Las 7 localidades de Bogotá con mayor exposición por lluvias torrenciales

Miércoles, 16 Noviembre 2022 07:50
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Hay familias damnificadas, deslizamientos, desbordamientos y cierre de vías por lluvias en la ciudad. El director general de Idiger habló con Plaza Capital.

Barrio Mariscal Sucre.|En los sectores vulnerables de la ciudad aumentan las afectaciones por las lluvias.|Mapa en tiempo real Idiger||| Barrio Mariscal Sucre.|En los sectores vulnerables de la ciudad aumentan las afectaciones por las lluvias.|Mapa en tiempo real Idiger||| Guillermo Alberto González|Guillermo Alberto González|SIRE - Alcaldía de Bogotá|||
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Históricamente, en Bogotá hay dos temporadas de lluvias. La primera comienza a mediados de marzo y termina a mediados de junio, y la otra empieza en septiembre y se extiende hasta principios de diciembre. Sin embargo, por todas las condiciones de variabilidad climática, la capital lleva 25 meses en épocas de lluvias, desde octubre del 2020 hasta la fecha según explica Guillermo Escobar, director Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (Idiger).

Ante esta situación, el Idiger ha desarrollado una serie de planes de contingencia para cada periodo semestral desde 2020, recogiendo cada una de las experiencias de los planes anteriores. “Para este segundo semestre de 2022 efectivamente tenemos otro plan, en el que confluyen todos los diferentes entes del sistema de Idiger tales como el acueducto, bomberos, defensa civil, cruz roja, secretaria de movilidad, en fin, las 62 entidades que hacen parte de la administración distrital”, dice Escobar.

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El Instituto Distrital no solo tiene un mapa de afectaciones, que es lo que principalmente se registra en el sistema de atención de emergencias, sino que también hay unos mapas que han resumido las condiciones de los comportamientos de las lluvias en Bogotá, “En la ciudad siempre tenemos un mapa histórico de lluvias, tenemos un mapa de pronósticos y finalmente que fue lo que se registró con nuestras 72 estaciones en tiempo real donde se miden las lluvias y niveles de los causes, y todos esos mapas son de consulta pública en la página de la entidad”, señala el director de la entidad.

SDGR-CC y el Sistema de Alerta de Bogotá presentan el mapa en tiempo real de todas las estaciones de monitoreo de precipitación o lluvias en el distrito.

Esta entidad tiene diferentes condiciones de monitoreo. La principal condición es en las zonas de ladera, es decir los cerros orientales desde Usaquén hasta Ciudad Bolívar. En esta zona que comprende varias localidades hay 226 puntos de monitoreo diario tanto con la comunidad como con las entidades del distrito.

“Los encharcamientos e inundaciones en vía pública son un problema en toda la ciudad, en su mayoría casi todas las localidades reportaron afectaciones de este tipo”, afirma Escobar.

Pero en cuanto a los fenómenos de remoción en masa o deslizamientos son las siguientes 7 localidades las que corren mayor riesgo: Usaquén, Chapinero, Santafé, Candelaria, Rafael Uribe, San Cristóbal y Ciudad Bolívar. También menciona que en las colinas de Suba puede ser posible que se presente algún derrumbe o calamidad de esta índole.

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Escobar hace énfasis en las recomendaciones que se han venido haciendo desde el Idiger y el Sistema de Alerta de Bogotá, de las más fundamentales que nombra son: responsabilidad con los residuos y evitar lanzar cualquier objeto a la calle (ya que estos pueden terminar en las alcantarillas y taponarlas), limpieza y mantenimiento constante de la tubería y desagües en las viviendas, llamar a las autoridades en vista de árboles posibles a caer, evacuar las zonas de riesgo cuando se haga el respectivo llamado y, a los conductores, tener mayor precaución para evitar cualquier siniestro.

Prevención al riesgo y apoyo a los damnificados

Plaza Capital visitó el barrio Mariscal Sucre, que se ha visto afectado por la ola invernal. A pesar de los múltiples esfuerzos, puestos de monitoreo y planes de contingencia en todos estos sectores, algunos habitantes de este sector, como Esperanza Rojas, que vive ahí hace 22 años, consideran que es un problema sin fin.

 “Desde que tengo 8 años vivo por aquí”, afirma Rojas. Antes, su casa era en el barrio San Martin de Porres, que queda una loma más arriba de su vivienda actual y a unos cuantos metros del barrio Paraíso Bajo, todos ubicados en las localidades de Chapinero y Santa Fe.

Esperanza considera que estos barrios han sido unos de los más golpeados por la ola invernal,  y también pone en manifiesto que las lluvias han aumentado mucho y que “antes el granizo era rara vez que caía y ahora es casi siempre”.

Esta situación tiene preocupados a muchos de los pobladores de estos barrios. Una de las alternativas e indicaciones gubernamentales ha sido el manejo responsable de las basuras para evitar mayores desastres, pero Rojas sostiene que “siempre es una pelea en el barrio para que se concienticen con lo de las basuras, pero ahí ya no se puede hacer nada, eso es desde la casa”. Agrega que le gustaría que hubiese más campañas del gobierno para que los niños y vecinos nuevos aprendan a respetar y amar su entorno.

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Pese a todas estas problemáticas ambientales y de ubicación geográfica, Esperanza dice vive muy feliz en este sector, pues argumenta que es muy central, todo le queda cerca y que “gracias a Dios su familia no ha sufrido en carne propia ningún derrumbe”. Concluye diciendo que por más que las entidades distritales y gubernamentales le adviertan que su construcción está ubicada en una zona geológicamente inestable y de riesgo, no se irá ella ni su familia.

Graves afectaciones en los últimos días

El último fin de semana, el 12 de noviembre, la capital tuvo grandes afectaciones. Una de ellas fue en el norte de la ciudad por el desbordamiento de la quebrada Molinos, en la carrera séptima entre calles 106 y 108. También el cierre temporal de la vía que comunica con el municipio de La Calera. Pero en los cerros del oriente la situación es más tensa y de casi todos los días, por su ubicación geográfica y falta de acceso a transporte público las condiciones se agravan aún más para las familias.

No obstante, estas afectaciones por lluvias y deslizamientos “no han dejado ni un solo muerto en Bogotá desde el primer semestre de 2020”, gracias a las campañas y planes de prevención que se han realizado en el territorio, según dice el director general de Idiger, Guillermo Escobar Castro.

El funcionario finaliza precisando que “es clara la situación de desplazamiento de personas en el país y obviamente entendemos esta condición de necesidad frente al proceso social, pero por eso hacemos el llamado a la comunidad de que acaten los llamados y recomendaciones de evacuación”, para que de esta forma se eviten y reduzcan los índices de desastres en la zona.