En un día cualquiera, en el Aeropuerto El Dorado es normal ver que, junto a los ciudadanos de a pie que esperan a sus conocidos, se paren personas elegantemente uniformadas, provenientes de alguno de los hoteles de lujo de la ciudad, que vienen a buscar a gente que, probablemente, nunca han visto. Llevan en sus manos unos letreros que colocan en lugares visibles, los cuales tienen nombres escritos. Cada nombre le pertenece a un viajero en particular, quien se identificará y abordará una van que lo llevará hacia su destino.
Los uniformes de estos personajes permiten evidenciar los hoteles de donde provienen: Sheraton, Marriott, Habitel, Hilton, Continental, Estelar, entre otros. Todos son hoteles de lujo, ranqueados con cuatro estrellas o más, donde una noche no cuesta menos de 200 mil pesos por habitación.
Esto refleja la gran demanda actual del turismo de alto costo en la ciudad, que aunque no es una tendencia nueva, sí se ha intensificado en los últimos años. Según Fernando Sánchez Paredes, presidente de la cadena Blue Doors Hotels (grupo dueño de Continental, 93 Luxury Suites, entre otros), comenta que esto se debe a políticas como las implementadas por Álvaro Uribe, las cuales, según dice: “trajeron seguridad al país y, además, le brindan treinta años de exención de impuestos a los hoteles recién constituidos”.
Los hoteles de lujo en Bogotá existen desde hace tiempo, como los de las cadenas Estelar o Dann, construidos en su mayoría en los años 80 y 90. Según estudios de Jorge Valencia Caro, arquitecto, quien hizo una cronología del turismo en Bogotá para el Instituto Distrital de Turismo (IDT), el boom hotelero en la ciudad se produjo inicialmente en 1993, con la creación de más de 30 hoteles importantes durante los 10 años siguientes.
Sin embargo, un fenómeno que ha cobrado fuerza en los últimos años ha sido la incursión de grandes cadenas internacionales como Starwood, Hilton, Marriott o Wyndham, cuyos hoteles son los mejores calificados en las páginas de viajes como TripAdvisor, Hoteles.com o Expedia. Sin embargo, cadenas nacionales como Blue Doors, Dann o Estelar no se quedan atrás en estos mismos portales.
De acuerdo a Sánchez Paredes, la industria turística está en su mejor momento porque se le está dando la importancia que merece dentro de los diversos sectores de la economía. Además, porque se han diversificado las opciones: “desde hoteles modestos para estudiantes y turistas, hasta llegar al JW Marriott, lo más lujoso y caro de la ciudad y el país”, afirma Sánchez.
Según cifras del IDT, la mayoría de personas se alojan en hoteles vienen a la ciudad por negocios. El 23,6% de los visitantes vienen a Bogotá por razones laborales, y de estos, poco más de la mitad se queda en hoteles. Los siguientes en la lista son los turistas, de los cuales una tercera parte se aloja en hoteles de la ciudad.
Sánchez afirma que el panorama turístico de la ciudad debe seguir creciendo hasta llegar a 30 mil habitaciones de tres, cuatro y cinco estrellas en los próximos 10 años, lo cual significa duplicar el número de cuartos existentes actualmente.
Aunque la proporción propuesta es alta, ya se vislumbran nuevos proyectos congruentes con estas proyecciones. Hampton by Hilton, W Hotel de Starwood, OXO 69 de Holiday Inn y la reciente expansión del empresario Germán Efromovich (dueño de Avianca) en el sector hotelero, entre otras; son propuestas en ejecución que buscan continuar con el boom del turismo de alto nivel en la ciudad.