"Esta afición me llena, me da vida, me hace feliz", asegura 'La Paisa' sobre su amor por el fútbol

Lunes, 04 Mayo 2020 16:03
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En entrevista con Plaza Capital, Angélica Jiménez detalló su gran amor por Atlético Nacional y el barrismo social que ha implementado en los últimos años. 

Imagen de Angélica Jiménez||| Imagen de Angélica Jiménez||| Foto cedida por la entrevistada a Plaza Capital|||
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Angélica Jiménez González, conocida como 'La paisa', nació un 18 de septiembre. Tenía siete años cuando vio jugar por primera vez a Atlético Nacional en el Estadio Atanasio Girardot de Medellín. No recuerda muy bien ese día, pero tiene en su memoria a René Higuita cuidando el arco verdolaga. Fue su tía Aura González quien la llevó y le demostró que el amor al fútbol le ayudaría a ser una mejor persona. Una verdad que hoy demuestra ya que, por medio de este, ha cambiado vidas.

Ella es la mayor de tres hermanos del matrimonio entre Rafael Jiménez y Rosa González. Rafael Darío es el segundo hijo y la menor de la familia se llama Juliana.  Su hermana menor tiene una empresa de paisajismo y juntas trabajan en el arte de la planificación, el diseño y la conservación de parques y jardines. Actualmente, vive en Cajicá (Cundinamarca) con sus padres y su hijo Rafael de ocho años, quien se ha convertido en su mayor motivación.

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Angélica estudió Derecho en la Universidad Militar y está próxima a recibir su título profesional. Se describe a sí misma como una mujer vanidosa, “berraca” y muy humana, que ha sufrido, pero que siempre le saca provecho a las cosas y aprende de aquellas situaciones que la vida le ha puesto.

Le gusta leer. Su autor favorito es Rafael Pombo, mientras que su jugador favorito es Rafael Serna, primer anotador en Atlético Nacional, por lo que el nombre de su hijo, Rafael, es sinónimo del amor que siente por estos icónicos personajes.

Sus inicios como integrante de la barra futbolera 'Los Del Sur' fue en 1999. Esta hinchada nació el 20 de noviembre de 1997 en Medellín y es considerada una de las barras más grandes de América Latina. En 2002, Angélica, junto con otras integrantes de 'Los Del Sur Bogotá', fundaron el primer grupo integrado únicamente por mujeres y lo llamaron Policarpa, en honor al barrio en el que se realizaban las reuniones. Desde ese momento, Angélica se volvió una lideresa para las amantes del fútbol.

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Sin embargo, 'La paisa' empezó a sentirse incomoda con los actos regionalistas que tenían los fundadores de la barra. Ella recuerda que en un partido en el 2005 contra Once Caldas, en el Estadio Palogrande de Manizales, la hinchada bogotana estaba colgando sus banderas y los líderes quitaron uno que decía 'Bogotá Verdolaga' y la razón fue porque, según ellos, debían estar primero las banderas que hacían referencia a la ciudad de Medellín. Esta acción generó que Angélica y otros hinchas bogotanos se molestaran y se sintieran excluidos por los organizadores paisas.

Después de aquel rechazo en pleno estadio de fútbol, Angélica presenció cómo en el 2007 algunos integrantes bogotanos fundaron 'La Nación Verdolaga' y ella quedó en el intermedio de ambas barras que, a partir de ese año, se convirtieron en rivales a pesar de alentar al mismo equipo. Para principios del 2008, Angélica recibió una herida con arma blanca en el tórax propiciada por una de las integrantes de “Los del Sur” y ese suceso fue el detonante para que ella tomara la decisión de abandonar la  barra que la vio crecer y separase de amigos que la acompañaron a recorrer cada ciudad de Colombia y América Latina para ver jugar al Atlético Nacional.

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A pesar de que Angélica tuvo que dejar atrás algunos amigos, se reencontró con otros que le dieron la bienvenida cuando decidió unirse a la barra bogotana “La Nación Verdolaga.”  Desde entonces, hizo nuevas amistades, continúa viajando para alentar a su equipo, ha gestionado proyectos y ayudas para personas de escasos recursos y se ha dedicado a cambiar el concepto despectivo que la sociedad tiene de los aficionados al fútbol, especialmente de los que integran las barras.  

 

"Esta afición me llena, me da vida, me hace feliz" 

 

¿Qué significa para ti Atlético Nacional?

