Al ser la ciudad más grande de Colombia, el contexto en el que se mueve Bogotá presenta algunas particularidades. Tras la entrada en vigencia del decreto Simulacro Vital emitido por la Alcaldía de Bogotá, la capital entró en un simulacro preventivo obligatorio que regiría a partir del viernes 20 de marzo del 2020 y, en un principio, finalizaría el lunes 23 de marzo. Sin embargo, la inminente amenaza del virus Covid-19 presionó al Gobierno Nacional para decretar una cuarentena a nivel nacional, la cual se sumó al simulacro previamente establecido. En este sentido, Bogotá es la ciudad de Colombia que más tiempo ha asumido la dinámica de la cuarentena y, principalmente gracias al elevado número de sus habitantes, es también la que, casi un mes después, presenta el más alto registro de casos confirmados de Covid-19.
Sin embargo, las restricciones de movilidad afectan dinámicas cotidianas de forma homogénea en múltiples territorios. A pesar de ello, si bien es cierto que la amenaza invisible que recorre las calles ha llevado al encierro a cerca de mil millones de personas a nivel mundial, también es verdad que al interior de los hogares las luces se encienden y se apagan a diario y que las calles no están desiertas. A las 7 de la mañana se escucha el eco silencioso de aquellos que con sus manos limpian, sanan, protegen o reparan, aquellos que sobre sus hombros sostienen el peso de un país.