Tito Alexander Gómez: El hombre detrás del animal

Martes, 21 Marzo 2017 03:41
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No leyó el guion y hoy, después de haber terminado la película, dice que le es más fácil actuar que hablar sobre su personaje.

La mujer del animal|||| La mujer del animal|||| Por: Camila Carrillo||||
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La mujer del animal es la nueva película del director colombiano Víctor Gaviria, que se estrenó el pasado 9 de Marzo en las salas de cine colombianas y que como la mayoría de sus filmes, es basada en hechos de la vida real. Su elenco principal está conformado por dos actores relativamente nuevos, Natalia Polo y Tito Alexander Gómez.

La película transcurre entre finales de los años setenta y comienzos de los ochenta, en los barrios humildes de la ciudad de Medellín. Cuenta la historia de Amparo, una joven de 18 años que se escapa del internado de monjas donde estudiaba y se dirige hacia el vecindario donde vive su hermana. Allí conoce a Libardo, un violento criminal de la zona que es más conocido como El Animal, quien se obsesiona con ella y la obliga a quedarse a su lado durante años, donde sufre toda clase de maltratos.

El protagonista y quien interpreta a El Animal es el paisa Tito Gómez, que por medio de su tono de voz bajo y su personalidad reservada demuestra ser diferente a su personaje. Cuenta qué tal fue su experiencia grabando la película, sus mayores desafíos, lo que aprendió y disfrutó.

Teniendo en cuenta el propósito de personificar de manera natural, en vez de una actuación forzada. ¿Usted como actor considera que es complicado el enfrentarse a retratar una historia de la vida real?

Sí, es una capacidad que debe tener el actor para improvisar, al igual que el ser un buen contador de historias. También el director tiene que ser muy comprensivo, porque es él es que da la oportunidad para que uno como actor transmita su “magia” y cuente la historia a su gusto, de esa manera uno se siente cómodo y no está la necesidad de fingir. De pronto él si te dice que se puede hacer un poco más rápido o más lento, se varía para tener buen material. Pero la clave está en que como actor te den esa confianza para fluir e ir añadiendo un toque único, donde se está contando lo mismo del guion, pero haciéndolo a su propio modo. Yo creo que en la cámara se refleja eso, el que no hay necesidad de hacer cantidad de esfuerzo por fingir, sino que el actor realiza su interpretación a su modo.

¿El apoyo entre el actor y el director es igual de importante a la conexión que debe haber entre el intérprete y su personaje?

Claro sí, yo nunca leí el guion, sólo llegaba a eso, a lo real. Al momento de la grabación, Margarita, la verdadera protagonista de la historia, estaba ahí, ella nos iba contando, qué y cómo paso todo, lo que “El Animal” hacía y decía, nosotros lo recreábamos. Ahí es donde viene el director con su espacio y forma de grabar diferente, comprendo que no todo el mundo produce así, pero se mezcla el trabajo de ambos y es ahí donde el espectador puede reconocer la conexión entre los personajes, a pesar de que sus roles sean completamente distintos. El resultado es como si se estuviera conversando con alguien y no fuera cine, eso se logra, siendo muy verídico y dándole al actor ese espacio para que él no tenga que sentirse fingido.

¿Cree que sus experiencias de vida le ayudaron a formar el personaje?

Sí claro, como ya lo he dicho antes, animales hay por todos lados y la violencia se puede vivir y conocer en tu casa, barrio, ciudad, país, o por medio de un amigo. Pero no es difícil, no hay que buscar mucho para ver cómo se comportan este tipo de personas entre la sociedad. Mi personaje tiene muchas características buenas y malas, uno le aporta características, elementos de uno y en otras ocasiones se inventan. Yo creo que la música nos relaciona mucho a él y a mí, porque la música es algo que yo he llevado siempre muy adentro y de acuerdo a las investigaciones que hicimos sobre “El Animal”, para él también era muy importante, entonces eso nos brinda una conexión. Lo demás son características propias de él que había que representarlas así, no se podía limitar el personaje o que en algún momento el bajara su guardia, porque ese poder que tenía podía decaer. Él es un personaje muy definido que no tiene reversa para nada, ya tenía designado su rumbo y su mundo, su único fin era ese, terminar de forma trágica.

¿Cómo fue la preparación para el papel, qué fue lo que tuvo que hacer, tanto física como mentalmente, para un papel tan fuerte como el de “El animal”?

Claro hubo que convertirse en un animal, es un personaje que no solamente era el animal al momento de grabar, sino que era el animal en su entorno, en su barrio, con su gente. Estas personas que lo rodeaban eran débiles, entonces él tenía que ser el líder, las personas conversaban con él, pero se sentían intimidadas. Esto es lo que es necesario mostrar, por lo tanto es donde la cámara refleja ese miedo, o sea tuve que cambiar todo eso, convertirme en él y cuando termino el rodaje tuve que volver otra vez a lo que yo era y asumir todo ese cambio, que no es sencillo. Ahora es más fácil actuar que estar conversando con ustedes sobre el tema.

¿Por qué piensa que esta historia es importante darla a conocer a las personas, más que todo a los colombianos y colombianas?

Porque vivimos en un país donde a diario mueren mujeres por montones, donde se habla de violencia, maltrato, donde las personas que son testigos no hacen nada por culpa del miedo, o porque creen que como no les sucede a ellos no es real. Yo creo que hay que decirlo, por más duro y cruel que sea. Como te digo, para mí no ha sido fácil, pero yo asumí ese compromiso de dar a conocer la historia. Considero que la violencia retratada en la película es necesaria, la gente ya no puede hacerse más el ciego ante esto, tenemos que enfrentarlo. Hay que abrir nuestros ojos y denunciar, corregir, empezar por nuestra familia a formar estos valores que son tan importantes y enseñarle a los niños y niñas que no caigan en los mismos errores que nosotros

¿Cómo es trabajar con Víctor Gaviria como director, qué tal la experiencia?

Fue muy bueno todo, como te digo es una gran persona, es un gran artista. Yo no soy muy amante del cine, yo creo que ni lo soy casi pero al trabajar con Víctor se aprende a ver las cosas de manera diferente. Es lindo poder contar estas historias de la vida real, que Víctor acostumbra a retratar, así sin mentiras. Lo importante es que cree alguna reacción entre la gente, de pronto personas que hayan visto la película se sientan conmovidos, porque tal vez han hecho o han pasado por acontecimientos similares o también personas que aseguran que nunca harían este tipo de cosas, entonces es reconfortante poder transmitir el mensaje. Además el poder entablar una amistad con Víctor, él es muy querido y creo que vamos a seguir trabajando.