¡Y yo con estos pelos!

Martes, 01 Septiembre 2020 11:18
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Desde el mes de marzo, las peluquerías y peluqueros tuvieron que cerrar por la cuarentena estricta en el país debido a la pandemia del coronavirus. Tras la difícil situación de salud en el territorio nacional, muchos de los establecimientos comerciales que no son de extrema necesidad en el país tuvieron que cerrar las puertas. Desde ese entonces, la crisis por parte de los dueños y empleados de estos establecimientos salió a flote. 

 

Reapertura peluquerías en Bogotá||| Reapertura peluquerías en Bogotá||| Collage por Nicole Acuña|||
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  • Coautor 1: Santiago Pulido

Desde el 20 de marzo en Bogotá, las peluquerías tuvieron que parar su trabajo con la esperanza de que la situación iba a durar solo unos días, pero la pandemia día a día avanzaba y las medidas cada vez eran más drásticas para tratar de mitigar el contagio. La mayoría de los empleados de estos establecimientos tuvieron que optar por trabajar a domicilio, con el riesgo de ser capturados y someterse a un comparendo de $936.320.

Meses después empezaron a autorizar la reactivación de muchas de las actividades. Las peluquerías tuvieron la aprobación para su apertura por parte del Gobierno Nacional hasta el 23 de junio, que les permitía iniciar su trabajo bajo las recomendaciones por parte de la Secretaría de Salud. Las recomendaciones eran bastante estrictas y trataban de “organizar los puestos de trabajo dejando un espacio vacío entre cliente y cliente para garantizar la distancia mínima de dos metros; contar con jabón, agua, alcohol a más del 60 % en las entradas, puntos de atención y puestos de trabajo, así como tener siempre toallas desechables”, señala el Distrito. 

Sin embargo, en la ciudad de Bogotá, el mes de julio empeoró la situación de salud lo que  obligó a la alcaldesa a tomar decisiones drásticas debido a la alta ocupación de las camas UCI en los centros hospitalarios de la ciudad. Por ese motivo, las peluquerías y salones de belleza tuvieron que cerrar sus puertas y someterse a otra cuarentena por 15 días más.

Una peluquería en el garaje

Hablamos con Martha Claudia Cruz, asesora de imagen y actual dueña de la peluquería Poison, ubicada desde hace más de seis años en la localidad de Engativá, contó cuáles son los contratiempos a los que se ha enfrentado para adaptarse a la “nueva normalidad” generada por la actual crisis de salud pública. Claudia Cruz nos expresa lo siguiente: “Empezamos con el simulacro de cuarentena el 19 de marzo, no sabíamos que esto implicaría cuatro meses sin poder trabajar normalmente, lo máximo que pudimos hacer durante ese tiempo fue cuadrar un sistema de turnos, donde sólo podían trabajar dos personas”.

La mayor preocupación de Martha era que, para ese momento, contaban con un grupo de trabajo de 11 personas que dependían de la peluquería para su sustento diario.

De igual manera, este no fue el único conflicto al que se enfrentó, Martha comenta que la dueña del local les dio un ultimátum donde exigía que se le cancelara la totalidad de la deuda, todo aquello que se debía durante los cuatro meses que no pudieron trabajar ni obtener ningún tipo de ganancia de la peluquería. “Estaban cobrando ocho millones, que debíamos pagarlos o desocupar lo más pronto posible el local” Explica que, para ella era muy difícil porque además de esta deuda también tenía que responder por los gastos de servicios públicos requeridos en la peluquería.

La única opción que tuvo fue la de entregar el local. “Nos vinimos para acá, a trabajar en la casa de nosotros, adecuamos el garaje con cuatro puestos de peluquería y uno solo para manicure, nos ha tocado activarnos así, después de haber once personas ahora sólo podemos trabajar cinco”, afirma, puesto que para ella, es muy complicado no poder ofrecerle trabajo a todos los estilistas que hacían parte de Poison y con los que trabajó por más de cinco años.

Con el fin de mantener activo su negocio, y de mitigar el impacto de la actual coyuntura en su trabajo y el de sus empleados, Martha ha optado por promover su negocio y el trabajo de sus colegas a través de las redes sociales. “Esta ha sido una herramienta de gran ayuda para promocionar mi trabajo, hablo con mis amigos y familiares para que me ayuden a difundir la nueva ubicación de la peluquería, también comparto el producto del trabajo mío y de mis compañeros para que las personas conozcan lo que hacemos y si están interesados, nos visiten”, nos dice.

Actualmente, la peluquería Poison se encuentra reinventando su negocio desde el garaje de su casa, limitada en cuanto a espacio, pero sin perder la esencia y el legado que han dejado durante los últimos seis años en el barrio Villa Luz.