Julio Victoria, quien le abrirá el día de hoy el escenario a Richie Hawtin en el Estéreo Picnic, es ya muy conocido para los amantes de la música electrónica. Al ritmo de sus melodías, su versatilidad sonora y su impecable presentación en vivo, se ha consolidado como uno de los máximos exponentes de la escena nacional.
Nacido en Armenia en 1981, Julio Victoria ha dirigido al compás de su música innumerables noches en los más prestigiosos clubes de electrónica de la capital. Cada fin de semana su nombre se ha visto en lugares como Baum, Octava, Video Club y, hace unos años, en el difunto Billares Londres. Gracias a su talento musical, Julio ha hecho parte de eventos y festivales de talla mundial, como el Boiler Room en Bogotá, el Baum Festival, Baum Park y el Comunité en México. Además, ha representado al país en ciudades como Londres, Ámsterdam, Miami y Viena. El día de hoy, se presentará en el Estéreo Picnic, en donde le entregará los decks al reconido DJ canadiense Riche Hawtin en el escenario M moto.
Julio no se ha alejado del deporte y tampoco se ha centrado únicamente en la fiesta capitalina, también ha desarrollado producciones de estudio, DJ sets y proyectos experimentales. De hecho, hace un tiempo junto al colectivo Sonema, grabó las campanas de la iglesia San Francisco para convertirlas en música. Además, junto al ilustrador Santiago Ayerbe, realizó en Viena una proyección musical en donde los trazos de Ayerbe se entrelazaron con las mezclas rítmicas de Julio, las cuales encarnaban los sonidos cotidianos de Bogotá.
Esta tarde ha llovido un poco en la ciudad, pero el frío de las calles no se siente en la cálida casa-estudio de Julio Victoria ubicada en Chapinero. Entre su colección de vinilos, CDs, álbumes, aislantes acústicos, DJ desks y una marimba, se dispone a ubicar un nuevo artefacto para complementar su arsenal musical: una pantalla LED. Julio hoy viste una chaqueta azul y una camiseta blanca, una pinta descomplicada. Da la impresión de ser una persona muy activa, carismática, atenta y sencilla. Es capaz de hacer varias cosas a la vez, mientras organiza su sala de creación musical se apresura a destapar su nuevo trofeo, a la vez que se dedica con la mayor actitud a responder este diálogo.
Julio, ¿cómo te adentraste al mundo de las tornamesas?
Viví en Alemania en los veranos del 2006, 2007 y 2008. Allá tuve la oportunidad de investigar, ir solo, buscar clubes y, sobre todo, tiendas de discos; en ellas encontré cosas que nunca había escuchado, por ese afán de descubrir música nueva, de toparme con géneros que me atraían mucho pero que no tenía acceso acá en Colombia. Para mí todo esto era nuevo, en ese entonces yo no jugaba un papel de DJ sino de deportista, era tenista profesional y me concentraba más en ese rollo. Poco a poco en Alemania fui conociendo gente y me fui adentrando en el tema, teniendo acogida con la gente que quería mostrar su trabajo, sus propuestas y, más que todo, sus colecciones de música que llegaban a sus tiendas y amigos. Yo iba a una que se llamaba Plattentachen, que significa bolsa de discos en alemán, allí tenía la oportunidad de poner los discos, de escuchar… y escuchar… pero sin yo tocar… sin tener tornamesas… simplemente como una gran opción de investigar, poner la música y disfrutarla. Así comencé a comprar los discos, cuando acababa el verano volvía a Colombia, los ponía en casa y me iba muy bien, para ser honestos.
Pero tu gusto por tocar nació allá, ¿verdad?
Mi gusto nació en Alemania, claro que sí. Iba a algunas fiestas acá en Colombia, pero no lo hacía con frecuencia porque yo estaba jugando tenis, estaba bastante ocupado, tenía que estar concentrado y por ello no podía andar de rumba. Era un tema más de escuchar, disfrutar la música y sentía que en algún momento iba a tocarla, pero por ahora estaba compartiendo, entendiéndola, sin ningún afán.
Para ti, ¿qué significado tiene la música?
¡Wow! Lo es todo. Es un sentimiento de expresión bastante importante, es mi manera de expresar lo que siento, lo que busco, mi gusto y lo que quiero transmitirle a la gente. Es la forma de demostrar diferentes alternativas y opciones melódicas que se generan en el mundo entero.
Tú estas ampliamente metido en el mundo del DJing, ¿cómo es el ritmo de vida de un DJ?
La verdad es que yo soy un DJ que viene tocando con mucha frecuencia…mucha… mucha… frecuencia. Lo asumo de la manera más moderada, yo no soy una persona tan fiestera, soy un poco más consiente de tocar y descansar. Normalmente toco los fines de semana y paro, así estoy más tranquilo. También tengo algunos toques entre semana, lo cual es un tema de estar en calma, no estar “rumbiando” todo el tiempo, porque como dije no soy una persona tan rumbera, prefiero tomármelo todo un poco más tranquilo.