Cuando yo veo a Nacional en el estadio me siento como no me siento en otro lugar del mundo, me fascina ir al estadio y quien comparte la afición a este deporte sabe que gritar un gol, cantar, saltar y alentar es la mejor manera de demostrarle al equipo cuanto se ama la camiseta. Yo veo a Nacional y siento amor, no sé cómo describirlo, es una alegría muy grande, yo he gastado millones para ir a ver a nacional porque lo que me hace sentir es una sensación indescriptible, las palabras se quedan cortas para expresarte lo que me hace sentir el equipo.

Susana Mateus recuerda un viaje que realizaron hace unos años en Tunja y llegaron allá en una mula que cargaba concentrado de perros. Hoy en día, ¿qué piensas de estas decisiones?

Hubo una época que fui muy “loca”, viajaba en lo que fuera, bus, mula, carro, avión y hasta tuve que caminar varios kilómetros para llegar al destino y alentar al verde. Cuando nació Rafa, mi vida cambió radicalmente, si viajo es ida y regreso pronto, si no tengo plata para comprar tiquetes aéreos prefiero no viajar.

¿Qué la motivó a unirse a las barras futboleras en 1999?

Aunque nací acá en Bogotá, crecí en Medellín junto con mi familia y por eso en la barra me conocen como “la paisa”, no es de mi gusto que me llamen así, pero bueno, ya todos me distinguen por ese apodo y no lo puedo cambiar. En Medellín nunca fui al Atanasio con las barras, los hombres que dirigían en esa época eran muy machistas, así que siempre optaba por entrar con mi primo en otras tribunas como occidental o oriental.

Cuando regresé a Bogotá ya tenía 14 años y conocí el parche de Los Del Sur-Bogotá, pensaban diferente a los paisas, no había machismo ni feminismo, solo éramos un grupo de personas enamoradas del mismo equipo de fútbol y queríamos alentar todos juntos y en todo lado.

¿Cuál fue el detonante para que se creara “La Nación Verdolaga”?

Creo que fue cuando estábamos en Manizales y la gente estaba colgando los “trapos” de Bogotá y uno decía “Bogotá Verdolaga” y el otro “Los del Sur Bogotá” y de la nada los líderes mandaron a bajarlos, la orden era que ningún trapo se colocaba hasta que todos los trapos que tuvieran relación con Medellín se colgaran.

Los bogotanos también querían alentar, pero tampoco iban a permitir el regionalismo, la desigualdad y la oposición de los paisas, hubo varios encuentros y peleas, hasta que se decidió forma una segunda división. “La Nación” fue fundada por los mismos que alguna vez ayudaron a fundar a “Los del Sur”, pero ellos eran conscientes de que la manera en que estaban dirigiendo no era la correcta y así se generó una rivalidad que sigue existiendo después de 13 años por el odio y la sensación de no sentirse seguro.

¿Qué piensa de la rivalidad entre estas dos barras de un mismo equipo?

No estoy de acuerdo con ningún tipo de violencia, quienes conocen la historia saben los problemas que hubo en la división y aún no se han perdonado las decisiones del pasado. Todas las barras son iguales y nadie tiene porqué salir lastimado por asistir a otra barra o apoyar a otro equipo, no permito las peleas ni contra los hinchas de millonarios que nos han causado tanto daño y dolor en la vida de varios miembros de la barra, así mismo pasa con “Los del Sur.”

Yo tuve que ausentarme 2 años de Colombia por la misma rivalidad; en Chile encontré un refugio donde me casé con un chileno francés y quedé embarazada de Rafa, cuando pensé que no volvería por un buen tiempo, mi esposo me engañó y decidí volver a mi país con mi hijo en la barriga creciendo cada día. Hoy, después de 10 años, aún me persigue aquella rivalidad que me hizo salir de casa, pero ya aprendí a vivir con ella.

 

"No había machismo ni feminismo, solo éramos un grupo de personas enamoradas del mismo equipo de fútbol"

 

'La Nación' es reconocida por realizar barrismo social ¿En qué consiste?

Cuando empezó “La Nación”, nos reuníamos en el parque el tercer milenio para hablar lo relacionado con el equipo, nos íbamos al barrio San Bernardo a tomarnos unas polas y los que consumían buscaban el vicio, empezamos a compartir más seguido con esta población, empezaron a reconocernos y a coger cariño. Todos veían algo diferente cada vez que íbamos, yo veía los mismos niños jugando en la calle hasta tarde, yo me considero fanática de los niños y esa situación empezó a moverme.

