Muralistas de la localidad de Engativá fueron contratados por la Escuela Militar de Cadetes José María Córdova para realizar el proyecto artístico. De acuerdo con la oficina de prensa de la Escuela, la intención de esta iniciativa es visibilizar las diferentes acciones históricas y heroicas llevadas a cabo por el Ejército. La ‘pinta’ duró 22 días (del 25 de julio al 10 de agosto de 2018) y tuvo un costo aproximado de 30 millones de pesos.
Para realizar esta intervención en el espacio público, la Escuela Militar solicitó el respectivo permiso a la Alcaldía de Bogotá, que dio el aval y apoyó tal iniciativa artística.
En las paredes de la glorieta se pueden ver coloridos diseños entre los que se encuentran fechas como la de la Independencia (1810) y la del surgimiento de la Escuela de Cadetes (1942), además de rostros de las diferentes fuerzas militares (naval, aérea y terrestre) y símbolos patrióticos como la bandera de Colombia y el libertador Simón Bolívar.
Con el fin de que los murales perduren y no sean tachados o tapados, la Escuela Militar desarrolló una estrategia de vigilancia que incluye al policía militar Steven Medina, a quien se le dio la orden de permanecer en el puente de la estación de Transmilenio y desde allí supervisar la zona. Respecto a la transformación de la rotonda, el policía Medina comentó: “El lugar cambió mucho para bien, sobre todo por las palabras que pintaron. Términos como libertad, respeto, transformación… Son conceptos que motivan”.
Stella Flórez, una de las habitantes del barrio Gaitán, aledaño a la glorieta y, según el Dane, de 988 habitantes, afirmó: “Me gustó mucho porque quedó bonito, los colores son llamativos y le dan vida al sector. Siempre es bueno que hagan algo por la ciudad”.
José Galeano, profesor y usuario de Transmilenio que pasa por el lugar todos los días de trabajo, dijo: “Es excelente cuando el arte es usado para evocar a la memoria. Traer al presente parte de la historia del país ayuda en el proceso de construcción de identidad”.
Estos murales se suman a los ya presentes en otras zonas de la ciudad, como la calle 26, la avenida Caracas (a la altura de la avenida 39), el barrio Egipto y San Victorino, por mencionar algunos. La Alcaldía de Bogotá, al igual que la Escuela Militar, ha usado el grafiti para renovar la estética de ciertas zonas y, a la vez, para impulsar el arte urbano. Un ejemplo de lo anterior es la iniciativa Distrito Grafiti, mediante la cual el Distrito convocó a artistas de diferentes países para pintar en algunas bodegas abandonadas de la localidad de Puente Aranda.
Los variados proyectos de arte urbano, además de ser una estrategia para mejorar la apariencia de la ciudad, han servido para posicionar a Bogotá como referente en este ámbito a nivel internacional. Tanto así que han venido a ‘grafitear’ artistas con reconocimiento mundial como el inglés ‘Bansky’, cuyo documental que retrata gran parte de su obra de arte urbano estuvo nominado al Premio Óscar de documental más largo en el 2011.