Estas competencias clandestinas se llevan a cabo los días jueves, a altas horas de la noche, en avenidas o calles de la ciudad. Son convocadas por un organizador que, a través de las redes sociales, brinda toda la información sobre los puntos donde se llevarán a cabo las carreras, así como advertir sobre la posible presencia de las autoridades en dichos puntos.
Según la Secretaría de Movilidad, Usaquén Chapinero, Santa Fe, Bosa y Kennedy son las localidades en donde las autoridades reportan el desarrollo de esta práctica considerada ilegal.
Eran las 11:00 de la noche del pasado jueves 31 de agosto del 2023. El punto de encuentro fue en la primera estación de gasolina ubicada a las afueras de la ciudad, en la vía de la calle 80. Las personas llegaban en motos, carros, incluso en taxis. Mientras el organizador esperaba que el grupo estuviera casi completo para salir a correr, el olor a cigarrillo y a marihuana se iban tomando la gasolinera.
El organizador llevó a cabo una reunión antes de salir de la estación de gasolina, con el fin de dar las instrucciones a todos los grupos, pero lo más importante, indicar dónde sería el primer punto de carrera. Todos estaban muy emocionados, se alistaron e ingresan a sus vehículos para dirigirse al primer punto.
Saliendo de la gasolinera, los nervios se iban apoderando de mí, pues era mi primera vez asistiendo a los famosos piques ilegales, pero a la vez tenía mucha intriga, porque había escuchado sobre ellos, pero quería saber cómo funcionaba.
El ruido de las motos y los carros era ensordecedor; la velocidad y la adrenalina eran las protagonistas de esa noche. Aproximadamente trescientas motos y carros se dirigían hacia el primer punto, ubicado en una avenida junto al parque de diversiones Salitre Mágico.
Una vez allí, los corredores se prepararon mientras los espectadores estacionaban sus vehículos en algún lugar “seguro”. Todos eran conscientes de que estaban cometiendo varias infracciones, como exceso de velocidad, maniobras peligrosas y no respetar las señales de tránsito. Lo que podría resultar en la inmovilización de sus vehículos o multas que oscilan entre los $150.000 y el millón de pesos.
El ambiente estaba tenso, pero alegre al mismo tiempo. La adrenalina era palpable: algunas personas miraban nerviosas a su alrededor, temiendo la llegada de la policía, mientras que otros conversaban sin preocupación sobre los carros mientras fumaban.
Los corredores comenzaron sus competencias, y todo parecía ir bien. Sin embargo, aproximadamente 10 minutos después de haber llegado al lugar, pasa una patrulla de policías cerca. Todos salieron corriendo hacia sus vehículos, llenos de miedo, se van del lugar. Esta vez, la policía no logró atrapar a ninguno.
Después de ver a la policía, sentí mucho miedo, ver como todos escapaban del lugar, en especial las motos que iban mucho más rápido, rosando los vehículos y atravesándose frente de ellos, me hicieron sentirme insegura.
Pero esta noche no acabó allí, por medio de las redes sociales, las personas buscan la ubicación del segundo punto, pareciera que este susto no fue suficiente para disuadirlos. Mientras iban por la calle 26 Nacional, se chocan dos vehículos debido al exceso de velocidad. No se sabe qué paso con ellos, ya que todos estaban huyendo de la policía y nadie se detuvo a ayudarlos.
El segundo punto fue por el deprimido de la calle 26. Los corredores continuaron, sin preocuparse por los vehículos que les pedían paso con sus bocinas. Solo cedían el paso a las ambulancias. Ya era la 1:00 de la mañana, y todos parecían estar muy contentos. Había juegos pirotécnicos, sustancias psicoactivas, música y cada quien disfrutaba a su manera. Pero al escuchar la sirena de una patrulla de policía, todos salieron corriendo hacia sus vehículos y se dirigieron hacia al tercer punto que indica el organizador.
Pasó solo media hora, y todos llegaron al tercer punto, ubicado en la avenida de las Américas. Había carros en contravía, motos transitando por los puentes peatonales y juegos pirotécnicos en todas partes mientras las personas llegaban a ese punto. Sin importar el frío de la capital, seguían llegando personas, unas solo para observar y otras con el fin de correr.
Después de una hora, llegó una patrulla de policía que se ubicó frente a todos los vehículos. Algunos tuvieron que escapar en reversa, otros circulando en contravía y otros pasando lo más rápido posible al lado de la patrulla.
Al llegar al último punto, ubicado en la Zona Industrial de las Américas, un joven dice:
Estos piques no son nada comparados con los de antes, cuando los ‘tombos’ nos rompían los carros, nos pegaban o llegaban más de tres patrullas por nosotros. Ahora los ‘tombos’ ni nos persiguen; ahora es aburrido.
A las 2:00 de la mañana, siguen los corredores en lo suyo, pasa una moto de policías, se quedan viendo, pero deciden irse resignados del lugar. Algunas personas empiezan a irse, otras se quedan apostándole a su carro, moto o corredor favorito.
Estas famosas carreras pueden ocasionar consecuencias sociales como: accidentes de tránsito por el exceso de velocidad y contaminación, ya que la mayoría de los vehículos están molificados y pueden emitir contaminantes para el medio ambiente.
Aproximadamente a las 3:00 de la mañana termina este jueves de piques ilegales en la capital y sus mayores fanáticos quedan a la espera del otro punto de partida destinado para el próximo jueves.
Combatir los piques ilegales es un desafío que involucra la colaboración de las autoridades y la comunidad. Se debe aumentar la vigilancia en los puntos más reconocidos donde se lleva a cabo esta actividad, además aplicar sanciones efectivas para quienes la ejecutan. La colaboración de la comunidad es de suma importancia, pues las consecuencias que causa esta práctica pueden provocar incluso la muerte.