Yo necesitaba ayudar a esa población y un medio tiene su fin, le comenté a la gente de la barra y me dijeron que de una que qué se me ocurría y empezamos a reunir dinero y donaciones de juguetes para hacerles actividades a los niños. Los domingos en la mañana pasábamos por ellos a sus casas y los llevamos a diferentes lugares cercanos para jugar, más gente empezó a unirse y pudimos llegar a más barrios.

Hoy, después de ocho años, seguimos trabajando con los niños del barrio Santa Fe y en diferentes poblaciones vulnerables; en fechas especiales como el día del niño, el 31 de octubre y diciembre la gente de la barra sabe que estaré escribiéndoles para pedirles ayuda económica o donaciones para que ningún niño se me quede sin regalo. 

¿Por qué cree que la sociedad tiene estereotipada a los miembros de las barras como “drogadictos” y “vagos”?

Los medios de comunicación se han encargado de que la sociedad nos tenga tildados como eso, los medios no graban los buenos momentos. Yo nunca he recibido una llamada de un medio para decirme que quiere ir a cubrir un evento de servicio social con los niños del barrio Santa Fe o de San Bernardo, de esos actos bonitos no habla nadie y a los medios no le interesan, pero de las peleas y daños a bienes públicos los periodistas son los primeros en llegar.

Hay personas que entran a la barra a drogarse, a robar y dañar, esos no son hinchas, solo son personas que van a dañar a quienes si van a alentar a su equipo. La droga llega a un punto en que ya es imposible controlar, yo he tenido que presenciar cómo se llevan a un amigo a la cárcel y a otro a un cementerio porque un día entre amigos la traba los confundió y se hicieron daño hasta que alguno perdió la vida. Yo hace 2 años tuve que enterrar a mi gran amor.

¿Qué te ha dejado de positivo esta afición al equipo verdolaga?

Yo por Nacional he conocido Chile, Perú, Argentina, Ecuador, Colombia, el viajar por tantos lugares a ver mi equipo no tiene precio, me ha dejado amigos por todo el mundo, experiencias maravillosas como son los proyectos sociales de “fútbol entre barras”, con los niños en situación vulnerable y todo esto lo he logrado en compañía de la gente de La Nación y no lo cambio por nada. Esta afición me llena, me da vida, me hace feliz. 

 

"Los medios de comunicación se han encargado de que la sociedad nos tenga tildados como eso, los medios no graban los buenos momentos"

 

¿Quién fue el gran amor que enterraste hace dos años?

Yo a John lo conocí en el 2002, iniciamos juntos esta travesía en “Los del Sur” y luego en “la Nación”, fue al primer hombre que llamé amor platónico, era mi amigo, mi hermano, vivíamos enamorados a nuestra manera. En abril del 2018, había un partido en La Paz, Bolivia y yo no pude viajar porque estaba realizando mis prácticas jurídicas, él se fue en compañía de “godines”, un amigo de nosotros, y otra gente del parche, yo juraba que él volvería con vida.

En Bolivia se pusieron de locos y entre drogas y alcohol “godines” apuñaló a John hasta dejarlo sin vida, ese mismo día algo de mí murió con él. John fue hasta allá a ver jugar a Nacional y ni a la cancha pudo llegar, lo mataron días antes, yo no podía permitir que mi gran amor lo enterraran allá, solo, sin su familia y su gente, entonces, empecé a buscar plata por todo lado para que me lo trajeran, necesitaba despedirlo como se merecía, con su ataúd verde y blanco y una frase que decía “pioneros y fundadores”

¿Ha pensado en tomar venganza por tus propias manos o retirarte de las barras por ese tipo de situaciones?

Mira que en su momento sí he pensado tomar venganza por mis manos, pero no es lo correcto, sembrar odio en el corazón no es la mejor opción y menos en la posición que estoy yo. La gente me ve como una líder, porque me he empeñado en hacer las cosas bien no solo con las barras de Nacional, sino también con las demás barras de América Latina.

Retirarme de la barra no es una opción por dos razones: uno, soy el apoyo de muchos, el hijo de “cheperro”, un amigo que mataron los hinchas de millonarios brutalmente, me escribe a diario, dice que quiere entrar a la barra y mi misión es guiarlo y cuidarlo como lo hubiera echo mi amigo. La segunda razón es que esto es mi vida, siempre he seguido a Atlético Nacional por todo lado, mis amigos y amigas están en este mundo del fútbol y no cambio eso.