Desde las dos de la tarde los vestidos elegantes de los músicos y la sobriedad de los asistentes ocuparon el Parque Metropolitano el Country. En la concha acústica ubicada en este lugar se adecuaron tres presentaciones que cerraron el Festival.
La primera ópera en presentarse fue la Zarzuela Luisa Fernanda, interpretada por la banda sinfónica de Cundinamarca acompañados del coro de la Universidad Pedagógica. Esta obra representa una historia de amor en tres actos y está enmarcada en el género de comedia lírica. Rocydeyda Moreno, Mezzosoprano quien interpretó a Mariana en esta obra, se presentó por primera vez en el Festival y afirmó que es un gran escenario para mostrar lo que se ha aprendido así la afluencia de gente no sea mucha.
El público fue diverso. Había familias enteras; también, niños, adultos y jóvenes, varios de ellos estudiantes de canto lírico como Julieth Lozano, quien con su grupo de amigos llegó a apreciar este Festival. “La música siempre va a estar rodeándonos por eso debemos escucharla, oírla y sentirla” añadió esta joven a PLAZA CAPITAL.
Las ultimas dos obras presentadas en este Festival fueron la ópera El anillo Sin Palabras de Richard Wagner, interpretada por la Orquesta Filarmónica de Bogotá y narrada por el actor Jorge Enrique Abello, por último estuvo la ópera La Traviata, obra de gran reconocimiento mundial, presentada por la Orquesta Nacional Sinfónica de Colombia.
Ópera al Parque reunió a los amantes de este género y a personas que llegaron al lugar a ver qué estaba pasando y se quedaron toda la tarde a oír música. Rafael Moreno, es un apasionado de la ópera y la música, asegura que este género no es un espacio para “el parque” ni para espacios abiertos, sin embargo, hace la salvedad que el escenario de la concha acústica ayuda a atender y a oír mejor estas presentaciones.
Con la elegancia que caracteriza al género de la ópera se despidió este Festival. Algunos de sus asistentes como Camilo Guzmán aseguraron su regreso “pienso que estos escenarios son buenos para que la Capital descanse de tanto estrés”. Los aficionados a la música y los asistentes interesados se despidieron con expectativa para el próximo Festival que como siempre trae el arte del mundo a Bogotá.