Lactar o no lactar: entre la teta y el biberón

Martes, 07 Noviembre 2023 14:51
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Cada vez más, las personas lactantes están escogiendo amamantar exclusivamente los primeros seis meses de vida de sus bebés. A pesar de ser la mejor opción, la lactancia exclusiva no es el único camino para las lactantes.

UNICEF recomienda que la leche materna sea el alimento exclusivo de los bebés recién nacidos hasta los 6 meses de edad.||| UNICEF recomienda que la leche materna sea el alimento exclusivo de los bebés recién nacidos hasta los 6 meses de edad.||| Flickr|||
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  • Coautor 1: Nataly Cotes Uribe

Cuando Angela Rodríguez Saavedra se enteró de que iba a ser madre, inició la búsqueda de información sobre crianza, en especial, sobre la forma en que alimentaría a su hija. «Mi decisión era una sola: intentarlo», se refería a la lactancia materna exclusiva (LME). 

Su hija, Mariana, nació el 26 de febrero de 2021 a las 9:41 A.M., y 40 minutos más tarde fue su primera lactancia. «Sentí calor, y una sensación de que salió algo muy suave, como si hubieran destapado algo. En el momento que mamo por primera vez, me sentí mamá».

La OMS sugiere que la lactancia materna temprana y oportuna dentro de la primera hora de vida puede tener grandes beneficios tanto para la madre como para el bebé. Archivo Personal primera lactancia de Mariana.

Pero el panorama para Angela estuvo permeado por un sin fin de opiniones que intentaban decirle qué hacer. Su hija nació en España, un país en el que lactar parece ser más problemático que el biberón. «Mi suegra me decía: ¿por qué vas a dar la teta? Da biberón, que el biberón es liberalizar», explicó Angela. Pero al mismo tiempo, su familia en Colombia prefería otros métodos, «pues que prepare las tetas porque para eso las tiene. Tiene que amamantar», fue uno de los comentarios que escuchó en torno a la lactancia. Sin embargo, se mantuvo firme en su postura.

La determinación de Angela no es un caso excepcional. De acuerdo con la Secretaria Distrital de Salud, en Bogotá, durante los dos últimos años, se ha registrado un incremento en la proporción de menores de seis meses alimentados con LME, pasando de un 48,3% en 2020 al 77,3% en 2022. Mientras que en redes sociales se han vuelto populares comentarios de influencers, como Sascha Fitness o Camila Zuluaga, quienes han mostrado una conducta diferente a la de las estadísticas, es decir, prescindir de la LME. En ese sentido, lo que une a las personas que hacen LME y las que no es que, sin importar su decisión o motivos, serán juzgadas por el mundo. Las personas lactantes se encuentran entre la espada y la pared o, mejor dicho, entre la teta y el biberón.


La proporción de menores de 6 meses alimentados con lactancia materna exclusiva en Bogotá entre 2005 y 2022. Secretaria Distrital de Salud.

LME: Teta y solo teta

Las dos primeras semanas de lactancia fueron de las más desgastantes para Angela. Entre dolor en el pecho, en la espalda y días sin dormir, se iba convirtiendo en esclava de esa pequeña persona que la necesitaba de día y noche. Y es que la LME tiene más de una cara, es por esto que la experiencia física y emocional de las mujeres lactantes es tan importante como la de los recién nacidos. 

La LME es la práctica de alimentar a un bebé únicamente con leche materna durante los primeros seis meses de vida, sin la adición de ningún otro alimento o líquido, excepto en situaciones médicas específicas. Esta forma de alimentación proporciona al bebé todos los nutrientes, anticuerpos y sustancias esenciales necesarios para su crecimiento y desarrollo saludable. 

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Según el pediatra Diego Luna, la leche materna no solo es altamente nutritiva, sino que también contiene componentes que fortalecen el sistema inmunológico del bebé y lo protegen contra infecciones y enfermedades. La LME no solo es beneficiosa para el bebé, sino que también tiene ventajas para la madre, como la reducción del riesgo de hemorragias posparto y la recuperación más rápida del útero. 

Aunque, para Angela, desde su postura feminista y de Ph. D. en derechos humanos, la definición de lactancia materna va más allá. Para ella, no se trata solo de alimentar. Lactar es un acto político.

«Para mí, es un hecho de decisión y de autoconocimiento de mi cuerpo. Es un hecho político. Ser mamá y ser lactante te da empoderamiento y te permite tener agencia de autonomía sobre tu cuerpo», aseguró Angela.

Los casos en el querer no son suficiente para poder

«La lactancia es muy bonita cuando la idealizamos, pero cuando de verdad vemos sus condicionantes sociales, no es tan perfecta. La lactancia materna exclusiva está escrita desde una posición de mujer blanca privilegiada», esta fue la respuesta de Angela cuando se le preguntó por las complicaciones de la LME. Según ella, la realidad está lejos de ser perfecta.

Ese es el caso de Camila Zuluaga, influencer colombiana, quien recuerda los primeros días de vida de su hijo con un poco de amargura. La primera noche fuera del hospital el menor lloró 12 horas continuas, una situación anormal para un recién nacido. Hipótesis que confirmó tras su primera visita al pediatra en la que le confirmaron que debía iniciar una lactancia mixta, pues su hijo bajaba de peso rápidamente. Así que, en contra de sus planes, la fórmula se volvió cotidiana para ella, y al mismo tiempo, el estrés que le representaba la lactancia también se marchaba.

