En el marco del Paro Nacional, las manifestantes, a diferencia de los hombres, están expuestas a distintos tipos de violencia que no solamente pueden ser analizadas de forma unilateral. A ellas no solo se les violenta por protestar, sino que también suelen ser violentadas por el hecho de ser mujeres, dando pie para un ejercicio directo de poder particularmente machista, donde no se reconoce en las mujeres un interlocutor válido, pero si un botín de guerra.
Desde el pasado 28 de abril, un sentimiento de agitación social impregno al pueblo colombiano, mientras un estallido social reclamaba sus calles. Detrás de todo esto, se vieron diluidos diversos casos de abuso, hostigamiento y violencia de los cuales fueron víctimas las mujeres que, dentro del ejercicio de sus derechos, decidieron salir a protestar y, aparentemente, fueron castigadas severamente por ello. A plena luz del día, las mujeres en Colombia salen a las calles a protestar con el miedo de no poder volver sanas a casa. Aquellas féminas que se arriesgan a ocupar lo público son sometidas a un sin número de hostigamientos que se presentan en múltiples formas y provienen de múltiples actores.
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Juanita Suárez Hurtado|||
