Debido al incremento de vendedores informales, principalmente, en las calles del centro de la ciudad, la alcaldía de la localidad de Santa Fe inició un plan de recuperación del espacio público con el fin de mejorar la percepción de seguridad y circulación por esta zona.
"No vamos a permitir que la Séptima sea un espacio de temor de la ciudadanía", afirmó el alcalde local de Santa Fe, Gustavo Niño, en un comunicado de prensa a propósito del plan que inició a finales de agosto.
Debido a la gran cantidad de denuncias y quejas que han llegado a la Alcaldía por vendedores ambulantes que invaden el espacio público y afectan la seguridad de las calles, Iván Ramiro Martínez, coordinador de seguridad de Santa Fe, señaló que el plan tiene como objetivo la transformación a "una mejor vida y un mejor caminar".
El coordinador de seguridad afirma que "ya no hay tanto atraco como lo había anteriormente, estamos tratando de dar más presencia del Distrito en la Séptima" gracias al plan de organización y formalización de los vendedores.
A este proyecto se sumó el apoyo del Instituto para la Economía Social (IPES) que proporcionó 97 módulos a los vendedores ambulantes que se ubican sobre la Carrera Séptima y que fueron elegidos con respecto al tiempo que llevaban en las calles y su situación de necesidad económica a causa de falta de un empleo formal.
Estos mobiliarios o módulos proporcionan un espacio adecuado en las calles para que los vendedores puedan ofrecer productos con mayores estándares y de una manera más organizada. Son carros aptos para la venta de alimentos que facilitan su movilidad y previenen problemas de salubridad. De hecho, muchos de los vendedores que los tienen afirman que permiten una mayor organización de las calles del centro, así como seguridad tanto para ellos como para los transeúntes.
Vendedores ambulantes formalizados exigen seguridad
Carolina Soto, una de las vendedoras ambulantes beneficiadas, aseguró que tras 29 años de trabajar en las calles de la capital, su situación es muy distinta gracias a la formalización de su trabajo. Al ser acogida por este programa no solo cuenta con su mobiliario y dotación de uniforme, sino que de igual forma su seguridad mejoró ya que es protegida por la policía, en vez de ser perseguida como los vendedores informales que son blanco de los continuos operativos para recuperar el espacio público en la zona.
"La policía ya no nos puede decir nada ahora vienen a cuidarnos y ayudarnos, a muchos nos están dando la oportunidad de mejorar nuestra condición laboral", añadió.
Como Carolina, otra de las beneficiadas con la medida es María Helena Torres, quien añade que ¨es bueno porque uno maneja un punto específico y la gente confía más en los puestos¨. Por eso, ella se ve muy optimista en cuanto al cambio que ha ofrecido la organización de los puntos de venta en las calles del centro.
Sin embargo, tanto Carolina como María Helena afirman que ahora el principal problema lo tienen con los vendedores informales que aún siguen causando desorden en las calles. ¨La inseguridad sigue igual porque tanto vendedor informal hace que las personas le pierdan confianza a las calles e incluso nos vemos amenazados por sus malos tratos y hábitos¨, dijo María Helena.
A esta queja se le unen varios trabajadores formales de la zona. María Eugenia, quien lleva cuatro años trabajando en un local de ropa ubicado en la carrera Séptima con 17, dice verse “afectada” por los malos hábitos de los vendedores informales que afectan su espacio de trabajo tanto en horas de la mañana como en horas de la noche.
"Cuando salgo o llego al trabajo siempre me enfrento a vendedores ambulantes que me hacen sentir inseguridad, he visto cómo a otros los roban y cómo se la pasan en sus vicios", afirmó la vendedora que añade que si la Alcaldía busca dar solución a la inseguridad debería encontrar alternativas como "darles una plaza de artesanías o reubicar a los vendedores informales".
Si bien luego del plan de los 21 días propuesto por la alcaldía local se vio una mejoría en la organización de las calles, en el centro de la ciudad sigue sin haber un cambio drástico en los temas de seguridad debido a que los vendedores ambulantes que no hacen parte del proceso de formalización son un obstáculo.