar desapercibidas, pero que para él son de gran relevancia para la ciudad.
“Hacemos política apelando a que la gente visibilice cosas que nos tienen muy normalizadas”, dice Torres. Entre estas prioridades se encuentran cuestiones como la salud mental, el bienestar animal y las problemáticas medioambientales, “abordadas desde una perspectiva cercana a las necesidades reales de los bogotanos”, agrega.
A pesar de estar rodeado de muchas personas en el mundo virtual y físico, incluso en su círculo más cercano de familiares, amigos y seguidores debido a su rol como concejal e influencer, Julián expresa que su mayor miedo es la soledad no deseada. Plaza Capital habló sobre sus temores y otros temas para conocer más sobre su vida personal y su relación con la política.
¿Cuál es su mayor miedo?
La soledad no consentida. Me gusta y me llevo bien con la soledad, creo que crezco mucho en ella, pero la soledad no deseada, el no querer estar solo y no poder no estar solo. Es duro, Borges escribió mucho sobre la soledad y siempre hablaba con mucho miedo también de la soledad no consentida. Me refiero a la soledad que se experimenta en la cárcel, la que sientes cuando pierdes a seres queridos, la del exilio forzado. Existen tantas formas crueles de soledad que pueden abrumar al ser humano.
¿Cuál es el momento más difícil que ha tenido en su vida y cómo lo superó?
El momento más difícil que he tenido fue cuando habíamos ganado las elecciones para ser edil de Fontibón el 27 de octubre de 2019. Fue uno de los momentos más felices que he tenido, tenía un equipo de voluntarios muy pequeño que fue con los que hice toda la campaña. Entre ellos, David Sabaleta quien se convirtió en uno de mis mejores amigos, pero el 2 de noviembre,5 días después de haber ganado las elecciones murió porque se cayó del balcón de un décimo piso.
Recibí una llamada de madrugada y fue como la vida recordándome que cuando ganas algo también tienes que estar dispuesto a perder muchas otras cosas, incluso más valiosas. Y, nada pues lo superé trabajando mucho con las causas con las que habíamos trabajado por David que era un chico ambiental y muy líder que fueron mis banderas más poderosas en la JAL y perder un amigo se supera con muchos amigos más. También, como que llegan a abrazarte el corazón.
Si no hubiera elegido una carrera política ¿en qué cree que estaría ahora?
Estaría en lo que espero estar un día que es escribiendo libros, me gusta mucho escribir seguramente si no hubiera dedicado a la política, me hubiera dedicado al periodismo o a la literatura.
¿Tiene un libro en mente que le gustaría escribir?
Muchos, tanto que quiero escribir un libro muy “top” sobre la política que les llegue a los jóvenes y que los motive a meterse en la política, pero no puede ser un libro de la sociología del poder, sino que tiene que ser un libro “top” de la política.
¿Cómo cree que ese libro romperá con el miedo que tienen los jóvenes de meterse en política?
Las cosas en la vida hay que hacerlas “sexys”, leer debe dejar de ser ñoño y debe ser “sexy” para que la gente comience a motivarse a leer y lo mismo debe pasar con la política. Si tú la entiendes como ese momento o esa lucha hegemónica donde diferentes posturas discuten sobre cuál debe ser la ciudad o el país querido, pese a ser una narrativa real en la política, es algo aburrido. Si tú en cambio hablas de que la política es un escenario en donde puedes hacer que tus sueños y los de los demás se hagan realidad creo que también estás hablando con la verdad, pero desde otro lenguaje. Entonces, yo creo que hay que hablar de eso ¡Me gusta el tema!
Usted dirige la Fundación Macondo Libre, teniendo en cuenta eso ¿qué importancia le da a la educación y el acceso al conocimiento en el desarrollo de Bogotá?
Mucho, por las brechas de acceso a la lectura o de acceso a la educación es que comienzan las brechas de desigualdad en una ciudad como Bogotá y las brechas de desigualdad se terminan materializando después en la inseguridad, que haya personas que roban a las otras, para mí disminuir esa brecha es muy importante en Colombia.
Las brechas comienzan con quienes pueden acceder y quienes no a la universidad y cuando las universidades premian las capacidades los puntajes del ICFES los hace sobre todo de las competencias lectoras, es decir, en el ICFES le va mejor a quienes desde pequeños están educados para leer y no a quienes no les gusta leer si partimos de esa base para reducir desigualdades.