Además están las trasnochadas…
Sí, es lo difícil. Las trasnochadas es lo complicado del tema, es un asunto más de acostumbrarse a ello.
Normalmente, ¿qué haces antes de tocar?
Descansar y organizar algo de música para tener algo preparado. No necesariamente lo que tocaré sino que trato de llevar algo de música para probar.
¿Cuál es el estilo característico de Julio Victoria?
Hay house, techno, esa es como mi línea. Aunque también te topas con deep house, deep techno, encuentras de todo un poco. No se puede decir que siga un estilo o un género único, porque mi música abarca muchas cosas, diferentes líneas.
¿Qué artistas han influenciado tu música?
Muchos artistas, aunque de pronto sigo una línea un poco más alemana. Artistas como Âme, el mismo Francesco Tristano, pero también Aphex Twin y me gusta mucho Kraftwerk. Ellos han tenido mis intereses más relevantes.
De los eventos que has tenido, ¿ha habido alguno que sea muy memorable para ti?
Sí. En Londres y en Ámsterdam, fue el año pasado. Tuve una gran fiesta en un gran club en el que siempre había querido tocar, con un colectivo que se llama The Hydra que trabajó con Fabric, hicieron una fiesta conjunta y fui invitado por ellos para tocar. Lo especial fue el deseo y las ganas de llegar a uno de estos clubes, eso fue muy lindo.
En el caso local, ¿qué opinas de la escena electrónica que se está dando en Bogotá?
La veo muy bien, viene creciendo mucho con artistas muy buenos. Hay gente joven muy bacana y los mismos artistas que vienen trabajando hace tiempo traen propuestas muy chéveres con una gran selección musical. Aparte de ello, hay muchos productores, labels, colectivos y propuestas de fiesta, lo cierto es que vienen pasando muchas cosas buenas.
¿Y en el ámbito nacional?
También la veo creciendo. Aunque creo que Bogotá tiene la escena más fuerte, Medellín viene haciendo las cosas muy bien, de hecho, Cali y Barranquilla también.
¿Cuáles de tus colegas consideras que están haciendo un buen trabajo musical?
Hay muchas personas que vienen haciendo un gran trabajo musical. Me gusta mucho un chico que se llama Bruno Anthony y también el trabajo de Odds N Ends, ellos me gustan bastante. Pero lo cierto es que, en general, hay mucha gente trabajando muy duro en el país.
Algunos informes de análisis de sustancias psicoactivas, como los de Échele Cabeza cuando se dé en la cabeza, han demostrado un amplio consumo de drogas en el ambiente electrónico, ¿qué piensas al respecto?
La verdad como yo no consumo drogas, no tomo trago y estoy alejado del tema, no sé mucho al respecto. Estoy bastante lejos de ello, lo mío es más la música y mucho deporte, es lo que está más marcado en mi vida, entonces desconozco mucho lo que esté pasando.
Tu sigues haciendo parte del sello Get Physical (uno de los más fuertes a nivel mundial), ¿has pensado en montar tu propio sello?
Sí claro, por supuesto. Viene en camino, ya se están empezando a hacer cosas… lo cierto es que no hay afán, pero vienen cositas chéveres en camino.
Y a parte de ello, ¿qué otros planes futuros tienes?
Tengo muchos, viene un proyecto muy chévere que lanzamos el 27 de octubre en el Teatro Colón. Tiene algo de filarmónica y música colombiana. Yo termino el Estero Picnic y arranco a trabajar en él, de hecho ya estoy trabajando en él. Pero ya empiezo a sellar la música y diferentes cosas.
¿Qué tiene este proyecto de especial?
Lo especial es el sonido, viene una música que quiero, por la gente con la que estoy acompañado que toca la marimba, arpa y algunos instrumentos de viento de la filarmónica. Es chévere porque hay algo de partituras pero de libertad también. Esto es un poco de lo que quiero lograr. Estoy trabajando de la mano de un director de la sinfónica que me está orientando con el tema de los músicos, y estoy trabajando con marimberos muy profesionales. Es darle un sentido, algo de Colombia, pero también añadirle algo de gusto y de línea propia. Es un poco Julio Victoria dando lo que quiere sonar.
Finalmente, Julio, hace un rato mencionaste algunos aspectos positivos de la escena nacional, ¿qué crees que hace falta para mejorarla más?
Yo creo que nos falta un tiempito… estamos cerca… bastante cerca, diría yo, para que nuestros artistas empiecen a marcar más territorio en el mundo. Pienso es en la gente de acá, los artistas internacionales están muy bien y vienen cada ocho días. Es chévere. Increíble. Los bookeamos nosotros mismos pero la verdad encuentro el tema más interesante en lo que puede haber acá, en lo que viene, y lo cierto es que vienen cosas muy positivas para Colombia.