Sin embargo, la mayor dificultad a la que se puede enfrentar una mujer lactante es el desconocimiento, según Liliana Umaña, consultora internacional en lactancia materna. Desde su perspectiva, «la lactancia materna ha sido lo peor mercadeado en la historia», pues el enfoque está en elementos como la leche de fórmula o el dolor, lo que lleva a una ignorancia en torno a la LME. 

Aun así, existen más inconvenientes entre las mujeres y su lactancia. En palabras de Angela:

Lactar también es un hecho opresivo y demuestra las diferencias y discriminaciones que hay. Yo por ser una mujer con cierto nivel socioeconómico podía tomar la decisión de lactar o no lactar y dar biberón, o de tener una asesora de lactancia o no tenerla.

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Este es otro de los retos que tiene la lactancia, y en general, la maternidad. Conforme a Lina Morales, psicóloga asociada a la plataforma Helpfi y asesora en lactancia, «como sociedad hemos romantizado la maternidad», que en otras palabras implica que se han impuesto unas altas expectativas en torno a cómo debe ser una madre. Esto es fundamental para la psicóloga, pues ninguna lactancia es igual a otra, lo que hace que cuando una mujer lactante compare su experiencia con otras, o incluso con estas mismas expectativas, pierda un elemento que es crucial: la decisión. 

Pero, existen más barreras relacionadas con aspectos económicos. Según la investigación “Determinantes económicos, sociales y de salud que inciden en la lactancia materna exclusiva en Colombia”, algunas de las más importantes son reincorporación al trabajo, no recibir orientación sobre la lactancia materna en el posparto, una necesidad temprana de introducir otros alimentos, por temor a que la leche suministrada no sea suficiente. Todo esto, concuerda con las perspectivas de Umaña y Morales, en tanto que lactar va más allá de la biología.

«Me parecía que lo iba a envenenar», el estigma de no lactar exclusivamente

Irene Vicente, profesora en la Universidad Carlos III de Madrid, tuvo a su hijo casi al mismo tiempo que su amiga, Angela. Sin embargo, tuvieron experiencias muy diferentes. A pesar de su contexto, en el que contaba con el apoyo de su pareja, su familia y recursos para acceder a asesorías e información, fue un proceso muy difícil física y mentalmente para Irene, quien amamantó hasta los 21 meses, pero decidió llevar a cabo una alimentación mixta. 

«Recuerdo el momento en que me empoderé y dije ‘No. Se acabó. Yo le voy a dar toda la teta que haga falta, pero no me voy a poner sacaleches». No fue una decisión fácil. Horas después de ese momento, cuando Irene preparaba el biberón con su marido, lloraba: «Me parecía que lo iba a envenenar. Que era una madre horrible por haber cedido a darle un biberón al día», dijo, «Me hacía sentir muy mal».

Sintió estigmatización de ambos lados, de los que imponen la lactancia y los que imponen la alimentación con fórmula. Irene se censuró así misma por mucho tiempo por no poder dar exclusivamente teta, «como si dar un biberón fuera veneno», dijo.

«Sin duda, todas sabemos que lo mejor para él bebe y lo mejor incluso para ti es dar la teta, pero a veces dar la teta con estos estándares tan altos es lo peor para tu salud mental», explicó Irene.  

Valeria Baena, líder en La Liga de la Leche Colombia (LLL), una ONG dedicada al apoyo de las personas lactantes, dijo, «muchas veces, la mamá carga una culpa muy grande, ‘es que usted no es capaz de alimentar a su hijo, así que dele fórmula’». La sensación de autoculpa y el no ser suficiente es común en las personas que ayuda en su trabajo con La Liga.

No son la falta de amor o capacidad parental lo que causan estos sentimientos en las personas lactantes, son los mitos, la desinformación y la exigencia de una versión de maternidad idealizada donde, según Irene, se les pide amamantar «a costa de todo».

No estás sola

Las asesoras y consultoras en lactancia, como Morales y Umaña, son un gran apoyo para las personas lactantes. Orientan personalmente los procesos y responden a necesidades individuales. Pero, para las que no pueden acceder a estos recursos, también tienen opciones. Hay grupos de apoyo públicos y gratuitos, tales como aquellos de La Liga de La Leche. También pueden consultar a una de las +6,000 líderes voluntarias en los 85 países donde se encuentra la LLL. 

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Asimismo, el gobierno adelanta varias iniciativas encaminadas a promover y facilitar la lactancia. Desde el Comité Distrital de Apoyo a la Lactancia Materna, compuesto por ONGs, hospitales y las Secretarías de la Mujer, Educación, Salud e Integración Social, hay actividades de acompañamiento a poblaciones vulnerables, a la desnutrición y abandono de la LME, diseminación de material informativo y promociones de las Salas Amigas (espacios cómodos en entornos laborales para las personas lactantes) y el Banco de Leche Humana en el Hospital de Kennedy.

«Tenemos muchos esfuerzos, sobre todo orientados al impacto en la población», afirmó María Paula Fajardo, nutricionista parte del comité y del equipo de Seguridad Alimentaria y Nutricional de la Secretaría Distrital de Salud, «pero aún hay muchos retos para mejorar».

Lactar, como todos los aspectos de la maternidad, es un reto atravesado por una red de factores externos e internos. Pero, también como la maternidad, es un reto que se hace con amor y dedicación, sea esta exclusiva o mixta. Si le preguntas a Angela si regresaría a la LME, ella responderá: «lo volvería a hacer una y mil veces».