De la Bancada por la lectura y la escritura, ¿cuáles son los objetivos específicos de esta iniciativa?
Logramos meterla a una tercera parte de los concejales de la ciudad y la idea es que sea un espacio articulador de las propuestas que tienen todas las personas que componen la cadena del libro en Bogotá, tanto el escenario político como el concejo, pero también los emprendedores del libro, los escritores, los editores, las librerías, el distrito, la Secretaría de Cultura, la Red de Literatura Pública de la Ciudad e IDARTES, para que todos nos encontremos en esa área y comencemos a dar propuestas para impulsar al sector lector.
¿Cuáles son sus sueños a mediano plazo?
Pues, en la política quisiera ser senador, quisiera ser alcalde de Bogotá porque no presidente de Colombia y de resto en la vida, pues nada viajar un montón, escribir libros y durar en la política el tiempo que me haga feliz.
¿Por qué aspira a ser presidente del país?
Aspiro a ser presidente del país porque creo profundamente que nuestro país tiene un enorme potencial que no hemos logrado aprovechar plenamente. Colombia está atrapada en el ciclo de la pobreza, la violencia y la falta de oportunidades. Como presidente, trabajaría en impulsar reformas que generen empleos dignos, mejoren el acceso a una educación de calidad, fortalezcan nuestra seguridad y promuevan la igualdad y la justicia social. Quiero liderar a Colombia hacia un futuro más próspero y esperanzador para todos los ciudadanos.
Para usted, ¿quién ha sido el mejor presidente que ha tenido el país?
¿El mejor presidente que ha tenido el país? Tal vez Carlos Lleras Restrepo, el desarrollo del país está en Lleras. Es un país que tuvo un presidente que logró traer mucho. También, sé que está un poco mal visto hablar de Rojas Pinilla porque fue el único “dictador” que ha tenido Colombia, pero también es él quien le cambia la cara a la ciudad, quien anexa municipios como: Fontibón, Suba, Engativá, Usaquén, Bosa a la vía a Bogotá, quien hace el aeropuerto Internacional El Dorado y hace las principales avenidas de Bogotá.
¿Qué aspectos negativos y positivos destacaría del primer trimestre de la alcaldía de Bogotá?
Diría que el racionamiento del agua lo empezaron muy tarde ¿por qué no habría comenzado antes si sabían que esto iba a pasar? También, que están centrados como en un enfoque muy punitivo de la seguridad y menos preventivo.
Y positivos que me gusta mucho la estrategia morada del estadio El Campín que tienen para que las mujeres se puedan sentir seguras en estadios que hegemónicamente han sido habitados por los hombres y también el tema de los gobiernos locales porque se están tomando su tiempo para escogerlos, ya que están basados en criterios técnicos y eso me parece chévere.
¿Y del presidente Gustavo Petro?
Del presidente, diría que positivo que le está dando representación a sectores que nunca antes la habían tenido, eso es ser coherente con las apuestas de campaña y sacó la discusión de Bogotá - Medellín y las puso en las regiones más olvidadas. Y negativos diría que le cuesta mucho hacer equipo y eso ha dificultado que avancen cosas del gobierno y tener escándalos de corrupción, lo reciente del presidente del congreso, lo que pasó con Benedetti y su hijo.
Recientemente algunas personas han cuestionado que usted tenga tantos asesores, especialmente tratándose de un equipo conformado por jóvenes. ¿Qué respondería ante esas críticas?
No es decisión mía tener un número determinado de asesores, sino que es la forma en que históricamente ha funcionado el Concejo. Entiendo que es un debate legítimo cuestionar si los concejales tenemos demasiados asesores, en comparación con otras regiones del país. Mi equipo es de los que menos asesores tiene, ya que por ejemplo yo no tengo un conductor asignado por la Unidad Nacional de Protección ni una camioneta blindada, actuando con la austeridad que promovemos.
Han criticado que tengamos un equipo joven y diverso con orientaciones sexuales, carreras y representaciones sociales distintas. Sin embargo, lo importante será que nos juzguen por nuestro trabajo y no por las características de mi equipo. Planeamos presentar 100 propuestas concretas al Plan de Desarrollo Distrital, un trabajo que no podría lograr yo solo sino gracias a la labor conjunta de mis asesores. Por ello, defiendo la conformación de mi equipo como una necesidad práctica para alcanzar esos resultados, más allá de las críticas iniciales que hemos recibido.
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