Era inevitable no contemplar el rayo de luz que entraba por la persiana, el olor a esencias aromatizantes y la vista desde la ventana. El sol estaba en su punto máximo y los árboles se alcanzaban a observar. La gente se asomaba por los balcones y con una mano cubrían su reflejo para poder mirar al cielo y lograr tomar al menos por unos minutos su calor. En el entorno se percibía la sensación de encierro como si se sufriera de claustrofobia. La ansiedad se podía sentir, el palpitar acelerado y la angustia por el futuro se hacía notar.
Éste parecía el lugar indicado para realizar los ejercicios, frente al cuadro colgado en la pared con el mar pintado en todo su esplendor y cerca a unas plantas verdes y florecidas que armonizaban el ambiente. Camila González, una estudiante de 19 años, enciende su computador y empieza a buscar una forma de entretenerse y, de paso, cuidar su salud. Tiene varias opciones para escoger, pero decide empezar con una clase de zumba online, la coloca y de inmediato sus piernas cobran vida moviéndose de lado a lado. Es como si la música despertara todo en su cuerpo, su frecuencia cardiaca se empieza a acelerar y el ritmo hace que se divierta mientras su cuerpo se prepara para la rutina fuerte.
Luego del ‘cardio’, adecua el lugar para la sesión de tonificación, pone una colchoneta en el suelo de esas que se utilizan para hacer yoga y coge unas bandas de resistencia. Corre los muebles de la sala y pone música de su gusto para iniciar una clase que ejercita glúteos y pierna. Lo primero que hace son elevaciones de rodilla, luego unas sentadillas y termina con elevaciones de cadera, de cada una de ellas en cuatro repeticiones. Luego se hidrata y estira para evitar cualquier lesión. La casa de Camila, en tiempos de COVID-19, se ha transformado también en gimnasio.
Vídeos online disponibles para hacer ejercicio en casa
Para eso, están disponibles online videos de marcas reconocidas, como Fit.On, Adidas o la red de gimnasios Bodytech, que ofrecen servicios que contribuyen al entrenamiento. Algunos grupos de personas también lo hacen de forma independiente. Ese es el caso de Pirana.z, un grupo de estudiantes la mayoría de la Universidad del Rosario que se conocieron entrenando en su gimnasio y conocen varias rutinas de ejercicios. Estos nueve amigos han adaptado el ejercicio a su estilo de vida, buscando generar propuestas para que otras personas, en su mayoría los jóvenes, también puedan motivarse a las rutinas durante la cuarentena.
Pirana.z es conformado por seis hombres y tres mujeres, que desde antes del confinamiento por la pandemia buscaban el entrenamiento para tener salud y bienestar. Ahora, se encuentra de forma online, por medio de una cuenta de instagram que tiene 1068 seguidores con la que siguen compartiendo sus rutinas. Estas se realizan por medio de Lives de instagram que se suben diariamente o también por zooms con una alianza con el Cefe Consejo Estudiantil economía de la Universidad del Rosario que les abre un espacio en busca de una solución de entretenimiento.La cuarentena cambió el espacio del ‘gimnasio’, que ahora se adapta a los hogares. Uno de los participantes es Alejandro Castaño de 20 años, estudiante de Jurisprudencia, quien considera que se debe crear primero el hábito y la motivación para el ejercicio. “Si existe motivación, el resto es solo cuestión de rutinas y dedicación”, afirma.
Mientras se realiza ejercicio, el cuerpo, según la psicóloga Marcela Forero, empieza a liberar endorfina, serotonina y dopamina, que son las hormonas de la felicidad que crean satisfacción y motivación. Es decir, moverse contribuye no solo con la tonificación del cuerpo, sino también a evitar entrar en estados depresivos y a mantener la mente centrada en un objetivo, según la psicóloga. Forero también señala la importancia de la motivación y de atraer a las personas al entrenamiento. “El ejemplo es relevante para que la gente decida hacer ejercicio”, dice. Esto se puede realizar a partir de videos, aplicaciones como zoom e instagram, que permiten a las personas ver una serie de entrenamientos y así de acuerdo a cada necesidad adaptar rutinas.
'Si una persona nunca ha hecho ejercicio, lo mejor es empezar con cardio'
El objetivo de Piraña.z es incentivar a las personas a crear el hábito de entrenar, “que deseen verse mejor, que deseen mejorar su salud y su condición física”. También buscan “darle la oportunidad a las personas para que vean que un entrenamiento se puede hacer en un lugar diferente a un gimnasio”, así como afirma Alejandro. Su método es entrenar en la casa, adaptando elementos caseros para facilitar la forma de entrenamiento. Hacer ejercicio de forma independiente, sin embargo, requiere ciertos cuidados, según el entrenador físico Nicolás Aldana. Entre ellos está “conocer cuál es su límite, no exigirse tanto la primera vez y poco a poco ir conociendo cuál es su nivel”. Comenzar con una rutina fuerte y no adecuada al ritmo de la persona puede tanto afectar la motivación para entrenar como generar una lesión.En casa, como explica el especialista en deportes, es más fácil cometer errores, pero estos se pueden mejorar. Es importante calentar antes y después de los ejercicios y corregir las posturas de acuerdo con lo que los instructores muestran en los videos. También es adecuar el peso a lo que el cuerpo requiere y trazar metas alcanzables.
Gabriela Fernández, de 20 años, otra integrante del grupo Pirana.z, también da tips para quien está empezando. “Si una persona nunca ha hecho ejercicio, lo mejor es empezar por cardio, que consiste en trabajar toda la zona muscular de manera repetitiva en forma rítmica y poco a poco subir la frecuencia cardiaca, así el cuerpo se va adaptando a lo que es el ejercicio”. Con el tiempo, cuando el cuerpo maneja una mejor frecuencia y resistencia se pueden ir implementando rutinas más fuertes, añade Gabriela.
El entrenamiento de Gabriela actualmente va más allá del cardio. Ella, así como sus compañeros de Pirana.z, entrena casi todos los días, descansando al menos uno por semana, editan sus videos y los suben. Le dedica a su rutina completa entre hora y media y dos horas al día. Durante ese tiempo, realiza dos tipos de ejercicios: uno con su propio peso y otro levantando una barra desde el suelo hasta la cintura. Uno de los entrenamientos que más le gusta es “pierna”, con ejercicios como “jumping” (saltar), luego algunas “tijeras” (cruzar las piernas de forma alternada), skipping y “sentadillas” (agachar hasta que la cadera llegue a la altura de las rodillas, siempre con una adecuada postura de espaldas).. Una vez termina su sesión, Gabriela apaga el computador, alcanza su toalla, la pasa por su rostro, limpiando las gotas de sudor. Descansa, respira profundo y da por finalizada la rutina del día. Pero, en el día siguiente, volverá a conectarse al internet para seguir con el entrenamiento. .